Aznalcóllar - Sevilla

07:00 AM: Sede de la 6ª, más conocida como “el sindicato (no del crimen, que ese es otro, parecido pero otro). El camarada Rafael, responsable máximo del aparato de difusión de las fuerzas aliadas, proclama abiertamente la guerra contra las fuerzas traidoras encabezadas por los traidores. El comunicado al que da lectura, en compañía de otros mandos de la 6ª, culpa a los esquiroles de haber actuado con cobardía en la guerra contra los malvadas tropas del no menos malvado bandolero Zapatero, y ser esta la única causa de nuestra vil situación.

Segundo día de combate. 08:30 AM: De nuevo en la sede de 6ª. “La tropa” toma su primer cautivo: el foro de aznalcollar, sitio donde se proclaman criticas sobre nuestros caudillos.

En algunos escritos los esquiroles, dan datos objetivos sobre nuestros caudillos. Sin embargo, los almirantes no consiguen que se callen a pesar de los intentos de J.J. y Paco el minero. El almirante Paco el minero reconoce en publico su admiración por el valor de los esquiroles de enfrentarse a las criticas de la 6ª. Pide al compañero de armas J.J. que le deje encargarse personalmente del próximo escrito en el foro, a lo que el almirante, limpiándose con discreción la baba, se niega.

Tercer día. 08:00 AM: Efectivamente, seguimos en la sede de la 6ª. El almirante J.J. lee el parte del día. Se anuncia el avistamiento de importantes criticas de las tropas enemigas. El general de división P.Peste hace público su apoyo incondicional al lanzamiento de criticas por parte de las tropas de los almirantes J.J. y Paco el Minero. A espaldas de los almirantes J.J. y Paco el minero, el teniente general Gasolina y la general de división Q.K. se reúnen en un lugar secreto con algunos esquiroles, la intención de llegar a un acuerdo de paz. El acuerdo no es posible y se produce una declaración abierta de guerra. El general Chilloni anuncia una pronta victoria y se ofrece personalmente a encabezar la batalla por la toma del Ayuntamiento. El teniente general J.J. le pide tiempo hasta que lleguen de Marinaleda los refuerzos prometidos por el general Gordillo, con la promesa de un ascenso a general de división si consigue la victoria.

Siendo Papa Benedicto XVI y Rey de España Juan Carlos I ¡Arriba España!


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