Valduvieco - Leon

Recuerdos de infancia, 40. Marzo 2013
Estampas de mi pueblo.
Recuerdos vivos, tal cual quedaron grabados en la retina de un niño de 5 a 8 años, en los años 50 a 60.
Recuerdo imágenes: hileras de carros subiendo y bajando por el camino de las eras; la polvareda de los rebaños por los caminos; las cuadrillas vendimiando; cientos de vacas en la vecera.
Recuerdo sonidos: el afilar las guadañas; las ruedas de los carros sobre las piedras; el cantar de los hombres arando; las cencerras de los rebaños, el “berrar” de las ovejas, las campanas tocando a muerto.
Recuerdo olores: el pan tierno del horno; de hierba recién segada; de la flor de las “hilagas”.
Todo me parecía grandioso, extraordinario, de grandes dimensiones por su número, su tamaño, bucólico, aunque la realidad fuera otra de trabajo duro y rendimiento escaso.

Estampa número 1, siega de la hierba.
Mañanas frescas de junio, por San Juan. Al amanecer. Casi todas las huertas se segaban a la vez. Olía a hierba recien cortada. Se oía el sonido característico de la pidra de afilar, guardada en el “gachapo”, sobre la guadaña. Era un sonido rítmico, cadencial, casi matemático. Luego había que “esparcir” la hierba de los “marallos”, para que se secase. Una vez seca se acarreaba desde las huertas a los “bocarones”. Era un ir y venir de carros que animaban, daban vida al pueblo. Los hombres cantaban al ritmo cansino de las vacas “uncidas”, tirando de su carro.

Estampa número 2, siega de la toñada.
Era la segunda siega, en septiembre, en otoño, por San Miguel. Para su secado había que sacarla de las huertas a las eras, pues en las huertas por esa época ya había muchas sombras y humedad. Otra vez el ir y venir de carros… los hombres que se saludaban al encontrarse en los caminos… cantaban, silvaban.
Seguidamente venía la “pación” de las vacas en los prados, se barrían las huertas una vez caída la hoja de los árboles. Se podaban los chopos – tengo la imagen de los hombres subidos en chopos altísimos- para podar sus ramas para hoja para las ovejas, al sonido del “hocejo”. (Economía de subsistencia). Se avecinaba el invierno.
Saludos a todos los mondillos.
A.A.F.