Aznalcóllar - Sevilla

La ministra Ana Mato descubre que los Reyes Magos son la Trama Gürtel
Los desconsolados lloros de la ministra al saber la noticia nos demuestran que los políticos también tienen sentimientos

Aún siendo niños, todos hemos sospechado que los Reyes Magos no eran trigo limpio. Algunos hicimos lo imposible para conseguir un preciado regalo. Por ejemplo, escribirles la carta con letras recortadas del catálogo del Toys'R'Us que formaban el mensaje “Queridos Reyes Magos, si no me traéis la pu..a videoconsola, os voy a envenenar los camellos”. Y aún así, al despertar nos encontrábamos con un par de calcetines. Nuestro problema era que enviábamos las peticiones al destinatario equivocado. Porque Melchor, Gaspar y Baltasar parecen tres pordioseros ante la generosidad de los señores de la Trama Gürtel.

Lo de la ministra Mato es muy grave. A sus 53 añazos, la policía le ha notificado que los viajes de lujo y los bolsos Louis Vuitton no se los traían ni los Reyes Magos ni los padres, sino Francisco Correa y El Bigotes. Es fácil confundirse, porque tanto en Oriente como en Valencia, la riqueza se la reparten entre cuatro mangantes que viven como dioses. La ministra ha reaccionado de forma admirablemente madura ante tan impactante noticia, declarando ante los medios que “mentira cochina rebota rebota y en tu culo explota”. Acto seguido, una pestilente miasma ha invadido la sala de prensa mientras la ministra gritaba “nena caca, NENA CACA”. Luis Bárcenas ya ha informado que con él no cuenten, que está harto de cargar con la mierda de sus compañeros de partido.

Según explican fuentes internas, algunos miembros del PP han pedido a Mato que dimita. Para que lo entienda, le han explicado que ya ha acaparado durante demasiado tiempo la cartera de ministro, y que debería dejársela a otros niños para que juguen con ella. Mato ha respondido que “no me da la gana, la cartera ES MÍA Y SOLO MÍA”. Y a modo de burla, ha sacado brevemente le lengua. Algunos afirman que la tiene viperina.

Parece ser que incluso el ministro de Interior ha intentado convencerla. Le ha dicho que o dimite, o le envía unos antidisturbios para que le hagan “pam pam en el culete”. Haciendo pucheritos, la ministra ha confesado que en el cole aún no le han enseñado qué significa esa palabra tan rara que se llama dimisión. El argumento ha estado fulminante. El resto del gobierno ha admitido que ellos tampoco la conocen, y todos tan contentos. Para celebrarlo, han encargado un cargamento de payasos, confeti y farlopa. La factura, como siempre, que se la envíen a los Reyes Magos de Valencia.

Veis como es muy fácil.

Corrupción en el PP, a mansalva aunque no le guste los derecho-falangistas.

Y esta sigue de ministra, no dimite ni a tiros.