Colmenar Viejo - Madrid

¿Fueron un derroche los hospitales espléndidos, los ambulatorios, escuelas, universidades, las autovías, los aeropuertos, los trenes de alta velocidad, las redes de cercanías, de metro, la rehabilitación de las ciudades?
Ha habido de todo, pero todo ello tenía utilidad.

El derroche monstruoso es que ahora haya más de cinco millones de trabajadores sin empleo, sin crear riqueza.

El derroche es crear cada año decenas de miles de estudiantes con una preparación que se desaprovecha y a los que casi solo se les ofrece la emigración (para que los rentabilicen otros países como Alemania)

Desmantelar o desintegrar el sistema de educación, de la sanidad, de los servicios sociales públicos. Eso es incluso peor que un derroche.

Si la población española admite o tolera tanto desaguisado, tanta corruptela, tanta payasada en sus dirigentes es que va a ser casi imposible evitar nuestra ruina.

La movilización de los jóvenes en las plazas tendría que dar lugar a movimientos y organizaciones estables que encauzaran sus esfuerzos y propósitos en una acción duradera con sentido político real. No es suficiente con las así llamadas "redes sociales".

La sociedad necesita disponer de entidades de participación consolidadas que puedan hacer lo que los individuos aislados no. Los países socialmente avanzados son así, lo son por eso.