Riego de la Vega - Leon

CONFESIONES DE UN ASESINO ECONÓMICO porJOHN PER KINS (Economista Jefe de Chas. T. Main Inc. En su libro Confessions Of The A Economic Hit Man_2004):
“…Nosotros los asesinos económicos hemos sido realmente los responsables de crear este primer imperio global, y trabajamos de muchas maneras diferentes, pero quizás la más común es que identificamos a un país que tiene recursos que nuestras corporaciones codician, entonces concretamos grandes préstamos a ese país desde el Banco Mundial o una de sus organizaciones hermanas, pero el dinero nunca va realmente al país en cambio va a nuestras grandes corporaciones para fabricar proyectos de infraestructuras en ese país: plantas de energía, parques industriales, puertos,…cosas que benefician a unas pocas personas ricas en ese país, además de a nuestras propias corporaciones, pero que en realidad no ayuda a la enorme mayoría de la gente para nada, y sin embargo esa gente, el país entero, quedan soportando una deuda enorme, es una deuda tan grande que no la pueden pagar, y eso es parte del plan: NO PUEDEN PAGAR. Entonces, en algún momento, volvemos y les decimos: -Escuchen, nos deben un montón de dinero, ustedes no pueden pagar esa deuda, así que cédannos sus recursos, muy baratos a nuestras compañías, permítannos construir una base militar en su país o envíen tropas en apoyo a las nuestras en algún lugar del mundo como Irak, o bien voten con nosotros en la ONU, privaticen sus compañías y servicios públicos y véndanselas a entidades privadas o multinacionales en las que estén representados nuestros intereses. En definitiva se trata de hacer endeudarse a un país, que con posterioridad ve dificultado su pago, entonces le ofrecemos refinanciar esa deuda y pagar aún más intereses, y para ello tendrán que vender sus recursos, a costa de sus servicios sociales, sus compañías públicas, e incluso sus sistemas penales,sanitarios, educativos a determinadas corporaciones foráneas. Y ello es un doble, triple, cuádruple aniquilamiento…”
¿No sería legítimo asesinar a todos estos asesinos?
Sí, pero ¿Cómo?