Lucillo - Leon

ES DE C@Ñ@ O NO??????



Casi veinte mil familias españolas en apuros económicos, muchas de ellas con escasa convicción católica o incluso ate@s, han encontrado un resquicio legal para no pagar el impuesto de contribución de bienes inmuebles, el temido IBI, cuyo importe podría suponerles un coste medio de 500 euros anuales por vivienda.

Para acogerse a la ley de Mecenazgo de 2002, que dispensa del pago de ese impuesto a todos aquellos lugares de culto católico, tales como Iglesias, conventos, santuarios, capillas, oficinas parroquiales, etc, muchos ciudadanos han convertido su salón comedor en una modesta capilla y han acrecentado su fervor religioso hasta el punto de expresarse por medio de parábolas y frases bíblicas cuyo trasfondo, como es preceptivo, siempre suele ser sexu@l o tremendista. La Iglesia ya ha advertido que no reconocerá ninguna de esas instalaciones mientras no las administre un sacerdote debidamente ordenado por un cardenal, aunque la inspección de Hacienda ya ha declarado que las capillas de los pisos cumplen todos los requisitos para ser consideradas como tales, pues invitan al recogimiento, tranquilizan al ciudadano ante la creencia de un ser extraterrestre que les protege mediante telepatía y rayos, y disponen de imágenes de hombres semidesnudos recibiendo latigazos o atravesados por clavos.

Al parecer, muchas de estas capillas son tan confortables que algunos visitantes están empezando a dejar pequeñas propinas para ayudar a la familia. La Conferencia Episcopal Española, indignada, califica esas propinas como limosnas y, por lo tanto, las considera suyas, y exigirá ante el tribunal de Estrasburgo su cobro inmediato o, al menos, de la entrega del diezmo. Rouco Varela, amenazó, además con una gran lengua de fuego que entraría por la cocina del piso-capilla y arrasaría todo lo que encontrase a su paso, incluyendo mobiliario, inquilinos y mascotas, hasta llegar al salón comedor y desintegrar la capilla propiamente dicha. El Vaticano ha dicho que Benedicto XVI ve con cariño y comprensión la idea española pero también ha prometido otra lengua de fuego si insisten en no pagar el diezmo.


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Miles de contribuyentes exigen marcar la casilla "a la iglesia ni un put@ duro"

El ministro de Hacienda se niega a incorporarla .


Cristóbal Montoro se reunió ayer con monseñor Rouco Varela para pedirle que mantenga la calma antes de proceder a las excomuniones colectivas, y para asegurarle que el ministerio de Hacienda no autorizará, en ningún caso, la incorporación de una casilla que niegue expresamente la asignación del 0’7 a la Iglesia católica, “y menos aún con una redacción tan poco afortunada”, ha puntualizado Montoro.

El Gobierno, añade el ministro, considera que es suficiente con que el ciudadano se limite a no consignar la atribución a la Iglesia, “del mismo modo que tampoco hay en la declaración de la renta una casilla para negar la asignación de dientes al Ratoncito Pérez”, ironiza el responsable de Hacienda.

La petición de la controvertida casilla “A la Iglesia, ni un put@ duro” ha espoleado, además, a numerosos colectivos de ciudadanos que también se están ocupando de recoger firmas para la inserción de otras casillas, tan peregrinas como “Aborrezco los tirantes de Emilio Botín”, “Me gusta el vino y las mujeres” o “Rajoy es un bot@rate”.

Por su parte, Rouco ha pedido una modificación en el texto de la casilla de la Iglesia, a fin de contrarrestar este tipo de actuaciones “tan poco edificantes”, y ha remitido el nuevo enunciado, que dice literalmente “C@br´@n el que no marque esta casilla”, a la comisión correspondiente del ministerio para que procedan a sustituirlo inmediatamente.

Rouco ha amenazado, además, con cobrar las hosti@s en todas las iglesias si finalmente los municipios les obligan a pagar el IBI, y eliminará su aportación de servilletas de papel y bendición de los alimentos a Cáritas. “No descarto”, añadió el cardenal, “ampliar el catálogo de pecados mortales a setecientos diez”.

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A partir del próximo mes de Agosto, los ciudadanos españoles comenzaran a pagar un nuevo impuesto cada vez que acudan a una estación de servicio a repostar combustible para su automóvil. El litro de gasolina o gasoil costará un céntimo más, independientemente de las fluctuaciones del mercado, que será recaudado por el Gobierno y traspasado inmediatamente, por medio de furgones blindados de doble capa y recubrimiento de hormigón, al ministerio del Interior. El objetivo exclusivo de este nuevo tributo es mantener y renovar el material de lucha antidisturbios y reclutar nuevos agentes, más altos, más anchos y menos concienciados.

Según el propio ministro del Interior, Jorge Fernández, el extraordinario aumento de las manifestaciones y revueltas ciudadanas en protesta por los constantes recortes en bienestar social, la corrupción política y los abusos impunes de los bancos, están agotando la capacidad de actuación de los diferentes cuerpos antidisturbios de la policía y la guardia civil, hasta tal punto que los agentes se ven obligados muchas veces a pedir a los manifestantes que les devuelvan las pelotas de goma, “por favor”, y los botes vacíos de los gases lacrimógenos. “Una policía democrática y moderna no puede disolver una manifestación como Dios manda si tiene que estar pendiente de las pelotas de goma que le quedan en el zurrón”, ha añadido.

PP y PSOE han apoyado sin restricciones el nuevo impuesto, y estudian ahora una nueva vía de recaudación destinada a sufragar los gastos jurídicos de sus numerosos políticos imputados. La nueva tasa, que han convenido en llamar céntimo corrupto, podría comenzar a aplicarse simultáneamente con el céntimo antidisturbios.