Cadalso de los Vidrios - Madrid

Hace tanto tiempo ya que... sí, sí me acuerdo, como el primer día. Era verano, como no podía ser de otra manera, como los buenos amores, año 63, se llamaba Mercedes y, parece mentira por la época,... veraneanta, de las primeras, familiar de gente cadalseña con quién, como era costumbre, vivía. Cómo y dónde la ví no lo recuerdo, sólo la " veo" en la corredera, en la acera dónde ahora está el Banesto, camisa azul clarito y falda blanca, morena, pelo corto , mirada intensa y sonrisa...uf...menuda sonrisa. Fué " amor" a primera vista, paseábamos, menudo lujo entonces, en bicicleta, ella sentada en la barra, dando vueltas sin parar, una tras otra, a la corredera, riéndo, felíces, cómplices y...temerosos, del que dirán, de si se enterarán en casa, en fín, ya sabéis, cosas de entonces. Fueron unos días increíbles, inolvidables, las noches, qué noches, eran eternas, no amanecía nunca, con la prisa que tenía yo por ver a Mercedes, aunque fuése a escondidas, fugazmente, buscando el encuentro, el caso era verla, atrapar su mirada, sonreir sus palabras, soñar con besarla, ser feliz al contemplarla...Cosas del Primer Amor.
Aquello acabó, como suele ocurrir, con el fín del verano, como cantaban los del Dúo Dinámico, pero su recuerdo quedó grabado a fuego en mi memoria y, no sé, si en mi corazón; desde luego, la y lo recuerdo con cariño, incluso con emoción. Nunca más he vuelto a saber de ella pero, pese al tiempo transcurrido, sus ojos, su mirada y su sonrisa nunca se me van a olvidar. Aquí no cabe aquello de " primer amor primer dolor",NO, aquí lo que corresponde es " primer amor, amanecer a una nueva felicidad, ser feliz sin saber porqué, primer sin vivir en soledad, necesidad de dar, de complacer, de soñar".
Un saludo para los foreros marianistas.

Así era, efectivamente. Era como vivir enamorado permanentemente, como esperar con esperanza cada mañana, como estar instalado en la felicidad sin descanso... Siempre he sido un enamoradizo no correspondido, por eso hace años escribí en estos términos:

"Aquello creo que fue determinante en el posterior desarrollo de mi personalidad. Viví casi siempre enamorado y aislado pero firmemente ilusionado. A veces me asaltaban pensamientos que me decían que pudimos haber sido muy dichosos, que poseía la fórmula mágica del amor que nos hubiera llevado volando a lugares maravillosos donde querernos sin prisa y sin descanso.
Aquellos años inigualables pasaron de ser presente a ser recuerdos. Encontré una mujer encantadora que me resarció con creces de tantos amores utópicos de entonces y tuvimos dos hijos. Cuando observo su adolescencia busco un agujero para ver la mía. Y claro, de ese absurdo delirio, supongo, me viene este trauma nostálgico, ese guardarme en aquellos años que me hacen un hombre al revés: No tengo carencias afectivas actuales debidas a mi adolescencia. Mi adolescencia es mi carencia afectiva actual".
Y raro es el día que no me recuerda aventuras de entonces...