San Martín de Valdeiglesias - Madrid

Los coches oficiales, esos de los que abusaba la casta, dejarán de existir en el Ayuntamiento de Madrid.

Ahora se llamarán "coches de incidencias".

Que digo yo que gastarán, en vez de gasolina sin plomo, gasolina incidental, que es mucho más barata, con lo que el ahorro para el Ayuntamiento de Madrid será bestial.

Lo mismo pasa con los seguros, los repuestos...mucho más económicos si son "incidentales" en vez de oficiales. Y ni que decir tiene de los chóferes. Se de buena tinta que un chofer "incidental" cobra menos que uno "oficial". Y además bonificado en la Seguridad Social.

Las ideas de Carmena

Carmena encarga a la Multinacional Audi-Volkswagen un nuevo andador oficial para poder subir las escaleras del Ayuntamiento.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha incumplido la normativa que impuso su antecesora, Ana Botella, al contratar al marido de su sobrina como coordinador general de Alcaldía, según ha publicado el diario La Razón.

En la normativa que modificó Ana Botella, se especificaba que no podrían ficharse familiares para cubrir puestos eventuales. Esto implica el «vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable, así como parentesco de consanguinidad o de afinidad dentro del cuarto grado, con cualquier concejal».

Por tanto, la alcaldesa habría incumplido el Reglamento de Ordenación del Personal del Ayuntamiento de Madrid al contratar al marido de su sobrina, Luis Cueto, como responsable del gabinete de la alcaldesa, actividad que incluye llevar las relaciones con otras instituciones públicas, el asesoramiento legal estratégico, el protocolo, la organización de actos oficiales, la promoción de Madrid en el exterior, la cooperación al desarrollo, gestionar los fondos europeos y las relaciones con la Oficina del Defensor del Pueblo.

Ahora Madrid, ha rebatido esta información a golpe de tuit y ha indicado que Luis Cueto «es funcionario de carrera». «No se le ha contratado como eventual, está adscrito al Ministerio de Economía», matizan desde la formación de Manuela Carmena.

Ah, ¿pero alguien esperaba otra cosa?