El Sahugo - Salamanca

Uno de los acontecimientos de mayor importancia en los dos últimos meses del año lo constituían las matanzas. Ya se hablado parcialmente del tema en el caralibro y de forma más amplia de las bodas tradicionales y de la tradicional PUESTA del pino. Creo que el tema puede resultar atractivo porque los cebones a estas alturas han alcanzado un interesante volumen de arrobas y ya se ha celebrado San Martín; todos conocemos el dicho "a cada cerdo le llega su San Martín. En los comercios esperan ya los ajos, las especias y los mazos de tripas; como van escaseando las reservas en la despensa (han sido muchas las meriendas en el campo y en la era), alguna familia está y pensando en "amarranar". Necesitamos que alguien explique el significado, un tanto confuso, de esa palabra y que quienes hayan vivido de lleno esos quehaceres tan intensamente vividos en nuestra infancia nos relaten en qué consistían y cómo se desarrollaban (y lo bien que se lo pasaban los dagales con la zambomba).

Como a todo gorrino le llega la san Martin, yo ya estoy esperando un "cachin".

Hombre, Lèony, no seas arriesgado; primero hay que llevar un cachiino a que lo reconozca el veterinario.

La palabra marrano tiene varios significados:
Sucio.
Animal doméstico.Gorrino.
Enel siglo XVI: converso.
Por lo tanto, "amarranar" tendrá relación con acción de ensuciar; "amarranarse ": convertirse en cerdo. Convertirse al judaísmo. Pero tengo muchas dudas de que tengan algo que ver esos significados con la intención de una familia de "amarranar" cuando se aproxima la época de las matanzas.
Que alguien explique el sentido del término, pues se supone que todavía quedarán ciberpersonas que anden por el puebloen la época de las matanzas. Yo hace décadas que no güelo el humo de carquesa.

Relaguija. Según la zonas, se utiliza más o meno un termino u otro.
por el Rebollar los gorrinos
por otros sitios los cerdos, los cochinos
los puercos y los marranos.

En el siglo XVI llamaron "marranos" a los judíos convertidos de fuerza al catolicismo, pero hubo muchos que practicaban al mismo tiempo su religión, esto hizo que en la zona de Portugal próxima con España de (Salamanca y Càceres) hubiera hasta hace pocos años una pequeña comunidad de judíos que llamaban "marranos"
(no es convertirse a la religión judía, es no aceptar la católica forzados)
En Belmonte, Portugal, existe un peregrinaje de los judíos a esa ciudad. En una ocasión vimos llegar a los peregrinos hasta su castillo hoy en ruinas.

No me salgo del tema de la matanza. Evidentemente, hay mucha gente que sabe que en Saúgo se utilizaba el término "amarranar" para designar la acción de matar el primer gorrino antes de hacer la mataanza definitiva o propiamente dicha. Una familia que matara, por ejemplo, cuatro cebones solía matar primero uno "pa ir comiendo" y luego, un mes más tarde, hacía la matanza de los demás gorrinos.
Como vemos, "amarranar" no tiene nada que ver con nigún término que no sea "cerdo" , gorrino o cebón. No olvidemos que "marrano" significaba además rijoso o lascivo y "marrana" tenía la connotación de mujer a la que le gustaba "hacer marranás".
Ahora podemos dejar ya las bromas preliminares y hablar de las matanzas que vivimos tan intensamente en nuestra infancia. Cualquiera de los foreros seguro que ha presenciado más matanzas que yo, así que esperamos con interés....

Después de mi última intervención he visto que en el face book se está tratando el tema de la matanza de una manera acertada. Animo a continuar con las fotos, que son muy ilustrativas y lel relato del desarrollo de la matanza. No obstante, alrededor de ese acontecimiento había toda una parafernalia de costumbres, juegos, reuniones familiares, etc queodrían completarse de forma más ampliada en el foro. Perp si la gente prefiere el face book, que continúe y, sobre todo, que haga una descripción completa, pues importa que las nuevas generaciones de gentes vinculadas a Sahúgo conozcan cómo se realizaban y todo lo que giraba a su alrededor (no alrededor suya).

Muy bueno y completo el reportaje de fotos sobre la matanza que estáis colgando en el feisbú.Pero, como decía ayer y aun a riesgo de que nadie me lea, salvo Léony o algún otro fiel al foro, me tomo la licencia de desmentir a los que dicen que "vale más una imagen que mil palabras". Las mías solo pretenden reflejar el vocabulario típico de ese acontecimiento y descrbir las faenas.
Para la matanza solían reunirse las familias formadas por padres, hijos y nietos. Si habían fallecido los abuelos o alguno de ellos, participaban tíos, sobrinos, incluso vecinos en el caso de que se reuniera poca gente. Para todos había trabajo, especialmente para los myores. A veces se juntaban dos docenas entre grandes y chicos.
La matanza podía durar un día o dos, dependiendo del número de cebones ode las arrobas que pesaran. Había un trabajo previo de preparar las artesas, los palos o varales, la máquina de picar la carne, los embudos para las morcilla y para los chorizos, los picos para evitar el aire en los embutidos, los mazos de tripas, los calderos, ollas, peroles, sartenes, esparrillas, variedad de cuchillos afilados con las correspodientes piedras, los jaces de carquesas, abundante provisión de matacanes de roble y berezos, cisco para los braseros aunque se formaran buenas rancheras, herraos, barriñones, destralas y destrales, cuencos de barro para la sangre, el parajuso para menearla, los bancos donde tumbar los gorrinos después de muertos, ganchos para cogarlos,etc.También se precisaba la romana de pilón, unos buenos hombros para soportar el montón de arrobas a
la hora de pesarlos así como vino, anís, aguardiente, perronillas, unos cuantos panes, nueces, higos y... un veterinario para reconocer la carne y certificar que no tenía trichina y no nos olvidemos del aguacil que no sé que certificaba pero yo certifico que muchos lo recordaréis porque le gustaba el aguardiente de Robledillo o la perronilla que se ofrecía por la mañana temprano. (Seguiré más tarde si compruebo que queda algún lector que siga fiel o comparta dambas redes sociales-estas redes no se eganchan en los pitronchos ni en las esquinas).

Relaguija; te felicito por la manera que has presentado las matanzas. Yo había preparado un largo capitulo, pero como no lo había finalizado lo dejaremos para el año próximo que también habrá otras matanzas.

Yo lo he vivido bastante como ayudante, pero un año me improvisaron de "matanchin" y creo que se aprende más que de ayudante, pues los mayores llegan con sus consejos por haberlo vivido muy intensamente en su época.

Y fueron los mayores que decidieron que con 16/17, años yo me hiciera la mano con un cebón, que era lo que había que matar ese día.
Sigue animando el foro, que mismo si no escribo siempre lo leo.
un saludo

Una experiencia de primera mano como la tuya no puede ser sustituida por una ficción, aunque esté basada en la realidad. Lo mismo que en la Biblia, mientras haya un justo ( un lector) merecerá la pena dejar sin castigo el mundo (o el foro)-hay que ver qué grandilocuentes mos ponemos, a veces-. Cuenta, cuenta que estoy tratando de reconstruir todo el trabajo -mucho- que atesoraba el portátil que me robaron hace tres semanas.

Relaguija65, no estáis solos. Seguro que hay muchos lectores del foro que, como yo, en la vida han visto una matanza, pero por éso no deja de interesarnos lo que contáis. He aprendido mucho de El Sahúgo gracias a vosotros, así que, por favor, seguid escribiendo. Un abrazo muy fuerte y gracias por vuestro trabajo.

Gracias, Azulma,resulta gratificante encontrarse a gente como tú. Saludos.

A Manillos le han dejado sin portátil, móvil, cámara de afotos, pendrives, ratones y relojes unos malandrines que invadieron su casa aprovechando su ausencia por haber acudido al entierro de un familiar. En un pendrive había una copia de seguridad de varios relatos y recuerdos del pueblo, por lo que me pide que le pase limpio unos papeles emborronaos que había escrito sobre la matanza. Espero hacer en condiciones lo que me pide.

"......la plaza bullía cada vez más ruidosa a medida que iba cayendo la tarde; parvas de dagales ocupaban todo el espacio desde la esquina del campanario hasta el trnquete, desde la esquina de la escuela grande hasta la Porcá ynla Gaea. Si alguien se hubiera puesto a averiguar quiénes jugaban a los Guardias y Ladrones o a Los Pelotazos o a las escalambrucs, o a Los Bochetes o a la Paleta y La Chirumba o, simplemente, aLas Patáms, seguramente se habría hecho un rebujón de dagales en la cabeza y lo único que tendría claro sería los que jugaban al Chinche en las peñas de la carretera o al escarranchete o la comba, por estar ocupando durante largo rato el mismo caho de plaza.
Tío Toribio, apoyado en la garrocha mientras enfilaba la Calle Larga después de haberse jincao un par de mediantes en la cocina de Luterio, miró por última vez aquella tarde a los causantes de aquella algarabía de dagales mientras apuraba la colilla pegada a su labio inferior. Al día siguiente, seguro que habría unas cuantas matanzas. Dos horas antes, cuando iba a la taberna echar medio, había tropezao a algunos de esos dagales con parihuelas de leña por la Calleja La Fraila y a otros arrastrando bardas y ramas de berezo destinadas, sin duda, a una buena ranchera pa la tarde siguiente. A saber de ánde las
habrían sacao; seguro que algún huerto se habría quedado sin protcción contra algún Uburro suelto en la portera y las berzas sufrirían las consecuencias. Pero las matanzas eran así y Tío Toribio evocó sus años de dagalín cuando se pasaban media tarde amontonando serojas, tarmas y matacanes para hacer una buena chamaína cerca del postigo hasta que los llamaran pa cenar...."

"....la mañansiguiente amaneció con la charca del Legío toa enccarambaná. En el corral de tío Ramiro los herraos tenían también por lo menos media cuarta de carámbano y de la leñera de tía Calixta cogaban largos candelones. Se lo contaba a tía Dolores que venía con un herrao en ca mano desde el pocín de tiío Florencio en La Gaea:¡Huy, dagala, por poco me jarreo un costrlalón por defuera del postigo, donde habían meao las vacas ayel tarde cuando vinon del ganao! Tía Dolores tampoco se queaba patrás albando la helá que había dejao como el barro de espesa la aceite de la su tinaja. Y eso que la tenía endrento de la dispensa... ¡Bueno, dagala, me voe que hoe estamos de mondongos!
¡To, y nojotros tamién! Paique como si mos hubiéramos puesto de acuerdo.
Media hora más tarde se percibía como una competición de cebones chillando por varios corrales del pueblo alejados entre sí y algunas humaredas con su olor característico orientaban al aguacil encargado de tomar nota para el ayuntamiento del peso de los cebones. Algunos dagales intentaban inútilmente convencer a sus padres que ese día no iban a escuela porque estaban de matanza:
.-¡Tiempo tenéis a la noche de divertilvos to lo que vos dé la gana!.
.-¡Qué suerte tienen los babosos de los dagales chicos, que puen quearse en casa viendo matar los gorrinos!.
En el corral de tío Sidro Machones un cebón de doce arrobas permanecía estirao encima de un banco con las patas apernás con una cuerda después de que en la ansias de la muerte hubiera soltao una patá en toa la boca de Celedonio Cochambre, quien se había descuidado y no lo había sujetao lo suficiente mientras Cayo le clavaba el cuchillo. Lo malo es que también había dao un jocicazo contra el barriñón donde Rufina meneaba la sangra con un parajuso y toa se había derramao sobre el halda de la vieja que temía que no habría bastante pa tos los panes de morcillas que tenían pensao hacer.Entre tío Sidro Machones y Celedonio Cochambres habían coseguido hilvanar una buena ración de jaculatorias y cagatorios que escandalizaron a Ramona la Berza y a Tasia la moñúa, que recién salidas de misa soprtaban envueltas en sendos mantones en lutados elfrío de la recencellá mientras pasaban por delante del postigo....

Lo siento por el amigo Manillos; que los "malandrines" le hayan robado sus cosas.
Y que no medigan que roban por que tienen hambre, porque para comer lo pricipal es el pan y algo de embutidos; pero las cosas robadas no se las van a comer esa Mala gente.
Saludos y ànimos Manillos.

Lo siento mucho Manillos. Tú y Leony9 vais a tener que poner una vela a San Caetano y rezar para que el año próximo sea mejor. Un abrazo muy fuerte a los dos.

Gracias, de parte de Manillos.algún objeto tenía valor sentimental y en el ordenador guardaba el trabajo de dos inspirados meses(no siempre están igual el ánimo y la inspiración) con varios relatos, algunos, ambientados en Sahúgo.
A media mañana ya estaban los trs gorrinos en el corral de tío Sidro abiertos en canal después de haber sido chamoscados. Tía Rufina todavía no se había recuperados del susto que se llevó al ver el mandil y la saya empapados de sangre. Igual que todos los años gruñía: "Entavía no ha queao bien chamoscao, raspá, raspá de duro con el cuchillo, que aluego el tocino tiene más serdas que la burra en el pescuezo y a mí no me gusta encontrarlo así en el puchero con los garbanzos.
Celedonio y Tivo manejaban con habilidad la destrala para despiezar los tres gorrinos Elcuchillo ayudaba a cortar la cinta, los lomos y los tocinos. Mientras, Tía Rufina metía prisa a Matilde, Sabel, Calixta, y Jacinta para que cogieran los barriñone llenos de tripas y se fueran a lavarlas al regato del Horcajo. Matilde reñía aDimitas y Goyín, sus dos dagalinos que se empeñaban en ircon ellas:
-¡ ¡Má que vos recriande dambo guerra y castigo. Si vos agarro a dambos y dos, vos fleco la cara.Vosotros estiros aquí que ahora vos da agüelo el rabo de los gorrinos. ¡Venga, salaos, que aluego vos traigo la zambomba y la tripa cagalera!
Entre tanto, Colás se había montado en la bici para ir a Martiago a que el Veterinario reconociera la carne
.-¡Saca perras! Nunca ha salío ningún gorrino con trinchina!
-Es que en esa pocilga, a veces hae ratas...
No había jorrao Colás por el Canalón y ya había puesto Celedonio la sartén a la lumbre con algunos cahinos si esperar los resultados lo mismo que Tivo que había echao un cachino de barbá encima del rescaldo y enllenaba la jarra de vino de una garrafa de medio cántaro.

Cuando volvió Colás, llevaba la familia preocupada durante más de dos horas por el rato que hacía que había salido. Había pinchado una rueda subiendo la cuesta de la entrá de Cespedosa y al final se había subido, después de andar unos cuantos quilométros, al camión de los Calvos, que iba a cargar madera al Valle las Tierras. Todo esto lo contaba bajo la mirada severa de su padre que no acababa de creerse la excusa y pensaba que como otras veces "se había queao mirando pa las musarañas o bebiendo ande Tío Alejos con Tío Gonga". Celedonio solucionó la situación: Menos mal que no mos ha entrao na, los gorrinos no tenían trinchina".
La tarde se pasó acabando de descarnar y separando las mantecas, los bofes, las asaúras y picando por separado la carne y los huesos.Mientras, tía Rufina iba preparando la cena a base de güesos y carne mezclados con berzas, lo que hizo arrugar el jocico a más de un dagal, al no ser las berzas alimento mu deseao pa algunos.
Antes de oscurecer ya habían pasado algunas peripecias dignas de ser referidas. A Colás, aunque ya era grande, lo mandaron a casa de Tío Basilio Gamona con un saco a buscar el acalcaol de chorizos y a Dimitas y Goyín agarraos cada uno al ada de un capacho a buscar la piedra de afilar las tapaeras. Le recomendaron que tuvieran mucho cuidao con lo que tenían que traer desde el Corro, donde vivía Tío Basilio. Las carcajadas (cascajás) comenzaron cuando volvieron con los encargos y los vaciaron delande de tós y duraron hasta que se sentaron a cenar en la camilla de la sala yla vergüenza y cabreo de
los portadores hasta después de acabarse la matanza por las bromas que tuvieron que aguantar. Los dos chicorros empezaron a soltar grandes lagrimones, hasta que Matilde le jarreó unos gasnatones y los pobres dagales, tan ilusionados con la matanza se quedaron sin cena. ¡Pues vaya un cuajo que le ha entrao", decía Tía Rufina mirando pa la alcoba.
El resto de los dagales llevaba ya tiempo celebrando su matanza particular. Habían amontonao contra una paré las parigüelas de leña que habían acarreao durante la tarde y con unos berezos habían conseguido hacer una buena ranchera, a pesar de que algunos palos estaban mojaos y no echaban más que un abundante humo que con la marea parecía perseguir a toa la regojería que se arremolinaba alreol de la lumbre y se iba "pande ellos se pusieran". Cuando ya había buen borrajo, asaron castañas, algunas de las cuales explotaron porque algún malintencionado había olvidao "quitarles un cachino con la navaja" . Algunos se quedaron cerca de la lumbre, pero los más decididos, sacaron las gomas de alpargata, andalias y albarcas viejas ydespués de pincharlas en palos afilados recorrieron el pueblo con las antorchas improvisadas, hasta que todo acabó como siempre, encontrándose con los dagales de otras matanzas. A lo primero, se arrimaban a alguna lu,bre protegida por dagales más chicos, que se limitaban a decir:"Lumbre de renta, el que no traiga leña no se calienta" hasta que llegaban los hermanos o los primos grandes (aún no se vendía Zumosol) y todo acababa coomo el rosario de la Aurora, alas patás y a las pedrás. Si había suerte, cada grupo se reintegraba a su lumbre y entavía tenían tiempo de cavar los bochetes pa los botes de carburo.