San Martín de Valdeiglesias - Madrid

Mi nunca bien ponderada Mari Espe:
Leo, no sin asombro, sus palabras en una conferencia impartida hoy, y no sé si habla usted de España desde la ignorancia más absoluta, o desde un supremo cinismo
Afirma que "Tenemos dificultades inmensas en la economía, es verdad, pero también es verdad que tenemos el doble, o que España está el doble de mejor que la última vez que tuvimos una crisis, por tanto saldremos de esta" ¿Usted ha leído los datos económicos de este país nuestro? ¿Ha leído usted el porcentaje de población activa desempleada? ¿O ha leído los de un mundo paralelo?
Siguiendo con la táctica de arrimar el ascua a su sardina, aunque no quede sardina que arrimar ni ascua que haya resisistido a la demoledora política de su gobierno (de su partido son, doña Espe), dice también que es "motivo de optimismo" que "por primera vez" en la historia de España muchos jóvenes cualificados están trabajando en el extranjero. Perdone que disienta de dama tan sapientísima, pero es que a mí, como ciudadana española que ama su tierra, lo que me llena de orgullo es tener jóvenes muy bien cualificados, y lo que me llena de tristeza es, precisamente, que tengan que estar trabajando fuera de su país.
Añade usted que "Estoy segura de que el número creciente de jóvenes españoles con buenos trabajos en el extranjero tendrá un efecto muy positivo en nuestra economía y en la manera en que los españoles encaran retos futuros" Señora mía, debo de ser corta de vista porque no me alcanza para ver ese efecto (será mi presbicia) Los españoles, doña Espe, no podemos pensar en retos futuros porque tenemos retos inmediatos y urgentes como encontrar un empleo, y si tenemos la suerte de hallarlo, que las condiciones laborales y el sueldo sean dignos.
Y para rematar esta imaginativa faena, porque no podemos negarle que ha hecho usted un gran esfuerzo de imaginación, nos regala los oídos con una mezcla sin parangón de churras y merinas, que no se le hubiera ocurrido al mismísmo Perico el de los Palotes, mucho menos al famosísimo Abundio, aquél que vendió el coche para comprar gasolina: "Muchos de nosotros creemos que si somos capaces de ganar en un deporte que todo el mundo juega, seguramente seremos capaces de salir de la actual crisis económica y crear una vez más trabajos más que nadie en Europa, como ocurrió durante la presidencia de Aznar". ¿Qué extraño proceso mental le lleva a asociar esas dos premisas?
No me extiendo más, Mari Espe, mona, que soy ama de casa y tengo trabajo.
La saluda, desde el mundo real, una ciudadana española.

Buenas tardes:

¡¡ Chapeau, compañera de foro Raquel !!

Salud y suerte

Gracias, Romero. Lo mío me ha costado templar, porque mi primera reacción no fue precisamente el estupor, sino un cabreo monumental.

Es que la Sra. Espe, vive en otro mundo y nuestra Raquelita, está con los píes en esta tierra.
Ójala, haya más personas que digan en alto lo que piensan.

Suscribo tus palabras Raquel!! Lo he oído ésta mañana y mi reacción ha sido exactamente igual a la tuya.

Ésta gente no ve la realidad. Y la realidad es que el motor de la economía es el consumo. Y no hay consumo porque aparte de que hay 6.000.000 de personas menos con poder adquisitivo, también es porque no hay subidas salariales, y con sueldos pobres el consumo es pobre.
Han apelado en numerosas ocasiones al esfuerzo de los ciudadanos para salir de la crisis, pero deberían apelar al patriotismo del empresario ( si les queda algo de patriotas) para las subidas salariales porque a corto-medio plazo saldrían ganando porque el consumo aumentaría. Si a cambio hay que reducirles 2 a 2,5 puntos el impuesto de sociedades o 3 durante tres años para amortiguar las subidas pues adelante. Creo que sería un punto de ignición.
Mientras ésto no sea así, muy dificilmente vamos a salir de ésta.

Yo ya no sé dónde tengo los pies, Medea; a veces me da la sensación que pisan sobre arenas movedizas. La cabeza la siento aún sobre los hombros No digo nada que no sepamos todos si incido en que la clave de todo es la creación de empleo: sin trabajo no hay ingresos, y sin ingresos no puede haber consumo. Y si no hay consumo (pero un consumo razonable) las empresas quiebran y se produce aún más desempleo, es decir, un círculo vicioso que hay que romper con algún esfuerzo, pero un esfuerzo orientado a la creación de empleo; todo lo contrario del afán recaudatorio que lastra la política de este gobierno, entre otros muchos errores de bulto que no menciono ahora por no extenderme.