Riego de la Vega - Leon

La ONU ya calificó al franquismo de “régimen fascista” en 1946: Los historiadores revisionistas de nuevo cuño que pretenden lavar la imagen de Franco para presentarlo como un gobernante afable y paternal con su pueblo ‒y no como un peligroso fascista‒, suelen pasar por alto la resolución que la ONU dictó el 9 de febrero de 1946 para condenar su régimen de tiranía y terror. Cierta prensa de la llamada caverna mediática, asociaciones ultras como la Fundación Franco y también los partidos de las derechas en su deriva radical nacionalista –entre ellos Vox‒ han lanzado una intensa ofensiva llena de mensajes engañosos para convencer a los españoles de que el franquismo fue un período histórico lleno de bondades. Así, Franco nunca fusiló a nadie, los obreros del Valle de los Caídos no eran esclavos sino que ganaban buenos sueldos, las cárceles nunca se llenaron de presos republicanos represaliados y la España de esos años, en general, nunca fue un país fascista sino un oasis de paz, orden y prosperidad. Es decir, aquello tan manido de “con Franco se vivía mejor” vuelve con más fuerza que nunca.

Sin embargo, basta con desempolvar los archivos de la ONU del año 1946 para encontrarnos con la Resolución 39(I) de la Asamblea General sobre “la cuestión española”. En ella se recuerda que en San Francisco, Potsdam y Londres, los pueblos de la ONU “condenaron el régimen de Franco” y decidieron que, mientras continuara ese régimen, “España no ha de ser admitida en el seno de las Naciones Unidas”. La resolución recuerda que en origen, naturaleza, estructura y conducta general, “el de Franco es un régimen de carácter fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi de Hitler y de la Italia fascista de Mussolini”.

Toda la resolución terminó siendo bochornosa para el Gobierno del ‘Caudillo’, aunque obviamente nunca llegó a publicarse en España, donde tras 1939 se eliminó de raíz la libertad de prensa. El documento resulta especialmente explícito cuando recuerda que la ONU está “convencida de que el Gobierno fascista de Franco fue impuesto al pueblo español por la fuerza con la ayuda de las potencias del Eje, a las cuales dio ayuda material durante la guerra”. Además, se argumenta que el franquismo fue el culpable del aislamiento internacional que sufrió España durante esos años, ya que el régimen “no representa al pueblo español, y por su continuo dominio de España está haciendo imposible la participación del país en asuntos internacionales”.

En el texto queda claro que a pesar de las continuas protestas de los ejércitos aliados en la Segunda Guerra Mundial, Franco prestó una “ayuda considerable a las potencias enemigas”. Primero, de 1941 a 1945, la División de Infantería de la Legión Azul, la Legión Española de Voluntarios y la Escuadrilla Aérea Salvador pelearon en el frente oriental contra la Rusia soviética. Después, en el verano de 1940, España se apoderó de Tánger en violación del estatuto internacional y, debido a que nuestro país mantenía un importante ejército en el Marruecos español, “gran cantidad de tropas aliadas quedó inmovilizada en el África del Norte”. Para la ONU de aquellos años, “pruebas incontrovertibles demuestran que Franco fue, con Hitler y Mussolini, parte culpable en la conspiración de guerra contra aquellos países que finalmente en el transcurso de la guerra mundial formaron el conjunto de las Naciones Unidas”.

Por todo ello, la ONU recomendó que se excluyera al Gobierno de Franco “como miembro de los organismos internacionales establecidos por las Naciones Unidas hasta que se instaure en España un gobierno nuevo y aceptable”.

Finalmente, y tras aconsejar a todos los países miembros de la Asamblea General que retiraran inmediatamente a sus embajadores y ministros plenipotenciarios acreditados en Madrid, la resolución insistió en que de no volver la democracia a España, el Consejo de Seguridad “estudiará las medidas necesarias que han de tomarse para remediar la situación”.