Como se puede burlar la bolsa de empleo La consejera de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, presentó el pasado 9 de marzo de 2010 una oferta en el Servicio Regional de Empleo para la siguiente ocupación: “Empleada de hogar interna, con cinco años de experiencia, idioma tagalo” (lengua oficial de Filipinas). Figar, de 36 años, no encontró en esa bolsa de empleo lo que buscaba. El certificado de la Consejería de Empleo y Mujer señaló que no existían “demandantes de empleo disponibles para cubrir dicha oferta”. Tras confirmar, mediante este trámite, que no había asistentas que hablasen tagalo en paro en Madrid, Figar acudió a una mujer filipina que trabajaba en casa de unos diplomáticos en Noruega para contratarla. Fuentes sindicales explican que la petición de una oferta con exigencias extravagantes (como el idioma tagalo) es un procedimiento habitual cuando alguien quiere contratar a un extranjero concreto que reside fuera de España, informa Ana Requena. En ese momento, figuraban en el Servicio Regional de Empleo de Madrid casi un millar de mujeres que buscaban trabajo como empleadas del hogar. Fuentes del Consejo General de la Abogacía destacan que exigencias como la planteada por Figar son un truco del que abusaron los empleadores durante años para burlar los trámites de las oficinas de empleo. El objetivo era plantear un requisito (hablar tagalo) que ninguna demandante de trabajo pudiese cumplir en España, quienes tienen preferencia para ocupar las vacantes del INEM. “Hoy en día, ya no se conceden este tipo de peticiones, porque se entiende que hablar un idioma como el tagalo no puede ser un requisito para limpiar en una casa”, explican las mismas fuentes, informa Daniel Ayllón. |