Riego de la Vega - Leon

Ayer, en el Congreso de los Diputados, se preguntaba al Ministro de Defensa y gran empresario del mundo de las de armas y la seguridad, Pedro Morenés, por su actuación en el caso del acoso sexual y laboral sufrido por la capitán Zaida Cantero en el seno del Ejército de Tierra.

Zaida fue acosada y agredida sexualmente por un Teniente Coronel que fue condenado a ir a la cárcel y posteriormente fue perseguida por coroneles y generales que intentaron involucrarla en un hecho delictivo para enviarla a la cárcel en venganza por haber denunciado la agresión.

Lejos de mostrarse cercano a la víctima, muy lejos de reconocer su dejación de funciones, ya no en el tema del acoso sexual que se zanjó con la condena del agresor, sino en las humillaciones, vejaciones y auténtica persecución que sufrió la víctima posteriormente por parte de sus mandos, de las que tenía constancia por una carta remitida por la propia Zaida, lo que hoy ha hecho el Ministro Morenés ha sido demostrar un machismo intolerable en su respuesta a la Diputada de UPyD que le interpelaba: "Le pido que deje de manchar el buen nombre de nuestras Fuerzas Armadas en su búsqueda de autopromoción en la venta de un libro. Su enfermedad es la bajeza moral"

Para continuar con su impresentable actuación de hoy, el Ministro de Defensa, tras insultarla como antes he indicado, ha hecho un gesto con el dedo mandando callar a la Diputada Irene Lozano que había osado recriminarle su falta de empatía para con la víctima. Y yo me pregunto: ¿si esto hace con una compañera de escaño en público, qué no hará con una subordinada en privado? Y sigo preguntándome: ¿si el jefe superior del ejército, el máximo responsable de que allí se cumplan las normas y se respete la constitución muestra un manifiesto desprecio hacia las mujeres en el centro de la democracia española, el Congreso de los Diputados, cómo podemos esperar que haga algo para sacar a la luz los atropellos que se cometen aún, en el Ejército?

No debería sorprendernos una actitud machista por parte de un miembro de este Gobierno del Partido Popular porque no es la primera vez que pasa. Ya habíamos visto al entonces Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón tratando a las mujeres de incapaces para decidir sobre su maternidad, sobre su sexualidad, sobre su propio cuerpo y queriéndoles imponer la tutela de jueces y médicos para permitirlas abortar legalmente. También hemos visto a la propia Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría dirigirse a la Presidenta de la Junta de Andalucía en los siguientes términos tras el debate entre Susana Díaz y Moreno Bonilla en la Televisión Pública andaluza: “¡este se ha venido arriba, qué campaña te espera, bonita!”

Ahora bien, una cosa es que no nos sorprendan actitudes machistas por parte del Partido Popular porque ya nos tienen acostumbrados a ellas y otra muy distinta es que no sean repugnantes y objeto de severa crítica. Lo peor que podría sucederos a las mujeres en este país es que llegueis a ver como normales comportamientos que son absolutamente deleznables y que requieren del reproche social. Casos como el que le ha sucedido a la capitán Zaida Cantero no son, por desgracia, exclusivos del Ejército, donde su opacidad los hace aún más difíciles de detectar y luchar contra ellos, sino que son el pan nuestro de cada día de muchas de vosotras en el ámbito laboral.

Ahora que aún tenemos reciente el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no olvidemos que nuestra lucha es hoy más necesaria que nunca. Pelearemos por los derechos y libertades de las mujeres mientras una sola de vosotras sufra el acoso, la persecución, la discriminación, la violencia o cualquier otra forma de indignidad solo por el hecho de ser mujer.