Alcolea del Río - Sevilla

El Ciervo herido

En un rincón del bosque y
protegido por unas zarzas,
yacía un ciervo, que había
sido herido por un cazador.

Allí fue a parar, renqueante
y débil, por la tranquilidad
del lugar y la abundante hierba.

Un conejo oyó los gemidos de
dolor del ciervo y se acerco
a ver que le ocurría.

Al descubrirlo, así de desvalido,
le dio tanta pena que cada dia iba
unos minutos a hacerle compañía y,
como lo comento con algunos de
sus amigos, pronto el lugar fue
de lo mas concurrido.

Con tanta animación, el ciervo
se sentía cada dia mas feliz pero,
en realidad, muchos se acercaban
hasta el lugar mas atraídos por
la fresca hierva que con el
propósito de hacerle compañía.

Pero cuando el alimento se acabo,
también empezaron a disminuir las
visitas.

El ciervo, de nuevo solo y ahora
sin alimento, perdía fuerza dia
tras dia, hasta que un granjero,
atraído por sus dolorosas quejas,
aparto las zarzas y lo encontró
desfallecido sobre sobre el suelo
pelado.

<¿Que te sucede?-, le pregunto>.

<Tengo hambre-, contesto el ciervo,
los amigos que me visitaron se
comieron toda la hierba>.

El granjero le dio de comer
un haz de la hierba mas fresca
del bosque y le dijo:

<Ten siempre cuidado con los
amigos cuyo afecto lo demuestran
mientras se están hartando de
comer, el cariño sincero no pide
nada, y lo da todo>.

El ciervo, llorando "lamió"
las manos del granjero mientras
este lo acariciaba emocionado.

¿Realidad, ficción?
Emotivo y para recapacitar, si que los es.

La realidad no es la que nos hacen ver,
sino la que se demuestra con hechos

Sí es para pensar, y en la fábula hay un poco de ficción y mucho de realidad.

Hace tiempo que no paso por aquí y mi estado de ánimo no es para meterme a profundizar en el tema... Llevo cuarenta horas en pie y ya no sé si soy capaz de decir algo razonable así que lo dejaré para otro día.

Aprovecho para enviaros a todos mis mas cordiales saludos.

Buenas noches.

Buenas noches.
Hoy ha sido uno de esos días que me he sentido de buen humor y con fuerza para aguantar lo que me echasen, hasta hace unos minutos. Y me he acordado de la fábula... y estoy pensando que con el amor incondicional no siempre podemos ayudar al prójimo, no es suficiente. La ayuda material es más notable que la ayuda moral y el receptor queda más satisfecho que cuando tratas de aliviar una pena. Tú puedes compartir esa pena pero no por eso la otra persona se va a sentir mejor.
Aún así, y volviendo a la fábula, pienso que hay de todo, que hay personas que buscan a otras por interés, pero que en el fondo, todos, o la mayoría, estamos dispuestos a ayudar a quien lo necesita sin buscar nada a cambio. Todos sabemos que siempre se habla más de los malos que de los buenos y hoy por hoy, a pesar de como están las cosas en el mundo, sigo pensando que las buenas personas son mayoría.

Saludos.