Parece mentira que no nos aclaremos con el tren ¿si ó no? El proyecto que posicionará a Málaga en la vanguardia de la investigación de la alta velocidad ya está definitivamente encarrilado para poder avanzar a toda máquina. El anillo ferroviario de ensayos trazado por el anterior Gobierno socialista en la Vega de Antequera cuenta ya de manera explícita con el respaldo del Ejecutivo de Mariano Rajoy al incluir una partida de 12,5 millones en los Presupuestos Generales del Estado de este año que despejan todas las dudas surgidas hasta ahora debido a la actitud reacia que desde un principio había mantenido el PP. Además, el gesto no ha consistido únicamente en la consignación de fondos para continuar las obras del laboratorio de experimentación que ya se está construyendo en Bobadilla, sino que lleva aparejado el compromiso del Ministerio de Fomento de destinar grandes inversiones en los próximos años hasta sumar los más de 400 millones de euros necesarios para la puesta en marcha del circuito, prevista en un principio para 2015. Hasta entonces quedan muchos pasos que dar, como la redacción del proyecto constructivo de los cinco tramos en los que está dividido el trazado de 57,9 kilómetros, la licitación de las obras y su construcción, que podría arrancar en 2013. Si se cumplen los plazos marcados por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), el anillo podría estrenarse como campo de pruebas del AVE que cubrirá la línea entre La Meca y Medina (Arabia Saudí) que será ejecutado por un consorcio de empresas españolas y que también dará trabajo a los talleres de Renfe y Talgo en Los Prados, en Málaga, al participar en el montaje de los 35 trenes que serán exportados. El papel del CTF Pero al margen de la proyección internacional que generará esta actuación puntual, lo que verdaderamente posicionará a la provincia como un referente de la alta velocidad es que el futuro circuito permitirá aplicar sobre el terreno los avances en I+D+i que se logren en el Centro de Tecnologías Ferroviarias (CTF). Concebido como un laboratorio de excelencia mundial en materia de innovación ferroviaria, este complejo está ubicado en el PTA de Málaga y ya alberga a una treintena de grandes empresas líderes en los sectores de las infraestructuras, telecomunicaciones, energía y materiales como Abengoa, Acciona, Azvi, Huawei, Indra, TJH2B, Tria Railway, Cetren, Ferrovial o Sando. Un desembarco de grandes compañías a la que la economía malagueña podría sacar un gran partido, tal y como aventura el director general del Parque Tecnológico de Andalucía, Felipe Romera. «El CTF y el anillo relanzarán ese liderazgo de España en materia de alta velocidad y en el desarrollo de tecnologías vinculadas al sector ferroviario, con la ventaja de que su epicentro estará en Málaga, sobre cuya economía se abre un amplio abanico de posibilidades para crecer de una forma exponencial», afirma Romera, quien también se congratula por el espaldarazo que este centro de investigación está suponiendo para la propia tecnópolis. «Estamos convencidos de que esta nueva línea va a marcar un antes y un después para el PTA. Como ejemplo, basta decir que nos ha permitido incorporar a una veintena de grandes multinacionales en apenas un año cuando lo habitual es atraer una gran firma cada cuatro o cinco años, de ahí la importancia de que todos contribuyamos a que les vaya bien y sigan apostando por Málaga», destaca el responsable del recinto, a la par que pone el acento sobre las sinergias que pueden surgir en la comarca de Antequera con la ubicación de empresas que echen raíces alrededor de la pista. El proyecto contempla la construcción de tres anillos, aunque de momento sólo se están produciendo avances en el principal, ya que la tramitación de los dos secundarios (uno de 20 kilómetros para trenes de media distancia y otro de cinco para ensayos de tranvías y metros ligeros) está paralizada a la espera de que se resuelva el traslado de su ubicación original hacia el entorno de la estación de Bobadilla para reducir su impacto en la población y los cultivos. En cuanto al anillo principal, sus 57,9 kilómetros de longitud con vías de ancho internacional lo convertirán en el más grande del mundo entre los de su categoría superando a los ya existentes en la República Checa, Alemania, Francia, Japón y Estados Unidos. El trazado se ha diseñado para poder alcanzar velocidades de hasta 520 kilómetros por hora, con una recta de 9 kilómetros y curvas de gran radio, permitiendo realizar los ensayos necesarios para homologar trenes a velocidades de 450 km/h, tanto de dinámica como de frenado o ruido. Además, ofrecerá a los fabricantes de trenes y a los investigadores viaductos y túneles para realizar tests más específicos como los de aerodinámica. |