Madrid - Madrid

Este sería el titular periodístico de cualquier lunes, al no ser por los cirujanos de las plazas de toros.
Diariamente los toreros sufren cornadas, gravísimas, graves y menos graves, que si no fueses curadas acabarían en tragedia.
Ni mucho menos quiero colgar laureles a la fiesta nacional por este motivo, todos los toreros saben que en cualquier momento puede pasar.
Por eso el mundo del toro es tan exclusivo y por eso las puertas siempre están abiertas para todos los que quieran conocerlo y entrar en él.

En cambio el toro de lidia, (si no es indultado) evidentemente no corre con esa suerte ya que una vez terminada la corrida van directamente a los mataderos, carnecerias, etc. y, finalmente al plato.