¿Qué tal es la nueva pediatra? Hoy estuve con la nueva pediatra y he salido llorando de su consulta. No creo que esto le haya ocurrido a mucha más gente porque en ese caso poco futuro le veo. Una pediatra es un médico infantil, si no tiene paciencia ni para aguantarse a si misma ¿en qué manos vamos a poner a nuestros hijos? Me ha insultado en mi propia cara delante de mi marido, me ha desafiado, se ha puesto altiva y prepotente. Y sí, he llorado para gustazo de ella que parecía que estaba disfrutando, le pondría una hoja de reclamaciones, pero según se ha encargado de decirme ella misma, quizás esté mucho tiempo allí y no quiero que el que al final sufra las consecuencias sea mi hijo, que tiene un problema y ni tan siquiera lo ha mirado. De las anteriores pediatras no tengo nada más que palabras buenas, que podrán hacerlo mejor o peor, pero lo que no se puede hacer es humillar, despreciar e insultar a nadie. Que en lugar de llevar a mi hijo al pediatra he tenido la sensación de estar siendo juzgada por un delito de estafa ante un juez. Debería de llegar a su puesto de trabajo dando saltos, y ha llegado que parece que he sido yo la que la he sacado de la cama a empujones ¡a las 11 de la mañana! porque si fuesen las 7 hasta podría entenderlo, pero eran las 11 y llegaba de desayunar, desde las 10, una hora, no está mal ¿no?, que yo he desayunado en cinco minutos y estaba feliz como una perdiz hasta que llegó ella. |