Aranjuez - Madrid

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Eso me vendría bien a mi, la meditación. Ultimamente no tengo energías, de ningún tipo.
¿Creéis que algunas personas pueden robarnos nuestra energía? Y no me refiero a la gasolina , eso va por Groucho, que la veo venir.

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¿Lo ves? Ya estás con las bromas, y yo lo he preguntado en serio. Espero que Rosi me de su opinión, contigo no se puede hablar en serio.
Rosazul, échame un capote

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Oleeeeeeeeeeeeeeeeee.

Pues yo estoy totalmante convencida de que si,hay vampiros de energía,no sé como combatirlos pero si detectarlos,hay personas que su sola presencia me produce mal estar,y cuanto menos me gustan más se ponen delante,me agotan.

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Y los hay que no tienen ninguna de las dos cosas

Es gracioso cómo los llamas, vampiros

¿Cómo los detectas? ¿qué sientes?

Espero la respuesta, me interesa.

Noto presión,como si de repente me cayeran unos cuantos kilos encima,me molesta su presencia.

Espero que mi presencia no te moleste. ¿Se puede hacer algo para protergerse?

Hablo de presencia física,aquí nadie me obliga a conversar o no.
¿Protegerse?evitar esa presencia en lo posible,puede que esté equivocada,a veces interpretamos mal el lenguaje corporal o las miradas y nos creemos lo que no es,pero es una sensación desagradable....como si me estuviesen imponiedo a la fuerza algo que no me gusta.

Jajajaaja. ¿pero tú no te habías ido a dormir?

Bueno, la que se va ya soy yo.

Buenas noches y hasta otra.

Besitos.

No hace falta estar gordo para ser pesao

Creo que se a qué te refieres Rosazul, a esas sensaciones. Yo lo siento muy pocas veces. Más bien creo que desgasto mucho ayudando a otras personas, física y psicológicamente.

Yo podría contarte un caso contrario. Verás, hace algunos años estuve trabajando en un lugar donde lo pasé muy mal debido a la gran responsabilidad que cargaron sobre mi. Una responsabilidad que no me correspondía asumir pero que tuve que soportar durante dos meses. Esto me causó una ansiedad tan grande que era incapaz de permanecer quieta más de cinco minutos. Vamos, que estaba como una moto, como se suele decir. Al mes siguiente se incorporó una nueva compañera, y fue como un bálsamo para mí. Su presencia me hacía sentir una paz inmensa. Me sentía tranquila y relajada. Tanto, que un día se lo dije. Ella fue quien me animó a practicar yoga. Hace dos años que no lo hago, y aunque haga algunos ejercicios en casa no es igual que cuando te dirijen, y ahora me siento completamente agotada. Tengo una compañera con la que me llevo muy bien, pero es muy nerviosa y tiene muy mal genio, tengo que estar siempre tranquilizándola, a ella, a mis abuelitos...en fin, que creo que desgasto toda mi energía, pero no me la roban, la entrego y después estoy que no puedo con mi cuerpo.

Creía que ya te habías ido a dormir.
Yo aprendí a hacer unos cuantos ejercicios de yoga,pero en todo no se puede ser autodidacta y,es verdad que necesitamos a alguien que nos dirija,pero lo que si he aprendido sola es que a veces hay que ser más egoista,si te vuelcas en ayudar a todo el mundo llega un momento en que se vuelven egoistas y no lo ven como una ayuda,si no como una obligación.Si ayudar a los demás te perjudica a tí y a los tuyos más cercanos,como pueden ser tus hijos,entonces hay que pensarselo.Y no hablo por hablar,es mi experiencia.
Hace tiempo puse en un foro,no se cual,la fabula del escorpión y la rana,y cuando me siento más cansada la recuerdo y miro a mi alrededor a ver quien en ese momento me está perjudicando.
Yo no quiero que me ayuden sacrificando a lo suyos y me gustaría que los demás hiciesen igual.

Vamos a escuchar a los electroduendes,que son muy simpáticos

He estado leyendo la fábula de la rana y el escorpión y me resulta muy triste. Nos enseña que debemos tener cuidado en quién confiamos, pero para algunas personas es difícil desconfiar. Yo me siento mal conmigo misma cuando desconfío, no me gusta hacerlo. Creo que siempre hay que dar una oportunidad, conocer a las personas primero, pero claro, siempre se corre el riesgo que corrió la rana.

Dejo aquí la fábula por si a alguien le apetece leerla.

Saludos.



LA RANA Y EL ESCORPIÓN

Cuenta un relato popular africano que en las orillas del río Níger, vivía una rana muy generosa.
Cuando llegaba la época de las lluvias ella ayudaba a todos los animales que se encontraban en problemas ante la crecida del rio.

Cruzaba sobre su espalda a los ratones, e incluso a alguna nutritiva mosca a la que se le mojaban las alas impidiéndole volar. Pues su generosidad y nobleza no le permitían aprovecharse de ellas en circunstancias tan desiguales.

También vivía por allí un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana: "Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda".

La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos, respondió enseguida: "¿Que te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si estoy cerca de tí, me inyectarás un veneno letal y moriré!"

El escorpión le replicó: "No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado."

La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola... y finalmente aceptó. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y comenzaron la travesía del río Níger.

Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda.

Llegaron a mitad del río. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteó un remolino...

Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión:

"¡Lo sabía!. Pero... ¿Por qué lo has hecho?"

El escorpión respondió: "No puedo evitarlo. Es mi naturaleza".

Y juntos desaparecieron en medio del remolino mientras se ahogaban en las profundas aguas del río Níger.

¡pobre rana! Su amiga no supo convencerla, verdad?

jajajajaja. Yo tampoco doy crédito a tu comentario. ¡las cosas que se te ocurren!. No estás de mal talante, me equivoqué.

A este comentario no se qué decir. Pasopalabra. Pero aprovecho el mensaje para pedirle a Rosazul que se una a nosotras. Y Man, ¿quién es?
Lo siento, pero ya sabes que lo mio es preguntar.

Creo que es mi último mensaje, así que lo utilizaré para daros las buenas noches y desearos felices sueños. Nunca debemos dejar de soñar.

Groucho, Rosita y quien quiera que esté por ahí... ¡felices sueños!