AHORA Hoy, cuarenta años después del mayo del 68, nos hemos congregado aquí para recordar que la falta de imaginación sigue en el poder y que debajo del asfalto sólo nos aguardan playas llenas de marines y carros de combate. Hoy, nos damos cuenta de que la guerra de Vietnam no terminó nunca porque después llegaron otras guerras en otros lugares, bajo las mismas o distintas banderas, pero en todas ellas siempre morían los mismos y el Apocalipsis sigue ocurriendo ahora. Ahora, que si algún día concluye la guerra de Irak será por ahorrar dinero y no por ahorrar vidas humanas… Ahora, cuando los ejércitos de la guerra juegan ante la opinión pública a ser ejércitos de la paz, cuando las armadas europeas protegen a los intereses de las transnacionales y persiguen a los cayucos del Tercer Mundo. Ahora, cuando por tierra, mar y aire, los lobos de Washington y los de la OTAN, dicen defender a pueblos inocentes, pero terminan convirtiéndoles en víctimas colaterales… Ahora, cuando la única batalla que tendríamos que librar entre todos es la de la supervivencia del planeta, desforestado por los biodiesel y las grandes madereras, esquilmado por factorías flotantes, atacado por el efecto invernadero y por la avaricia humana… Ahora, cuando la mejor misión de un soldado sería la de repartir en partes iguales los víveres que existen y no aceptar de brazos cruzados que sus precios se disparen y no lleguen nunca a manos de aquellos que padecen hambre y sed pero nunca terminan de ser bienaventurados.
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