Inventario.de mi amiga N Alvárez. Yo tenía una caja pequeñita, un rincón escondido, una muñeca que sabía llorar. Tenía un lapicero despuntado, una caja de Alpino, un sacapuntas de madera, un estuche de hojalata, una pluma, un secante y un tintero, una pizarra negra y un cabás de cartón. Yo tenía un amante que sabía leer en las estrellas y en mis ojos. Inventaba palacios de palabras y mensajes cifrados y sabía escribir en mi piel la magia y la ternura. Yo lo tenía todo: una pradera, un río, una montaña… incluso un pueblo entero para mí. Y por eso en las noches de vigilia tengo un libro y un mundo que no puedo olvidar. |