Ahigal de Villarino - Salamanca

Con la ilusión de siempre se celebró la fiesta dos mil trece, mejor diriamos más que nunca esta ilusión aumenta aunque este año hemos notado ciertas ausencias no por el cambio de fecha que no tuvo repercusión.
La fiesta comenzó el viernes con el convite el bingo y la verbena, a la hora citada la gente estaba reunida en la carpa la parrilada en su punto no se podia enfriar, eso si antes la foto del grupo de la mayor parte de los asistentes.
Terminada la cena con el correspondiente reposo empezó el bingo todos pendientes de la suerte que no podia sers para todos solo para los más afortunados enhorabuena para ellos, seguro no le sera facil olvidar la fiesta de Ahigal dos mil trece.
Para rematar la noche se presentaron inesperadamente unos tamborileros de Brincones que hicieron subir el ambiente brindandonos antiguas canciones entre ellas el baile de la botella que los más atrevidos bailaron con gran exito consiguiendo no derribarla cosa nada facil, la noche fué larga duró hasta que los cuerpos aguantaron.
Al ser larga la noche llego antes el dia de la fiesta grande comenzando con la misa y la tradicional procesión uniendo las imagenes donde nuestro parroco Dn.Jose Ramón nos ofreció unas bonitas palabras a quien
acompañó su antecesor Nacho que no nos olvida.
Terminados los actos liturgicos nuevamente reunidos en la carpa para saborear las tapas y pinchos ofrecidos por el Ayuntamiento es un momento emocionante donde hay saludos abrazos y largas conversaciones concluyendo asi la mañana.
Despues de comer ya por la tarde cuando el sol lo permite es la hora de los pequeños que esperan impacientes las sorpresas preparadas siempre tienen algúna.
La verbena de la noche fué el plato fuerte y broche final con una animación increible diriamos como nunca ademas familiarmente el pueblo al completo nadie queria perder pieza la primera parte de la noche se despidio con una jota de la tierra antes del decanso.
Contentos pueden estar los organizadores con el cambio han conseguido una fiesta renovada y divertida sin olvidar las de tipico tamborilero la orquesta Chupaligas nuestros amigos los guitarras de Almendra que tan inolvidables veladas nos hicieron pasar unos y otros.

Asi fueron la fiestas dos trece, asi las contamos despidiendo a todos con un saludo incluido los ausentes.



Ahigal dos mil trece.