Ay, San Miguel de Escalada!!! ELENA REAL /La Crónica de León/07.01.2007 LEÓN.— Lucky correteaba por entre la maleza de San Miguel de Escalada. «Se llama Lucky porque yo antes fumaba Lucky Strike», declaraba un paisano que ayer quiso acercarse hasta el monasterio junto con dos amigos más, y su perro. La familia Puente, natural de la villa, era la primera vez que subía hasta el monumento después de que reabriera sus puertas el pasado viernes. «Hemos venido para ver qué tal lo han dejado», comentaba Raúl. «Mi nombre es el mismo que el del antiguo rey de Bélgica, ¿a qué no sabes cuál es?», pregunta uno del grupo. Balduino es el dueño del perro, un animal inquieto que juega entre las paredes del monasterio, aunque se muestra asustado cuando los murciélagos deciden hacerse notar emitiendo unos sonidos que ponen los pelos de punta a cualquiera. Mientras Raúl y Nino se dedican a dar una vuelta alrededor de la 'joya mozárabe', el 'rey' Balduino recuerda sus tiempos mozos y bastante pícaros en los parajes donde se levanta el templo. «Antes las tumbas estaban esparcidas por todo el campo alrededor, y nosotros jugábamos al escondite. Nos metíamos dentro para que no nos vieran, pero si veíamos que dentro había una niña...pues también nos metíamos y nos colocábamos encima de ella». Balduino siempre ha vivido allí, y a sus 73 años no ha hecho otra cosa que trabajar la tierra. «Había que ayudar a los padres y no he podido estudiar, pero yo sé mucho de Escalada», afirma categóricamente. «Claro, es que era íntimo amigo de Florencio Verdura que de San Miguel sabía mucho», quien interviene en la conversación es Nino, también natural de la villa leonesa pero cuya residencia está fijada en Benidorm, y que acaba de terminar su ronda por los exteriores del monasterio «para ver como lo han dejado». Los tres no han podido subir antes por el tema de las fiestas. «Con esto de las navidades no hemos tenido tiempo y además estaba cerrado», se lamentaba Raúl. Prácticamente se puede decir que han crecido entre las piedras de San Miguel de Escalada, al que sólo le ponen una pega. «Es una pena que no haya luz eléctrica, quedaría más bonito». Nino se queja del horario de apertura que tiene el monumento, supeditado al sol. «Muchos autocares vienen por la tarde, pero como está cerrado ya porque no hay luz pues se tienen que marchar y se quedan sin verlo por dentro». Además, el leonés asegura que han venido autocares provenientes de todas partes del mundo. «Aquí han estado grupos de toda España y Nueva Zelanda, Australia, de Osaka (Japón», esto es muy famoso». Su pariente con nombre regio lanza un 'órdago a grande' que de haberse cumplido le hubiera alejado del campo para siempre. «Si a mi me hubieran dado un euro por las fotos que han hecho a esa ventana, hubiera ganado más que toda la lotería». La ventana a la que se refiere es a la de doble ojo de buey, situada en el pórtico de la iglesia y compuesta por dos arcos de herradura labrados en una pieza, con la columna central. El motivo de que los flashes de la cámara se dirijan hacia ella es sencillo: es única en el mundo, y de todas partes del mundo vienen a verla. «Antes el techo era a tres aguas y me gustaba más, además había unas puertas de hierro en la carretera. Pero ahora está mucho mejor, porque antes es verdad que estaba muy descuidado con muchas cagadas de palomas», continúa con su viaje por el pasado Balduino. «Alli (dirige su dedo a la zona románica) se criaban unos conejos, y unos amigos y yo cuando teníamos hambre subíamos hasta aquí para cazarlos y comerlos». Al igual que Nino, Balduino y Raúl, una treintena de personas se han acercado hasta San Miguel de Escalada. La guarda del monasterio, Isi, confirma que han estado llegando los turistas desde que ha abierto las puertas. «Hoy han venido de Soria, Burgos, Madrid y País Vasco, vienen mucho grupos universitarios, sobre todo del País Vasco». También un catedrático de una universidad de Madrid se dio ayer una vuelta por el monasterio. «Ha sido una visita muy interesante porque él hombre controlaba la materia. Aquí viene gente muy entendida», explica la guía. Si antes algunas ventanas del templo eran como «las vidrieras de la catedral de León», o si el techo era a tres aguas, ahora la 'joya' mozárabe presenta una estampa más fiel a cómo era originalmente, tal y como cuenta Balduino. «Por cierto, no hay que dejar de subir a ese mirador que sobre todo cuando hace buen tiempo tiene unas vistas del pueblo muy bonitas», aconseja el paisano. «Hace unos años Eladio y yo fuimos testigos allí arriba (señala una colina cercana al monasterio) de cómo descubrían tres esqueletos: el de la madre, padre y unos huesos de un niño». El leonés de nombre regio ha servido de conductor por este viaje al pasado que ha tenido como protagonista a San Miguel de Escalada. ..........
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