Memoria olvidada •MEMÒRIA OBLIDADA josep| Adreça electrònica | dimecres, 8 de febrer de 2012 | 11:45h El catedrático Julián Casanova, en un artículo de opinión del domingo 5 de enero en EL PAIS, pág. 23, titulado “Incomodo pasado”, habla del recientemente fallecido Manuel Fraga recordando acertadamente que “como ministro de Gobernación, todo el aparato represivo intacto, ese que cargaba en las calles contra los manifestantes, detenía y encarcelaba de forma arbitraria y sin garantías, torturaba en los cuarteles y comisarías y, si hacía falta, disparaba mortalmente a los trabajadores, como en Elda, Tarragona, San Adrián de Besós, Basauri o en el asalto policial a la iglesia vitoriana de San Francisco de Asís, una masacre que dejó cinco muertos y decenas de heridos.” Sin embargo, a Julián Casanova se le olvidó un hecho que quizá por su complejidad no ha querido o no ha sabido añadir a la lista de masacrados por la actitud de dicho ministro de gobernación o cuanto menos por su responsabilidad. Me estoy refiriendo a la masacre de Montejurra de 1976 donde dos militantes carlistas –Aniano i Ricardo- fueron asesinados y otros muchos heridos por grupos de ultraderecha amparados por las fuerzas represivas de Fraga. Aunque fui testigo presencial de aquellos hechos, remito al lector a las declaraciones del abogado de las víctimas, Sr. Pérez Nievas, que tras 30 años de lucha legal contra el Estado consiguió que se les reconociera como “víctimas del terrorismo” según consta en la noticia del corresponsal de EL PAIS en Pamplona, del 9 de mayo de 2006, pág. 27, en donde tras corroborar lo que he expuesto más arriba recuerda que, además de los muertos, “aquel día, decenas de simpatizantes del Partido Carlista resultaron heridos de bala. Una muchedumbre de más de 10.000 personas reunida en Ayegui, una pequeña localidad cercana a Estella, sufrió la salvaje agresión de grupos perfectamente organizados que habían tomado la montaña sagrada del carlismo el día anterior y contaban con la connivencia, cuando menos, de la policía y la Guardia Civil. Manuel Fraga era entonces ministro de la Gobernación del Gobierno de Arias Navarro. Treinta años después, José Ángel Pérez Nievas, abogado tudelano y secretario general del partido en Navarra, considera que la historia les ha dado la razón. ‘Los crímenes nunca castigados de Montejurra 76 obedecieron a una operación de Estado perfectamente tramada con el objetivo de desmantelar las aspiraciones políticas de un movimiento como el carlista que tenía no sólo una alternativa democrática a la dictadura, sino su propio aspirante, legítimo, al trono de España, Carlos Hugo de Borbón-Parma”. Es una pena que hombres doctos de la Universidad como el Sr. Casanova, un excelente investigador y experto en Memoria Histórica, pase de puntillas sobre un crimen de Estado como el que se perpetró en Montejurra contra los carlistas. |