Aznalcóllar - Sevilla

Supongo que no hará falta que les explique los meses de criticas de dudoso gusto que hemos tenido que soportar a cuenta del dichoso puesto de encargado del gasolina, en mala hora se le ocurrió a J.J. proponer semejante burrada y ahora tenemos que sumarle las criticas por el enchufe de santa Q.K.. Pero no son las criticas, con ser mucho, lo que más nos preocupa. Hay algo mucho peor que nos tiene en tensión desde el día de la negativa de la Junta de hacer encargado a nuestro solidario camarada y es la posibilidad de que J.J. sufra una marginación sindical semejante a la que Paco el Minero ha padecido por parte de Carbonero.

No creo que quede alguien que no se haya percatado de la perdida espectacular de credibilidad de quien fuera el mejor portavoz de la historia sindical de la democracia española. El pelo no sólo se le ha espesado y cogido volumen.. El porte es mucho más erguido desde las juergas de hambre, hasta ha perdido volumen. La mirada, la de un mozalbete. ¿Se imaginan que J.J. sigue el mismo proceso y acaba pareciéndose a la niña de Rajoy? No quiero imaginar las rimas que podrían hacer con el lema de la campaña “Con cabeza y corazón J.J. es un...”.

Debo confesarles que la lucha no ha ido, ni de lejos, como la habíamos planeado. Desde que nuestro sindicato les dijera la verdad, a los esquiroles, mariconas y hp
A P. Peste el otro día se le ocurrió que quizá podríamos hacer carteles con la imagen de J.J. en fondo rojo, para ver si de esa manera el populacho lo acaba identificando con el PSOE y, teniendo en cuenta la memoria de pez de nuestros votantes, acaban creyendo que los que son de IU son Zapatero, Griñan y Ranchal. Pero J.J se ha negado en redondo y ha amenazado con montar un escándalo, dice que no soporta el rojo de los sociatas ni en fotografía.

Puestas así las cosas sólo nos queda recurrir a medidas drásticas., la única posibilidad de conseguir nuestros objetivos políticos, es evitar que los esquiroles, mariconas y hp expliquen a los ciudadanos nuestras “hazañas”, así que, amigos lectores, una vez más me veo en la obligación de recurrir a ustedes en busca de ayuda. Es obligación de quien se considere un buen aznalcollero/a, impedir que esquiroles, mariconas y hp lleguen a los ciudadanos. No voy a dar desde aquí órdenes exactas, cada uno debe actuar según sus posibilidades. Pero que no caigan en tierra baldía las directrices dadas por Paco el Minero ¡A por ellos, aunque son muchos, esquiroles, mariconas hp, cobardes!.

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