Epístola filipense No es para la barra de un bar. Lo desproporcionado, crea desproporción, incomodidad social. A ello recurre todo individuo para imponer su idea. Sacar las cosas de contexto no es admisible en los que pretendemos dure en el tiempo nuestro anhelo. Convencer, educándonos. Entrar como elefante en una cacharrería, por mucho que nos guste el ruido y el jaleo jocoso, es al final, destrozar, siendo irracional y contraproducente. Descolocar/romper lo que hemos colocado con tanto esmero (y aún pretendemos colocar mejor), por muy cacharrería que se crea es. Porque la consecuencia es, (aún sin saberlo), que todo quedará destrozado, principalmente, los fundamentos. Una idea pueril coparticipada por 4 o más personas, no queda legitimada por el número de éstas, lo que legitima es el cumplimiento del compromiso y andar alterando al buen albur lo acordado, es nefasto y desorienta/desalienta. Alentar alegres grupos de presión para alterar lo diseñado, es contrario a la inteligencia, máxime cuando rompe/ enfría la precaria convivencia. En montañismo decimos: no estás en la cumbre en tanto no estés abajo. Imaginarse que se está es eso, imaginarse; creerse cosas inexistentes y con ilusoria y falsa realidad, se precipita al fracaso más estrepitoso. La improvisación emocional no hace nunca nada duradero No es para la barra de un bar. Seamos serios, cada cosa en su sitio/momento. La espontaneidad surgida de un momento feliz, de una ocurrencia, de un capricho visceral, no es propia de quienes quieren gestionar una comunidad vertiendo tareas en un Bluff de ocio, más que en tantas, tantísimas cosas básicas pendientes. Movilícense por todo aquello que ustedes saben, cosas importantes, no vacuas. Lean La dirección y El método, de un autor que no recuerdo Si los errores de nuestro semejantes no nos complacen, es obligación para con nosotros, airearlos, argumentadas y con respeto, así duran las amistades y aumenta la inteligencia colectiva Ocultar los defectos de mis semejantes por corporativismo no está en mi filosofía de vida Enrique Ballestero Dispongo de las reivindicaciones del 15-M. las ofrezco previa solicitud |