Cataluña "apuñala" a España un día después de limosnear un rescate El pacto fiscal deja seriamente herida la relación entre el Ejecutivo de Mas y el PPC de Sánchez Camacho, como también la de éste con Rajoy. CiU dejó ver este miércoles su doble cara. Como dice el refrán, a Dios rogando y con el mazo dando. El Gobierno de Artur Mas, amparado en CiU, cayó este miércoles en la más absoluta de las contradicciones al impulsar en el Parlament el pacto fiscal un día después de pedir auxilio al Ejecutivo central a través del fondo de liquidez. El hecho de que Cataluña deberá ser rescatada con fondos estatales -aún sin cuantificar- no fue óbice para que Mas siguiera adelante con su afán de crear una agencia tributaria catalana única, en la misma línea del modelo instaurado en el País Vasco y Navarra. Esto es, un modelo de financiación propio, al margen del resto de comunidades autónomas. Aunque, a diferencia del concierto vasco y navarro, en este caso propone destinar fondos a la solidaridad interterritorial. La propuesta es todo un puñal en la espalda no sólo de Mariano Rajoy, sino también del PPC de Alicia Sánchez Camacho, hasta ahora el principal aliado de CiU. "En estos momentos tan duros que vivimos no se puede plantear un pacto fiscal contra España", le advirtió en vano la presidenta de los populares catalanes a Mas durante el Pleno. Está por ver las consecuencias que ello tiene en la relación entre ambas partes. También cabe recordar que CiU, con Josep Antoni Duran i Lleida a la cabeza, es el único partido que en el Congreso ha apoyado algunas de las medidas más duras de Rajoy. Aunque sin embargo la semana pasada votó en contra de los últimos recortes del Gobierno central. En parte como protesta por la decisión de Rajoy de mantener el déficit de 2012 para las comunidades en el 1,5% del PIB, pese a que la UE ha rebajado en un punto sus exigencias para España al cierre del presente ejercicio. La iniciativa salió adelante con el apoyo de CiU, ICV-EUiA, ERC, el diputado no adscrito Joan Laporta y el diputado del PSC y exconsejero de Educación durante el segundo tripartito Ernest Maragall, mientras que el resto de diputados socialistas se abstuvieron y el PP, SI y C´s votaron en contra. "Llevamos 30 años dando respuestas a Madrid y no hemos hecho muchas preguntas (...). Ahora tenemos derecho a preguntar si el Estado tiene un proyecto propio que permita que Cataluña se sienta tratada con justicia. Y en este momento, da toda la sensación de que el Estado no tiene proyecto", señaló el presidente de la Generalitat durante su intervención. La votación de este miércoles fue el inicio de un camino que se prevé empedrado. Ahora, el Gobierno catalán deberá negociar con el Ejecutivo de Rajoy cómo materializar el pacto fiscal, que en cualquier caso no entraría en vigor hasta 2014, cuando vence el actual sistema de financiación autonómica. Elsemanariodigital.com |