Perales de Tajuña - Madrid

El Secretario General del PSM, Tomás Gómez, ha comprometido que un 10% de los trabajadores de la administración regional serán discapacitados cuando los socialistas gobiernen la Comunidad, superando el ratio establecido por Ley en un 5%, al que no llega el Gobierno de Esperanza Aguirre en estos momentos. "Es falso que las administraciones contraten al 5 por ciento de personas con discapacidad", ha dicho Gómez, tras lo que ha añadido que el "compromiso" de los socialistas madrileños es "no sólo conseguir eso, sino llegar al diez por ciento" como ocurre por ejemplo en Extremadura.

Gómez ha realizado estas afirmaciones tras su visita a la asociación 'Altatorre', que ayuda la integración sociolaboral de las personas sordas. Allí, no sólo ha exigido al Ayuntamiento de Madrid y el Gobierno regional el cumplimiento efectivo de al menos ese 5% vigente en la actualidad, sino que también ha reclamado la eliminación de barreras porque “cualquier administración debería tener en su plantilla un intérprete de lengua de signos", especialmente porque en Madrid hay 10.000 personas que utilizan el lenguaje de signos, pero que hay "200.000 personas sordas en toda la Comunidad de Madrid".

Asimismo, el líder de los socialistas madrileños ha subrayado que "los recursos a este tipo de asociaciones no pueden llegar a través de subvenciones. Reclamamos que haya convenios que se renueven automáticamente en el mes de enero, de manera que cuenten con recursos permanentemente para hacer todas las actividades que hacen". Este es el caso de la Asociación Altatorre, que necesita 130.000 euros al año para desarrollar sus actividades (entre otras, proyectos orientados a la inserción laboral, al aprendizaje del lenguaje de signos o a la atención temprana) pero que, al recibirlos vía subvención “en el mes de junio se ven paralizados porque se quedan sin presupuesto”, ha explicado Gómez.

Por último, el Secretario General del PSM ha criticado la desaparición de los dos equipos de atención temprana que existían en la Comunidad puesto que el desarrollo social y cognitivo depende de cómo se aborde desde el inicio esta situación y “no hay ningún equipo multidisciplinar encaminado a tratar a una persona sorda desde que se diagnostica. Es una auténtica barbaridad”.