Estepa - Sevilla

Artículo de Ernesto Sierra Moralejo, funcionario del Grupo A. Difícilmente se puede expresar mejor la situación actual.



“Resulta que en la década prodigiosa del pelotazo, cuando media España se lo llevaba caliente a casa, cuando un encofrador sin estudios se embolsaba tres mil euros, cuando hasta el último garrulo montaba una constructora y en connivencia con un par de concejales se forraba sin cuento, cuando un gañán que no sabía levantar tres ladrillos a derechas se paseaba en Audi, los funcionarios aguantaban y penaban. Nadie se acordaba de ellos. Eran los parias, los que hacían números para cuadrar su hipoteca, hacer la compra en el Carrefour y llegar a fin de mes, porque un nutrido grupo de compatriotas se estaba haciendo de oro inflando el globo de la economía hasta llegar a lo que ahora hemos llegado.

Y ahora que el asunto explota y se viene abajo, la culpa del desmadre… es de los funcionarios. Los alcaldes, diputados y senadores que gobiernan la cosa pública a cambio de una buena morterada no son responsable de nada y nos apuntan directamente a nosotros: somos demasiados, hay que ultracongelarnos, somos poco productivos. Los responsables bancarios que prestaron dinero a quienes sabían que no podrían devolverlo tampoco se dan por aludidos. Todos los intermediarios inmobiliarios, especuladores, amigos de alcalde y compañeros de partida de casino de diputado provincial no tenían noticia del asunto. Nosotros sí. Como diría José Mota: ¿Ellos? No. ¿Nosotros? Sí. ¿Siendo así que ellos? No. Por tanto, ¿nosotros? Sí.

La culpa, según estos preclaros adalides de la estpidez, es del juez, abogado del estado, inspector de hacienda, administrador civil del estado que, en lugar de dedicarse a la especulación inmobiliaria a tocateja, ha estado cinco o seis años recluido en su habitación, pálido como un vampiro, con menos vida social que una rata de laboratorio y tanto sexo como un chotacabras, para preparar unas oposiciones monstruosas y de resultado siempre incierto, precedidas, como no podía ser de otra forma, de otros cinco arduos años de carrera. Del profesor que ha sorteado destinos en pueblos que no aparecen en el mapa para meter en vereda a benjamines que hacen lo que les sale de los gnitales porque sus progenitores han abdicado de sus responsabilidades. Del auxiliar administrativo del Estado natural de Écija y destinado en Barcelona que con un sueldo de 1000 euros paga un alquiler mensual de 700 y soporta estoicamente que un taxista que gana 3000 le diga: jder, que suerte, funcionario.

La culpa es nuestra. A poco que nos descuidemos nosotros los funcionarios seremos el chivo expiatorio de toda una caterva de inútiles, vividores, mangantes, políticos semianalfabetos, altos cargos de nombramiento digital, truhanes, pícaros, periodistas ganapanes y economistas de a verlas venir que sabían perfectamente que el asunto tarde o temprano tenía que petar, pero que aprovecharon a fondo el momento al grito de mientras dure dura, y que ahora, con esa autoridad que da tener un rostro a prueba de bomba, se pasan al otro lado del río y no sólo tienen recetas para arreglar lo que ellos mismo ayudaron a estropear, sino que, además, han llegado a la conclusión de que los culpables son ... los funcionarios.

Soy funcionario. Y titulado superior. Funcionario de carrera por oposición ganada compitiendo en buena lid contra miles de candidatos. ¿Y saben qué? No me avergüenzo de nada. No debo nada a nadie (sólo a mi familia, maestros y profesores). No tengo que pedir perdón. No me tocó la lotería. No gané el premio gordo en una tómbola. No me expropiaron una finca. No me nombraron alto cargo, director provincial ni vocal asesor por agitar un carnet político que nunca he tenido.

Aprobé frente a tribunales formados por ceñudos señores a los que no conocía de nada. En buena lid: sin concejal proclive, pariente político, mano protectora ni favor de amigo. Después de muchas noches de desvelos, angustias y desvaríos y con la sola e inestimable compañía de mis santos cjones. Como tantos y tantos compañeros anónimos repartidos por toda España a los que ahora algunos mendaces quieren convertir, por arte de birli-birloque, en culpables de la crisis.

Amigos funcionarios, estamos rodeados de gente muy tonta y muy hija de pta.

PD. Si alguien, en cualquier contexto, os reprocha -como es frecuente- vuestra condición de funcionario os propongo el refinado argumento que yo utilizo en estos casos, en memoria del gran Fernando Fernán-Gómez: Váyase usted a la mielda, hombre, a la pta mierda.

Si eres funcionario, pásalo a toda España. Si no lo eres pero estás de acuerdo, también.

Soy de los que valoran mucho a cualquier persona en cualquier trabajo que cumple en él,ya sea médico,enfermera,barrendero,camionero,
dependiente,administrativo,cocinero,aútonomo,etc.

Siempre he defendido a los funcionarios de carrera,trabajadores que han estudiado para llegar a trabajar en su oficio, se supone que por vocación.

Sabemos que es injustisimo que les bajen el sueldo y con ello el nivel de vida ganado con justicia y sin culpa alguna de esta crisis que más o menos sabemos quién la ha creado participando de ella varios actores.

Pero estamos en quiebra señores y no solo la estaís pagando vosotros sino como siempre pasa, todos los trabajadores decentes de este país,y ya cansa tanta queja siempre de los funcionarios(aúnque yo me una a ellas)como si fueraís los unicos perjudicados, cuándo por ejemplo los parados llevan 4 años sufriendola,los aútonomos igual y a todos los que trabajan en la industria privada les han bajado los sueldos sin derecho a protestar ya sabemos porqué y encima dandole gracias a Dios por tener trabajo.

Creo que ha llegado la hora de estár unidos para salir de esta,sino y espero que no pase, no va a ser bajada de sueldo sino despidos masivos de funcionarios,y me temo que con la clase politica que tenemos van a ir a la calle antes los de carrera que los enchufados,al menos ese camino llevamos.

Un saludo.

Los anti disturbios son funcionarios

Buenas noches,

Verá Angusyoung, puedo entender perfectamente su alegato en defensa de los funcionarios públicos que sí, es cierto, son Vds. las víctimas de los recortes más publicitados tanto de actual como del anterior gobierno.

Entiendo su postura y con buena parte de su exposición estoy totalmente de acuerdo pero verá, existen otras realidades que Vd. no ha señalado o bien porque las desconoce o bien porque no va a enumerar caso por caso todos lo sectores.

Trabajé en el sector del ladrillo una temporada y su relato se ajusta a lo que era moneda común para el sector. Con matices. Igual desconoce que el que ganaba todas aquellas morteradas, tan reales entonces como desaparecidas en la actualidad, pues muchos de aquellos súbitos "albañiles" firmaban nóminas por un montante que no cobraban. Nadie les puso nunca una pistola en la cabeza para que firmasen, al menos yo no lo vi nunca, pero la gente firmaba para seguir currando en el pueblo y a cambio de "eso" ver a sus niños almorzar todos los días. Si es padre igual me entiende.
Otros necesitaban o preferían las buenas morteradas que se pagaban en la costa de Málaga. Cuasi ignorantes -puede pero menos- dos mil quinientos euristas, sí pero todos los días salían de casa a las 5 am y no volvían antes de las 8 pm. Saque su conclusión.

Como ejemplo nos puede valer ese.

Durante aquella época dorada, dorado de purpurina visto lo falso que ha resultado, se daban curiosidades en las que nadie perdía tiempo porque había mucho trabajo y cuando el dinero llega, poco importa de dónde.
Hablo de los convenios laborales, de las subidas salariales contempladas en dichos convenios y que, a nivel, local siempre costó que su armonización con el IPC.
Incluso durante la vigencia de tales convenios se producían anomalías que hoy recoge la ley reformada por el gobierno PP, era el "descuelgue" que consistía en que ibas a buscar trabajo y el dueño o encargado te decía, por ejemplo, "trabajo tengo, pero yo pago la hora a tanto; sin vacaciones, ropa de empresa... Si te conviene te vienes mañana a las 8"
Y a la gente le convenía.

Hay algo más. Vds. que han aprobado una oposición tienen unas vivencias y han tenido unas condiciones laborales no equiparables a las del resto de los trabajadores. Desde fuera se ve ésto: jornada compatible con la vida familiar. Reconocimiento y aplicación de todos los derechos que tuviesen reconocidos. Ingresos rígidamente controlados. Tranquilidad y estabilidad laboral que les permitía organizar y planificar su vida.

Por supuesto todo el que lo hubiese deseado podía preparar oposiciones pero, obviamente, el país también necesita panaderos, mecánicos... Todos necesarios sin embargo con bastantes menos derechos de los que a Vds. se les ha respetado, como no podía dejar de ser puesto que es el Estado su empleador.

Una cosa más. Durante todo ese periodo se fue produciendo la quiebra de la solidad entre los trabajadores. No sé cómo se fue produciendo una diferenciación llamémosle "clasista" entre trabajadores de distintos sectores, muy especialmente por la percepción de que disfrutaban de una posición de privilegio por comparación. Y mientras camareros, camioneros, administrativos, jornaleros... veían ninguneados sus convenios nunca se alzó una voz desde las filas de los funcionarios (fuera tampoco) que se solidarizase con otros sectores.

Unos ganando mucho no obstante su carencia de cualificación, otros ganando menos pero con toda una batería de derechos respetados. De aquellos polvos estos lodos.

Pues yo aún estoy esperando que nos demos cuenta de que un trabajador es un trabajador, con independencia de cual sea su trabajo y con todas las salvedades necesarias. De la misma forma que un parado es un parado sin que importe si tiene 1 título universitario y 4 másters.

Y no nos enteramos.

Estimada Mae West: Como puede ver al principio del artículo no lo he escrito yo. Es un correo que está circulando por ahí, lo que no quiere decir que esté de acuerdo con él al 100%, pero como me imaginaba que iba a crear polémica, más por la forma que por el contenido, y decidí ponerlo para que los foreros debatieran, que para eso creo yo que está el foro. Tiene Vd. razón en muchas cosas, pero es que el tema de la crisis y del mundo del trabajo en general es tan complejo y poliédrico que hay opiniones y casos para todos los gustos. Cada uno cuenta la feria según le va, y todos podemos tener nuestra parte de razón

Me quedo con la parte final de su mensaje, apelando a la unión de los trabajadores, sean de la cualificación que sea, pues de todas formas estamos todos en el mismo barco y o salimos todos juntos o todos nos vamos a pique como en el Titanic (los escasos botes salvavidas ya sabemos para quienes son)

UN SALUDO

Borrado por Foro-ciudad.com

No, todos los trabajadores nos metimos a albañiles en la época del pelotazo.
Yo no soy funcionario y también estoy pagando la crisis y sin habeme aprobechado de ella.

Aquí hay una serie de culpables y muchos damnificados.



mis saludos

Estimado fañangista, en lo que has compartido esta el trasfondo de la cuestion.

A todo los trabajadores nos estan asfixiando a mas no aguantar, siendo los culpables, esos que cada vez tienen sueldos mas vergonzosos por lo astronomicos que son.

Aqui hay una cosa muy clara, SE ESTAN CARGANDO LA CLASE MEDIA, aumentando los ricos en pro de crear una ingente cantidad de nuevos pobres.

Es repulsivo cuando te enteras de los sueldos que tienen algunos, maxime cuando han estado en la cuspide de esos estamentos que nos han llevado a donde estamos.

Como hace mucho tiempo viene diciendo mi amigo Tate:"Sueldos, el mas grande 3.000 €".

UN SALUDO

Estimado Llanero así es a la clase media la están aniquilando y a los pobres los están haciendo más pobres y a los ricos super-ricos.
Y sobre los funcionarios hay como en botica de todo, pero de todo hay en todos los oficios o gremios de este mundo que el bosón de Higgs nos ha dado.
Gracias por lo que has dicho de mi "defendiendome". La mejor definición de pirulo es esta:
"Vasija redonda de barro, de cuello estrecho y corto"
Un abrazo