Valduvieco - Leon

Recuerdos de infancia, 58. Enero 2014
Siempre era el sábado.
Recuerdo cuando los sábados al atardecer iban los hombres a afeitarse a casa de Alejandro o Manolo, (todos le decíamos cariñosamente Manolín). Más o menos se repartían los parroquianos a partes iguales entre las dos barberías. (Para algo eran tío y sobrino). Se afeitaban una vez a la semana con “navaja barbera”. Todavía no existían las “hojillas” ni “las máquinas de afeitar”. Se les pagaba con dinero o especias, generalmente trigo.
Entre pienso y pienso de la “ceba” de la noche del ganado, los dejaban más bonitos que un San Luis.
Allí era rato de tertulia y se hablaba de todo: del tiempo, del campo, de los ganados, del monte, de la caza, de la mili, de la guerra, – y como eran todos hmbres- imagino que de mujeres. Yo era niño y no lo sé…Así que el domingo bien “mudados” y con la camisa blanca bien abotonada al cuello, a presumir.
¡ Qué tiempos aquellos!.
Un saludo para todos los mondillos.
A. A. F.