Constantina - Sevilla

Esto te reslutará de interés, Moraito. He visto en le Telediario cómo una bodega(no he retenido el nombre ni la D.O.) ha sumergido varios vinos, tintos, blancos y rosados, en el mar durante un tiempo determinado, todos con diferentes tapones, tanto de corcho como sintéticos, para ver cómo responden bajo esas cisrcunstancias de presión (3 ATM), oscuridad y humedad.
Resulta que según los catadores, algunos de ellos han visto potenciadas sus mejores características.

Quise escribir expErimento.

No suel ver los telediarioos del mediodía, pero leí eso hace cerca de un año en una revista especializada de ese sector.
Se trataba de un vino de la D.O. gallega Rias Baixas, producidos con uva albariño. Recuerdo que se lo comenté a un hermano gran aficionado a los vinos de esa uva blanca.

Por lo visto le daba unas sutiles notas marinas que reconocián los expertos en catas a ciegas.
La crianza se hacía aprovechando antiguas plataformas mejilloneras bajo las que se sumergían palés de botellas con el corcho; ahí las condiciones de temperatura son bastante constantes.

Lo que leí es que las primeras pruebas fueron muy exitosas.
No se si será verdad o es un cuento para vender el producto más caro en ciertos ambientes snobs.

Imagino ya al algunos con el traje de hombre-rana agenciándose unas botellitas como el que va a mangar cerezas.


Yo de todas formas, de los blancos españoles me quedo con los verdejos de Rueda.

Yo también, los blanquitos verdejos de Rueda, aunque en Fuenmayor (la R.) hacen un blanco casi transparente suave,aromático que para pagar el precio que se paga por el, merece buena nota.

En The lion´s sirven un Rueda verdejo que está bastante bien cuando la botella no lleva dos o tres día abierta. Se agradece mucho en esta época cuando ya está uno aburrido de tantos botellines.
El sábado se abrazaba a las cigalas como un consejero al coche oficial.

No ha sido hasta ahora habitual que en Constantina haya en los bares un vino blaco decente que no fuera un fino o manzanilla.

No salían del Castillo de San diego o del Maestrante, ambos de Barbadillo, que no se adaptan nada a mi gusto; o del Vega Verde, que es un subproducto que ni siquiera puede llamársele vino.