PASEO DE CABALLOS 2ª PARTE. ... Y miro hacia detrás desde la puerta del cine antiguo, exactamente desde la Plaza Castelar en dirección hacia la Iglesia, a cierta hora que podría ser casi en penumbra. Menos mal que no son elefantes los animales que aquí lucen una Romería, sino caballos. Bello animal, casi autóctono, andaluz, elegante, dócil, de sangre pura o de pura sangre. Encima de ellos, sentados en una silla alquilada de cuero, con botos y sombrero a juego, correita con los colores nacionales, con cara seria camuflada sintiéndose seguro de lo que hace, o lo que es peor, creyéndose lo que hace, detrás en una grupa de vez en cuando una cría con el pelo suelto con vaqueros y botos camperos acompaña a los ilustres imitadores de Alvaro Domecq o de los Peraltas. Y me recuerda a esos señoritos cortijeros que salen en las películas del canal Somos, esos que se paseaban por las calles del pueblo y todo el mundo le decía Don. Hoy van por la calle colapsando el tráfico, y no les pite, que te hechan el caballo encima. Lo que es peor que a ciertas horas, después del pase de modelos, hacen sus paraditas en las esquinas con bares cargando sus niveles de chulería y de superioridad. Así que respetemos al caballo y si tienes que hablarle hablalé, el caballo te entiende, el que no te entiende es el animal. |