Villalba de Guardo - Palencia

LAS CAMPANAS
Tiene la esbelta torre de la iglesia dos celosos guardianes que desde lo alto vigilan y son testigos de todo el acontecer del pueblo.
Son, sus campanas. “El Campanón” y “El Campanín” como se les llama. Bronce consagrado con su escritura latina que rodea su entorno a modo de adorno y de mensaje.
Campanas, con más de cuatrocientos años de tañer y propagar por el aire del pueblo noticias y aconteceres.
Desde las cuatro ventanas abiertas a los cuatro puntos cardinales, anuncian y llevan por el viento, a la vega, al páramo, al monte y al pueblo las buenas y malas noticias, los avisos y el transcurrir de las horas para aquellos hogares que no tienen reloj.
Las campanas de Villalba tienen sonidos distintos y no es lo mismo el tañer del Campanón que el del Campanín. Son sonidos que además de anunciar un acontecimiento, predicen el tiempo y la gente lo sabe. Saben cuando escuchan su sonido si el aire está cargado de humedad y por tanto de tiempo cambiante o está seco.
Cada día del año tocan en momentos precisos y puntuales anunciando las horas y el acontecer: a las seis de la mañana y a las cinco de la tarde a la cienda,
a las diez, la misa diaria y media hora más tarde a entrar, a las cuatro de la tarde durante los meses de mayo y octubre y días festivos al rosario. Si era domingo o festivo la misa se solía retrasar a las once.
Si había que tocar a muerto lo hacían durante todo el día y el del entierro en intervalos de dos o tres horas. Cuando había alguna emergencia como fuego, riadas o catástrofes, en el momento que se sabía,
Las campanas forman parte de la vida del pueblo. Tocan a gloria y anuncian la alegría de la fiesta , la boda y el bautizo . Traen penas y tristezas cuando tocan a “posas” o muerto.
Rompen la monotonía de las horas en la vida del pueblo y saltan de alegría cuando con su volteo anuncian una fiesta grande o una procesión.
Pero hace muchos años que las campanas no son volteadas y han perdido su alegría, Ya no hay manos vigorosas que las hagan girar, ni, ánimos jóvenes y fuertes que suban a la torre y aviven su tañer. Para ser sincero, ya nadie sabe ni se atreve a voltearlas y son tocadas tirando de una cuerda atada a su badajo desde la sacristía y siempre con un toque monocorde y que apenas dice nada. No trasmiten ninguna sensación.
Ya casi nadie escucha cuando suenan. Pasan más tiempo en silencio que despiertas. Ya nadie sabe tocarlas y sólo queda la nostalgia de su dormido sonido en un rincón perdido del recuerdo.
Quiero transcribiros un bello poema que Mariano Villacorta me dijo sobre las campanas cuando tocan a muerto
Campanas que tocáis a gloria
Campanas que tocáis a muerto
¿Hermano, por qué te has ido?
Si eras tú honrado y bueno.
Anoche, soñé contigo
Y me puse a subir al cielo
Y al llegar allá cerquita
Las puertas me abrió San Pedro.
Yo vi tu alma tan bonita
Que el buen santo de San Pedro
Poquito, muy poco a poco
Del cielo me bajó al suelo.
Campanas que tocáis a gloria
Campanas que tocáis a muerto
Haced que el santo San Pedro
Haya subido el alma
De nuestro hermano….( se nombra al difunto)
Desde la tierra hasta el cielo.
Hermanos en esta noche
Habrá un lucero más en el cielo

TOQUES DE CAMPANA

A MISA
Seis repiques seguidos y luego tres toques de tres en tres y un espacio. Solía repetirse una vez
Para entrar a misa sólo se repetían los toques de tres en tres, tres veces.
A LA CIENDA
Repiques en número de 15 ó veinte veces
A MUERTO O “POSAS”
Desde el momento que se conocía la noticia del fallecimiento.
Se hacia un repique rápido 10 ó 12 veces y después muy lento y melancólico toques únicos, Repitiendo esta secuencia dos o tres veces y cada dos o tres horas hasta el día del entierro

A QUEMA, INCENDIO O EMERGENCIA
Se tocaba un repique rápido y continuado a la vez que se daba a grandes voces la incidencia y el lugar

VOLTEO
Este toque se hacía en las grandes ocasiones, fiesta mayor y procesiones. Consistía en voltear, dar vueltas a las dos campanas , haciéndolas girar y girar sobre su eje. Con lo que el badajo golpeaba muy seguido las paredes de la campana. El toque era rápido y muy alegre.
EL REPIQUE.- era un toque que se daba cogiendo el badajo con la mano y golpeándolo contra la pared de la campana.
EL MEDIO VOLTEO .- Era empujar la campana sin que llegase a dar la vuelta y la inercia de la campana hacia que el badajo golpease alternativamente los dos laterales