Velilla de San Antonio - Madrid

Las primeras afirmaciones de Marx acerca del materialismo dialéctico fueron expuestas en un grupo de obras escritas entre 1844 y 1848. Consideraba Marx la dialéctica como un método lógico, el único capaz de explicar una materia de estudio en constante desarrollo y de revelar la necesidad de su desarrollo (la historia). Marx sostuvo que su teoría del desarrollo social tenía cierta afinidad con la evolución orgánica y hay, de hecho, una semejanza superficial entre la lucha de clases y la selección natural.

Marx: 1º.- Creía que los estudios sociales podía alcanzar la misma precisión y certeza que la física. Que las verdaderas fuerzas motivadoras de la historia de una sociedad son sus condiciones materiales. 2º.- el materialismo para Marx implicaba un rechazo radical de la religión. Como la religión es, indudablemente, una de las grandes fuerzas sociales conservadoras, el materialismo tenía para Marx una connotación de radicalismo. Para Marx, la religión (o el PARTIDO UNICO) aporta satisfacciones imaginarias o fantásticas que desvían cualquier esfuerzo racional por encontrar satisfacciones reales. Es el opio del pueblo, un soporífico que impide a los oprimidos hacer el esfuerzo de mejorar su suerte y resistir a sus explotadores.

Materialismo y dialéctica como nueva revolución: Más allá de la revolución política está la revolución social que, socializando la producción, identifique plenamente al hombre con el ciudadano y destierre definitivamente las raíces de la explotación y la desigualdad social. Y así como la clase media fue la fuerza activa que produjo la revolución política, el proletariado, producto del dominio de la clase media y la clase última por debajo de la cual no hay ninguna otra clase explotada, es la fuerza que, al liberarse, liberará a la sociedad y al abolir la desigualdad social puede crear una sociedad sin clases.El materialismo para Marx tenía un sentido ético: la raíz de la desigualdad social es económica; en consecuencia, toda reforma política es superficial, dejando intocada la fuerte de la desigualdad; y sólo aboliendo la propiedad privada puede efectuarse un cambio sustancial. Mediante ese cambio toda la estructura de desigualdad de la sociedad se transformará de inmediato

Lo característico de Marx era la aplicación del materialismo dialéctico a situaciones concretas, especialmente con el propósito de encontrar un programa de acción para un proletariado conscientemente revolucionario. La clase para Marx tenía una unidad colectiva. Actúa en la historia como una unidad y produce ideas y creencias características, actuando bajo la presión de su situación en el sistema económico y social. El individuo cuenta principalmente por su participación en la clase porque sus ideas- sus convicciones morales, sus preferencias estéticas, inclusive el tipo de razonamiento que le parece más convincente- son esencialmente un reflejo de las ideas creadas por la clase.

Dos clases en lucha: para adaptarse a la dialéctica, Marx opone una clase media, urbana y comercial, dedicada políticamente a las libertades civiles y políticas a un proletariado industrial, también urbano, pero más preocupada por la seguridad económica que por la libertad política. Marx consideraba a estas clases como las fuerzas políticas activas en una sociedad moderna, las fuerzas entre las cuales tiene lugar el dominio de una por otra.

Marx constata que la burguesía, después de haber desempeñado un papel revolucionario, ha dejado de ser una fuerza progresista; que se muestra incapaz de controlar el formidable desarrollo industrial que ha suscitado; que ha engendrado dialécticamente a su propio enterrador: el proletariado, cuya pauperización se acrecienta; que de este modo el capitalismo va de crisis en crisis hasta el derrumbe final.