07-07-14 14:53 | #12128804 -> 12128525 |
Por:flix films ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... A menudo, revuelvo en la sesera en busca de recuerdos..., no hay manera de encontrar nada ![]() ![]() gracias por la ayuda ![]() salut | |
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07-07-14 20:49 | #12129259 -> 12128804 |
Por:mafern ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... Pa'lla vamos con los guajes.. Cernada. | |
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09-07-14 23:08 | #12131673 -> 12129259 |
Por:Nisma ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... ¡Qué bueno, buenísimo, "clavao" para los de la treintena¡ Me lo habían enseñado en el Whatsapp y circula a velocidad de vértigo. A mis hijos les ha tocado de pleno, pero nuestros veranos eran de otro calibre. Feliz descanso a todos, esta noche y los días de descanso que correspondan. | |
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10-07-14 06:04 | #12131859 -> 12131673 |
Por:Snoopy-lee ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... Muy bueno, Emilio; felicidades por esa estampa redactada de maravilla. Y también gracias a Cernada por incluir este escrito en el foro. Por suerte, tengo el placer de conocer a Emilio personalmente. Se dedica a temas de cultura y es un gran observador. El relato tiene su mérito; Emilio andará, más o menos, por los 35 ó 40 años; no vivió aquella época de los 60 que tan bien retrata. ---------- Estaba pensando que Los Grandes Libros, como por ejemplo el de Tomasito, menester fuere que dispusieren en añadidura de una docena de hojas del blanco color al completo. D'aqueste modo, damas nacidas con posterioridad a la edición, e caballeros, pudieren relatar en tales páginas postreras hazañas de parecido o del mesmo color que La Prencipal Obra. - "¿Verdá?". ----------- | |
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10-07-14 12:44 | #12132064 -> 12131859 |
Por:J. Payuelo ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... AQUELLOS VERANOS EN LA ERA Hasta no hace mucho, los veranos eran la estación más dura para los saheliceros. La recogida de la cosecha, ahora confiada a grandes máquinas especializadas, era una faena dura que ocupaba a toda la familia desde Santiago a San Miguel. Abarcaba dos largos meses de grandes madrugones, mucho calor y bastantes penalidades. Las únicas máquinas disponibles eran la segadora y la limpiadora. Lo demás eran herramientas manuales tan incorporadas de siempre al labrador que parecían una penitencia que le hubieran impuesto. El verano comenzaba con la siega. De la noche a la mañana, un día de mucho calor se llenaba el campo de cuadrillas de atropines que iban haciendo morenas con las gavillas que, más o menos curiosas, iba dejando la máquina de segar. De ésta tiraba una pareja de animales, caballos o vacas, dirigidos por el segador, casi siempre el padre de familia, mientras que la madre y los hijos, con hoces y rastro, se afanaban con el atropeo y arrastreo. Era, probablemente, el trabajo más duro del verano: hacía demasiado calor y picaban mucho las pajas, y no digamos cuando le llegaba el turno a un barrial lleno de cardos. Luego venía la trilla. Era una operación más tranquila, aunque se madrugaba más. Entre las 3 y las 5 de la mañana desfilaban los carros camino del campo a acarrear la mies. En ellos, tres personas intentaban dormir un poco más, a pesar del traqueteo despiadado de aquellos carros con ruedas de hierro que hacían saltar chinas de las piedras de los caminos. Aún era noche cerrada cuando llegaban a su destino, y uno con la cargadera, otro con el rastro y el tercero con una hoz, iban poco a poco apilando gavillas en un carro provisto de picos que aumentaban considerablemente su capacidad. Un buen carro llevaba unas 200 gavillas (14 morenas) y se ataban las sogas a eso de la salida del sol. Para entonces los currantes ya se habían ganado una buena parva. El colocar bien las gavillas tenía su técnica, y bien se sabía en las eras quiénes lo hacían bien y a quiénes se les esculaba la carga. Si rara vez se felicitaba a alguien por su buena pericia, a quien se le esculaba el carro no se vía libre de indirectas. El trillar resultaba aburrido. Eso de dar vueltas y más vueltas, siempre bajo un sol de justicia y con sueño atrasado, provocaba numerosos cabeceos entre los trilladores, que a menudo despertaban sobresaltados cuando el trillo botaba sobre el suelo y no sobre la mies, o se subía por el montón y mandaba al trillador al suelo, o un olor bien conocido te decía que ya llegabas tarde con el cagadero. Los trilladores eran niños en su mayor parte, y casi siempre había alguno rosnando por las eras. El lloriqueo formaba parte de los ruidos habituales de la trilla, junto con los gritos de los padres a los hijos, de los hermanos mayores a los más pequeños, y de todos juntos a los animales, que encajaban como podían los cabreos de los humanos. Había también algunos que cantaban en las eras, con buena voluntad, aceptable garganta y repertorio escaso. El verano se pasaba en las eras. Mucha gente salía de casa de noche, y de noche era cuando otra vez regresaba. Se comía a la sombra del carro, en cazuela común y con buen apetito, no exento de alguna pelea por el privilegio de rebañar el cacharro. Si pasaba algún torbellino, todas las manos dejaban la cuchara para tapar el cazuelo, pero siempre era inútil: el cocido se llenaba de pajas. A pesar del trabajo, la era resultaba divertida, mientras que el pueblo aparecía robado. Los niños que no trillaban o disfrutaban de un descanso jugaban en los balagares, o hacían faroles y candiles con las pajas, o empajaban tábanos, o llenaban de pajas el botijo tratando de beber agua con ellas, pues así sabía mucho más rica. Y si se acababa el agua, mejor: en el viaje a la fuente siempre se coincidía con algún colega y el trayecto se hacía más entretenido. Tanto, que en muchas ocasiones el agua llegaba a la era caliente, donde, por desgracia, casi siempre había algún mayor sediento que premiaba la “ligereza” con una estimulante somantina. Los niños pasaban el verano descalzos y sus madres reburdiando. Era más cómodo andar descalzo y lo corriente es que las zapatillas se hubieran extraviado en la trilla o en cualquier otro sitio. Si el plan de trabajo salía bien, las trillas se aparvaban al atardecer. Con aparvadera o con rastros, esta labor daba faena pero se hacían con gusto: el montón crecía notoriamente. El trabajo más esmerado era el de pinar el montón y en esto había verdaderos artistas que conseguían hacer unos conos perfectos. Además de estar bonitos, protegían mucho mejor de la lluvia que todos los años alguna vez interrumpía el normal desarrollo de la trilladera. Pero no faltaban, claro, otros montones hechos al tuntún, llenos de barrigas y escurridos por algún lado. Hacia finales de agosto terminaba la trilla y comenzaba la limpia. El pueblo despertaba entonces con el monótono ruido de los motores que movían las limpiadoras. Esta faena estaba marcada por el viento: si era fijo y regular, todo iba bien, pero si era variable resultaba odioso, pues los limpiadores no hacían más que llenarse de paja por todas partes y la faena no avanzaba. Se aprovechaba la noche para limpiar, pues el viento era más estable. Acribado el grano, llegaba el día grande: el encierro del pan. Previamente las mujeres habían estado remendando sacos y afanando cuerdas y lazos con qué atarlos. De buena mañana la familia, con el refuerzo de algún pariente mozo, se encaminaba a la era a recoger el grano. Nunca faltaba las apuestas sobre las cargas que daría un muelo, hasta que, hemina tras hemina y saco tras saco, alguien decía: “¿Veis?, lo que yo dije” ante la cara de bobos de los perdedores. Era un día de mucho trabajo, pues entre llenar sacos, cargarlos, subirlos a la panera, se transportaban muchos kilos a las costillas. Pero ese día se comía pollo, corría el vino y, a pesar del cansancio, se hacía juerga. Con el grano en la panera, las labores que quedaban se hacían sin tanto agobio. El temor a que un pedrisco o unos aguaceros echaran a perder la cosecha ya está superado. Barridos los muelos, se encerraba la paja para el consumo, un trabajo asqueroso que llenaba de paja no sólo el pajar, sino también el corral, las calles, el pueblo, las cocinas y hasta la cama: hasta que llegaban las primeras lluvias de otoño, había paja por todas partes. La paja sobrante se la llevaban los ribereños a cambio de peras y manzanas cocosas. Sólo quedaba una cosa, trillar las granzas, y con ello se daba por concluido el verano, a no ser que también hubiera chochos, pero esto ya es otra historia. Por fortuna, las máquinas han terminado con todas estas penosas faenas, aunque muchos las recuerden con nostalgia, indistintamente que fueran de la era de arriba, donde comían tortilla, o de la era de abajo, donde comían saltipajos. EL PAYUELO EN MARCHA, nº 6, verano 1988. | |
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16-07-14 12:30 | #12146112 -> 12132064 |
Por:J. Payuelo ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... ¡Buen día de trilla tenemos hoy! ¿A alguien le apetecería volver a las andadas?. | |
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16-07-14 18:34 | #12148777 -> 12132064 |
Por:mafern ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... Ni pensarlo, con lo bien que se esta en la piscina de Quintanas!! Fiel estampa del pasado nos has dado. Recuerdos mas bien para olvidarse de ellos. :-) | |
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17-07-14 08:39 | #12149313 -> 12148777 |
Por:flix films ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... nada de olvidar, todo lo contrario, pelos y señales hay que difundir, entre otras cosas por aquello de "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra[/i" salut | |
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17-07-14 11:32 | #12149457 -> 12148777 |
Por:J. Payuelo ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... En los años 90 el verano del labrador había cambiado totalmente. Entonces se puso de moda en algunos pueblos, por nostalgia de los mayores e ilustración para los menores, recrear por un día aquellos tiempos, comenzando por segar a hoz o con guadaña, acarrear con vacas y carro, trillar como siempre se había hecho, aparvar y limpiar. Y rematar el día con una buena merienda en la era. En Sahelices algunos también quisieron recrear aquellos tiempos. Me invitaron a colaborar, pero lo tenía tan cercano en el recuerdo que aún me escocía la pusla en los ojos, así que decliné la oferta. Así y todo, me gustar que se mantengan estas vivencias, aunque por diversos motivos no he podido asistir a ninguna representación. En nuestra zona, donde lo han hecho muy bien es en San Cipriano de Rueda. El año pasado falleció el promotor principal del evento, Varela. Resti le dedicó un recuerdo: https://www.youtube.com/results?search_query=+San+Cipriano+de+Rueda.La+Trilla | |
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17-07-14 11:52 | #12149473 -> 12148777 |
Por:J. Payuelo ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... Rectifico: https://www.youtube.com/watch?v=ok2Zqo3V7gA | |
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24-07-14 22:55 | #12157888 -> 12148777 |
Por:Nisma ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... Estoy de acuerdo con Mafern,demasiado crudos los veranos infantiles para evocar nostalgia. Eso sí, no quita para leer con gusto y recordar eventos. A mí ,lo que más me gustaba, era ver con qué ilusión nos despertaba mi padre por las mañanas: "ala hijos, que luego dormís en el carro" ¡uy la leche, como si se pudiera¡y eso particularmente me cabreaba, además de la onza de chocolate negro que era terroso y a mí no me gustaba nada. Eso sí, disfrutaba viéndoselo comer a él y algunos de mis golosones hermanos con su traguito de aguardiente. Hacer sandalias de las zapatillas rotas ,era para mí un vicio y creo que de ahí me viene en parte mi preferencia por las alpargatas y quitar las granzas y el grano. ¡a disfrutar todos lo más posible del verano, que a eso tocan¡ | |
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29-07-14 15:24 | #12162593 -> 12148777 |
Por:la masera ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... Que recuerdos hacéis despertar cuando recordáis los trabajos de la niñez un, bueno sigo con el tema, es que esta cayendo un tormenton impresionante caen unas piedras y unos truenos horrible. | |
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07-08-14 16:41 | #12175031 -> 12148777 |
Por:joales2010 ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... Me aseguraron que era un foro muy bueno..... veo que casi nadie escribe, entonces no lo puedo considerar bueno. | |
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07-08-14 22:20 | #12175487 -> 12148777 |
Por:basculacocap ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Aquellos veranos ... Las vacaciones....... Pero hay más opciones 😄😄😄😄 | |
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09-08-14 23:14 | #12177482 -> 12148777 |
Por:No Registrado | |
RE: Aquellos veranos ... Cuantas historias hay y cuantas verdades, a ver mafern veo que este verano estas en tu salsa disfruta mucho, y sabes que aqui hay puertas abiertas, somos pocos pero estamos y hay un dicho que dice poco y bien, calidad supera la cantidad. | |
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10-08-14 00:00 | #12177519 -> 12148777 |
Por:No Registrado | |
RE: Aquellos veranos ... Cuantas historias hay y cuantas verdades, a ver mafern veo que este verano estas en tu salsa disfruta mucho, y sabes que aqui hay puertas abiertas, somos pocos pero estamos y hay un dicho que dice poco y bien, calidad supera la cantidad. | |
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