PRUNA Y SEVILLA (articulo del diario de Sevilla) Diario de Sevilla las dos orillas Sepilla con p José Joaquín León | Actualizado 26.12.2010 - 01:00 POCAS ciudades habrá en España que vivan tan de espaldas a su provincia como Sevilla. Quizá ninguna. En realidad, no es que le dé la espalda, con desprecio, sino que la ignora. En otras provincias, a los municipios los llaman poblaciones, localidades y hasta ciudades, por no decirles pueblos, que suena a despectivo. Aquí le dicen pueblo hasta a Dos Hermanas, que tiene más habitantes que varias capitales. Y en los pueblos, sin embargo, se vuelven locos por Sevilla; se vienen en masa en Semana Santa, en Feria; a comprar en Navidad y Reyes, a lo que sea... En los pueblos están enamorados de Sevilla, que paga con su desdén. A veces parece que en la capital andaluza interesa más lo que pasa en las provincias de Huelva y de Cádiz que en la suya. Será por las playas del verano y las segundas residencias, por el Rocío, por el Carnaval, por lo que sea. Sevilla es la más rociera del mundo. En Sevilla hay más chirigotas que en San Fernando, que está a la vera de Cádiz. Aquí interesan más Almonte, Lepe, Chipiona o Conil, por decir algunas, que Pruna, Morón, Badolatosa o Estepa. Esta última, al menos, suena a mantecados de Navidad; como Marinaleda evoca a su alcalde Sánchez Gordillo con las barbas revolucionarias. De cada cual se sabe algo, pero no importa nada. La provincia va por un lado y la ciudad sólo quiere que venga al suyo. En Radio Sevilla anunciaban un programa de la Diputación con p de provincia. Entonces caí en la cuenta de que tenemos dos realidades: la de Sevilla y la de Sepilla, con p de provincia. Alfredo Sánchez Monteseirín llegó a la Alcaldía de la capital tras presidir la Diputación. Caso único, probablemente irrepetible. ¿Cuántos sabrán en esta ciudad que el actual presidente de la Diputación se llama Fernando Rodríguez Villalobos? Si a Griñán lo conocía el 64% de los andaluces, figúrense el caso del presidente de la Diputación. Hace unos días, varios pueblos de Sepilla con p quedaron inundados, casos de Écija, Lora del Río y Tocina. Esto ha tenido menos impacto aquí que si ocurriera en Haití. ¿Sabemos cuántas criaturas han pasado apuros en Écija, que está ahí, a menos de 100 kilómetros, no en Centroamérica? Esas imágenes patéticas que veíamos en los telediarios, ese sufrimiento de tener tu casa destrozada en las vísperas de Navidad, sucedió aquí mismo, y nos ha sonado a cuento chino. Si hubiera sido en Bangla Desh o Bolivia, ya estarían recogiendo cosas todas las oenegés. Pero como es ahí cerquita, que se las apañen ellos mismos. O que se lo arregle la Diputación con su p. Es una pena con p que Sevilla se interese tan poco por Sepilla, tan cercana y tan lejana; que la trate con esa indiferencia, digna de que te manden a hacer puñetas. Con la p de su provincia. |