HOMENAJE A LOS NUEVOS PIÑOTAS DE ORO SEGUNDA EDICIÓN DE LOS PREMIOS “PIÑOTA DE ORO” DE CADALSO DE LOS VIDRIOS La Asociación “Cadalso Vive” tiene el honor de entregar sus galardones “Piñota de Oro”, correspondientes a su Segunda Edición, a relevantes cadalseños destacados en la difusión del Arte y de la Cultura de nuestro pueblo. Agradecemos vuestra presencia que da realce y categoría a este Acto y así colaboramos todos en el merecido homenaje que reciben nuestros “Piñotas de Oro”. Deseamos que la creatividad cariñosa de todos los cadalseños adorne las carreras de los premiados y que en Cadalso sigan naciendo creadores tan maravillosos como ellos. Os admiramos. Vuestro arte nos hace más libres y mejores personas. Los premiados son: José Julián Frontal Martos. Barítono cadalseño de renombrado prestigio internacional y no menos valía humana. Cuando canta lo hace expresando todo su amor por el pueblo que le vio nacer. En los confines del mundo derrocha su arte y cadencia inmarchitable mientras su extraordinaria voz vuela libre hacia sus orígenes cadalseños. Su entonación conmovedora es capaz de desgarrar los corazones más resistentes al amor. Sin su voz Cadalso estaría desamparado y triste. El canto del hombre es el triunfo de su bondad, escuché decir durante una noche de bohemia, coplas y romance. Y en el caso de nuestro barítono se cumple a rajatabla. Hacia esa bondad impulsamos los cadalseños las nuestras dándole aliento. José Julián es el médium adecuado para que Cadalso se emocione con su lujoso canto y su verdad desolada. Él se encarga de dotar de sensibilidad a todo lo bello para luego ofrecérnoslo a los que le admiramos. Enhorabuena José Julián. Y que cada vez que subas a un escenario te abrace con fuerza el recuerdo de tus paisanos para que te sea imposible olvidarles. María Antonia Hernández Navarro. Dices María Antonia y su corazón se abre de par en par para inundarte con ese cariño y esa alegría que taponarán nuestras penas. Con ella sanan milagrosamente las heridas de nuestro espíritu y su buena estrella te colma con lo más hermoso de los seres humanos: la amistad. La evocación de su nombre te traslada a un lugar lleno de paz, cultura y sensibilidad y allí ves como el Arte se incorpora feliz para ir hacia ella a besarla. Hablas con María Antonia y recuperas la armonía de los afectos que creías perdidos, mientras observas a sus hijos cadalseños cobrar formas amorosas, mágicas y encantadoras. Su mente se puebla de ideas para rescatar costumbres y tradiciones de Cadalso y descubres que su subconsciente nunca duerme, sueña con un pueblo mejor que nos acaricie la esperanza. Le rebosan tantos sentimientos como a nosotros nos faltan para poder canalizar adecuadamente las emociones que ella nos provoca. Será por eso que a su “Piñota de Oro” le resbalan lágrimas con entrañables formas de piñones. Gracias María Antonia. Y busca huecos en tu alma para acomodar la gratitud que te damos y que tan merecidamente te has ganado. La tuya nos hace vivir a diario. Mariano Rojo Sánchez. Rejoneador y centauro. Su amor por el pueblo no tiene fisuras y lo difunde desde el “hotel” –además de camión- de sus caballos, donde lleva grabado grande y bien visible el escudo de Cadalso para que no existan dudas sobre sus principios irrenunciables. De afectuoso trato y carácter, es atento y cordial anfitrión. Su finca está abierta a los que quieran visitarle, tanto a él, como a las instalaciones, a sus caballos, a la ganadería, a participar en los tentaderos o, sencillamente, charlar de su carrera con ese entusiasmo propio de quien ama a su profesión y a sus gentes, mientras la tibia brisa de Lancharrasa acaricia los mugidos sobrecogedores de sus toros y los nobles relinchos de sus equinos. Es exquisito jinete y cuando irrumpe con su cabalgadura en el ruedo, la plaza se ilumina para que veamos derramarse sobre el albero sentimientos, temple y colores. Va de frente y por derecho al toro y a la vida. Y siempre está dispuesto a colaborar con Cadalso superando cualquier escollo que surja en su camino con una expresión conciliadora. Ejerce de amigo y maestro con los infantes cadalseños. Les enseña paciente la técnica, la monta y los secretos del toreo a caballo. Los niños le miran admirados y agradecidos, como si apareciera ante ellos un Rey Mago con sus juguetes más queridos. La “Piñota de Oro” va a quedar muy bonita rotulada en tu camión junto al escudo cadalseño. No se te olvide mirar estos símbolos antes de hacer el paseíllo, seguro que te llenarán de amor, triunfos y amistad. Muchas felicidades: Torero cadalseño a caballo. Diego Rodríguez Navarro. Bailarín y modelo. Es tan artista, lleva tan dentro de sí su arte, que está hecho de su propio material y es el fiel reflejo de su alma cadalseña. Se funde arrebatadoramente con el movimiento y dice que cada día que no haya danzado al menos una vez, es un estremecimiento perdido que busca desolado en su corazón. Diego camina con tal pose y donaire, con tal elegancia innata que parece mecer las calles cadalseñas cuán caricia suspendida en el viento. Y siente, siente Cadalso como la danza más bella y precisa que jamás haya bailado. Diego no baila, es el baile quien lo hace con Diego. Lo sé desde que siendo un niño le descubrí jugando con mi hija Berta ensayando tan delicados giros, que parecía flotar atrapado entre los brazos protectores del firmamento. Diego percibe lo sublime, ama lo hermoso y quiere a sus semejantes con infinita ternura. Le conmueve de tal forma la danza que atesora lo más íntimo de su armonía. Todo lo vive complacido porque, siendo cadalseño, su cuerpo no para de crear belleza. Nuestro pueblo respira danza gracias al etéreo y dulce compás de Diego. Cadalso de los Vidrios es así, genera la vida que hace posible la cadencia de su baile. Gracias Diego por tu arte emotivo que se nos incrusta en el alma.
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