94.000 EUROS LA DE ORO Y UNA BECA DE 60.000 ¿Cuánto le cuesta una medalla al contribuyente? 94.000 EUROS LA DE ORO Y UNA BECA DE 60.000 ¿Cuánto le cuesta una medalla al contribuyente? FERNANDO DÍAZ VILLANUEVA Ganar una medalla posibilita a los atletas seguir compitiendo. Todo con cargo al contribuyente porque en España el deporte es una cuestión de Estado. El deporte olímpico no sale gratis, al menos para el contribuyente. El equipo español que se encuentra en estos momentos compitiendo en Londres supone un coste para las arcas públicas. Y no sólo por el desplazamiento y manutención de los 279 atletas que han viajado hasta la capital del Reino Unido. Cada uno de ellos lleva varios años preparándose a fondo para la cita olímpica y el coste de su entrenamiento también ha caído sobre los hombros de los contribuyentes. Lo realmente caro es formar un atleta para la alta competición. Para llegar a unos Juegos Olímpicos y, no digamos ya, si se tienen aspiraciones a medalla los atletas necesitan dedicarse en exclusiva a esa actividad. Y eso cuesta dinero, mucho dinero que, ya sea el Estado o las empresas privadas tienen que poner a fondo perdido, con la hipotética medalla como única recompensa moral. Los Juegos Olímpicos actuales han tenido un presupuesto de 51,3 millones de euros, lo que arroja algo más de 180.000 euros por cada uno de los deportistas que han acudido a la cita londinense. Esa cantidad proviene de las arcas públicas y de los patrocinadores privados. El dinero se canaliza a través de un plan estatal, el programa ADO, acrónimo de Asociación de Deportes Olímpicos. El programa se creó con motivo de los juegos de Barcelona 92. Hasta aquel momento la participación española en las Olimpiadas había arrojado unos resultados muy modestos. En los 88 años que transcurrieron entre París 1900 –primeros juegos en los que participó España– y Seúl 88, el equipo nacional ganó solamente cinco medallas de oro, doce de plata y nueve de bronce, un total de 26 medallas en casi un siglo. Para invertir esa situación y conseguir que los juegos barceloneses fuesen un éxito deportivo el Gobierno se inventó este sistema de inversión en deporte olímpico. Desde su creación se han volcado 309 millones de euros en la preparación de atletas. Esto se ha traducido en un centenar de medallas en los últimos veinte años, cuatro veces lo que nuestros atletas habían conseguido hasta 1988. No es una cantidad de dinero excesiva para la repercusión mediática que unas Olimpiadas tiene y más teniendo en cuenta que esos 300 millones de euros se han repartido a lo largo de los últimos 25 años. Dejando a un lado las medallas, lo que si consiguió el programa ADO fue convertir el deporte olímpico en una cuestión de Estado. El coste del deporte oficial no se detiene ahí. Si los atletas triunfan, es decir, si culminan su periplo olímpico con un metal disfrutan de premios individualizados. Cada medalla de oro se “paga” a 94.000 euros, la de plata a 48.000 y la de bronce a 30.000. La prima la desembolsa en COE, que también se compromete a prorrogar la beca del atleta premiado. Los que hayan obtenido una medalla de oro recibirán una beca valorada en 60.000 euros para los siguientes cuatro años. La plata y el bronce también sirven de pasaporte para una beca que les permita seguir practicando la disciplina en la que han triunfado. Las medallas de plata desbloquean una beca de 50.000 euros y las de bronce una de 45.000. Esas cantidades son anuales y, en todo caso, muy generosas, entre dos y tres veces el salario promedio en España, que ronda los 22.000 euros brutos al año. |