Laguna de Negrillos - Leon

El Señor supo la disposición del mundo antes de crearle, conoció el principio, el medio y el fin de los tiempos, sus mudanzas y concursos de los años, la disposición de las estrellas, las virtudes de los elementos, las naturalezas de los animales, las iras de las bestias, la fuerza de los vientos, las diferencias de los árboles, las virtudes de las raíces y los pensamientos de los hombres; todo lo pesó y numeró.-

El Señor, habla a Sor María de Jesús y la dice:
Esposa y paloma mía, oye, que, como padre y maestro tuyo, quiero enseñarte en tu ignorancia. Advierte que el fin principal y legítimo del decreto que tuve de comunicar mi divinidad en la persona del Verbo, unida hipostáticamente a la humana naturaleza. Fue la gloria que de esta comunicación, había de redundar para mi nombre y para las criaturas capaces de la que yo les quise dar; y este decreto se ejecutara sin duda en la encarnación, aunque el primer hombre no hubiera pecado, porque fue decreto expreso y sin condición en lo sustancial, y así debía ser eficaz mi voluntad, que en primer lugar fue comunicarme al alma y humanidad unida al Verbo, y esto era así conveniente a mi equidad y rectitud de mis obras; y aunque esto fue postrero en la ejecución, fue primero en la intención; y si tardé en enviar a mi Unigénito, fue porque determiné prepararle antes una congregación en el mundo, escogida y santa, de justos, que, supuesto el pecado común, serían como rosas entre las espinas de los otros pecadores. Y vista la caída del linaje humano, determiné con decreto expreso que el Verbo viniese en forma pasible y mortal para redimir a su pueblo, de quien era cabeza, para que más se manifestase y conociese mi amor infinito con los hombres, y a mi equidad y justicia se le diese debida satisfacción; y que, si fue hombre y el primero en el ser el que pecó, fuese hombre el primero en la dignidad el Redentor; y los hombres en esto para que conociesen la gravedad del pecado y el amor de todas las almas fuese uno solo, pues su Creador, Vivificador, Redentor y quien los ha de juzgar es uno solo. Y también quise compelerles a este agradecimiento y amor, no castigando a los mortales como a los apóstatas Ángeles, que sin apelación los castigué, y al hombre perdoné, aguardé y le di oportuno remedio, ejecutando el rigor de mi justicia en mi unigénito Hijo Jesucristo, y pasando al hombre la piedad de mi grande misericordia.-

Y para que mejor entiendas debes advertir que, como en mis decretos no hay sucesión de tiempo, ni yo necesito de él para obrar y entender, los que dicen que encarnó el Verbo para redimir el mundo, dicen bien; y los que dicen que encarnara si el hombre no pecara, también hablan bien, si con verdad se entiende; porque, si no pecara Adán, descendiera del cielo en la forma que para aquel estado conviniera y, porque pecó, tuve aquel decreto segundo que bajara pasible, porque, visto el pecado, convenía que le reparase en la forma que lo hizo. Y porque deseas saber cómo se ejecutara este misterio de encarnar el Verbo, si conservara el hombre el estado de la inocencia, advierte que la forma humana fuera la misma en la sustancia pero con el don de la impasibilidad e inmortalidad; cual estuvo mi Unigénito después que resucitó hasta que subió a los cielos, viviera y conversara con los hombres; y los misterios y sacramentos fueran a todos manifiestos; y muchas veces hiciera patente su gloria, como la hizo sola una vez cuando vivió mortal y delante de todos hiciera en aquel estado de inocencia lo que obró delante de tres Apóstoles en el que fue mortal; y vieran todos a mi Unigénito con grande gloria y con su conversación se consolaran; y no pusieran obstáculo a sus divinos efectos, porque estuvieran sin pecado; pero todo lo impidió y estragó la culpa y por ella fue conveniente que viniera pasible y mortal.-

El haber estos sacramentos y en otros misterios, ha nacido de que a unos maestros les manifiesto y doy luz de unos misterios y a otros maestros se la doy de otros, porque los mortales no son
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capaces de recibir toda la luz; ni era conveniente que a uno se le diese toda la ciencia de todas las cosas, mientras son viadores; la reciben por partes y se la doy proporcionada según el estado y merecimientos de cada uno y como conviene a mi providencia distribuirla; y la plenitud sólo se la debía a la humanidad de mi Unigénito y a su Madre María, respectivamente. Los demás mortales, ni la reciben toda, ni siempre tan clara que puedan asegurarse en todo; y por eso la adquieren con el trabajo y uso de las letras y ciencias. Y aunque en mis Escrituras hay tantas verdades reveladas, como yo muchas veces los dejo en la natural luz, aunque otras se la doy de lo alto, de aquí se sigue que se entiendan los misterios con diversidad de pareceres y se hallen diferentes explicaciones y sentidos en las Escrituras y cada uno siga su opinión como el mismo la entienda. Y aunque el fin de muchos es bueno y la luz y verdad en sustancia es una, se entiende y se usa de ella con diversidad de juicios e inclinaciones, que unos tienen a unos Maestros y otros a otros Maestros; de donde nacen entre ellos las controversias.-

Y de ser más común la opinión, que el Verbo bajó del Cielo de principal para redimir a toda la humanidad, entre otras causas, una es porque el misterio de la redención y el fin de estas obras es más conocido y manifiesto por haberse ejecutado y repetido tantas veces en las Escrituras; y al contrario, el fin de la impasibilidad, ni se ejecutó, ni se decretó absoluta y expresamente, y todo lo que perteneciera a aquel estado quedó oculto y nadie lo puede saber con verdad absoluta, si no fuere a quien yo en particular diere luz o lo revelare lo que conviene de aquel decreto y amor que tenemos a la humana naturaleza. Y si bien esto pudiera mover mucho a los mortales, si lo pesaran y penetraran, pero el decreto y obras de la redención de su caída es más poderoso y eficaz para moverlos y traerlos al conocimiento y retorno de mi inmenso amor, que es el fin de mis obras; y por eso, tengo providencia de que estos motivos y misterios estén más presentes y sean más frecuentados, porque así es conveniente. Y advierte que en una obra bien puede haber dos fines, cuando el uno se supone debajo de alguna condición, como fue que, si el hombre no pecara, no descendiera el Verbo en forma pasible y que, si pecase, que fuese pasible y mortal; y así en cualquier suceso no se dejara de cumplir el decreto de la encarnación.-

Yo quiero que los sacramentos de la redención se reconozcan y estimen y siempre se tengan presentes para darme el retorno; pero quiero asimismo que los mortales reconozcan al Verbo humanizado por su cabeza y causa final de la creación de todo lo restante de la humana naturaleza, porque él fue, después de mi propia benignidad, el principal motivo que tuve para dar ser a las criaturas; y así, debe ser reverenciado, no sólo porque redimió al linaje humano, sino porque también porque dio motivo para la creación de la humanidad.-

Después de esto Dios me dice: Yo permito y dispongo que muchas veces los doctores y maestros tengan diversas opiniones, para que unos digan lo verdadero y otros, con lo natural de sus ingenios digan lo dudoso; y otras permito digan lo que no es, aunque no disuelvan luego a la verdad oscura de la fe, en la que todos los fieles están firmes; y otras veces dicen lo que es posible, según ellos entienden. Y con esta variedad se va rastreando la verdad y la luz, y se manifiestan más los sacramentos escondidos, porque la duda sirve de estímulo al entendimiento para investigar la verdad; y en esto tienen honesta y santa causa las controversias de los maestros.-

Y también lo es, que después de tantos estudios de grandes y perfectos doctores y sabios, se conozca que en mi Iglesia hay ciencia y que los hace eminentes en sabiduría sobre los sabios del mundo; y que hay sobre todos un enmendador de los sabios que soy yo mismo.
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Dios, que lo soy todo y comprendo lo peso y mido, sin poder ser medido ni comprendido; y que los hombres, aunque más escudriñen mis juicios y testimonios, no los podrán alcanzar, si no les diere yo la inteligencia y luz, que soy el principio y autor de toda sabiduría y te Doda la ciencia; y conociendo esto los mortales, quiero que me den alabanza, magnificencia, confesión, superioridad y gloria eterna.-

Y quiero también que los doctores santos adquieran para sí mucha gracia, luz y gloria, con su trabajo honesto, loable y santo, para que la verdad se vaya descubriendo y apurando más, llegando más a su manantial; e investigando con humildad los misterios y obras admirables de mi diestra, vengan a ser participantes de ellas y gozar del pan de entendimiento de mis Escrituras. Yo he tenido gran providencia con los doctores y maestros, aunque sus opiniones y dudas han sido tan diversas y con diferentes fines; porque, unas veces, son de mi mayor honra y gloria y, otras, han de impugnarse y contradecirse pora el orden de las materias y con esta emulación y pasión han procedido y proceden desigualmente. Pero con todo eso, los he gobernado, regido y alumbrado, asistiéndoles con mí protección, de manera que la verdad se ha investigado y manifestado mucho y se ha dilatado la luz para conocer muchas de mis perfecciones y obras maravillosas y se han interpretado las Escrituras, que me ha sido esto de mucho agrado y beneplácito. Y por esta causa, el furor del infierno con increíble envidia y mucho más en estos tiempos presentes ha levantado su trono de iniquidad, impugnando la verdad y pretendiendo beberse el Jordán, con herejías y doctrinas falsas oscurecer la luz de la fe santa, contra quien ha derramado su falsa cizaña, ayudándose de algunos hombres. Pero lo restante de la Iglesia Cristiana y sus verdades están en grado perfectísimo y los fieles, aunque muy envueltos y ciegos en otras miserias, pero la verdad de la fe y su luz la tienen perfectísima y, aunque llamo a todos con paternal amor a esta dicha, son pocos los electos que me quieren responder.-

Esposa mía: Quiero que entiendas que, si bien mi providencia dispone que entre los maestros haya muchas opiniones, para que más se escudriñen mis testimonios y con intento de que a los hombres viadores les sea manifiesta la médula de las divinas letras, mediante sus honestas diligencias, estudios y trabajos, es de mucho agrado para mí servicio, que las personas doctas extinguieran y apartaran de sí la soberbia, la envidia y ambición de la honra vana y otras pasiones y vicios que de esto se engendran toda la mala semilla que siembran los malos efectos de tales ocupaciones; pero no la arranco ahora, para que no se arranque la buena junto con la mala.-

Ahora escucha con mucha atención, y escríbelo para testimonio de toda la humanidad, lo que mi Hija, Esposa y Madre, porque esta Mujer María, al gozar de estos tres grados en una sola persona y acción, también es Madre de toda la Humanidad, al ser ella misma la Madre de todo de quien lo ha Creado, tanto en el Cielo, en el Universo como en la Tierra. Por esta Razón María, junto con migo, es la Mediadora, entre Dios y la Humanidad.-

Ahora, recibe de María mi madre, entiende, reten y escribelo todo, como Maestra tulla que te he asignado, porque María continuamente esta al lado y acompañando a la Divida Trinidad, que como tú ya sabes y entiendes son tres en uno, El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo.-

Siendo después de la Divina Trinidad, creada el Alma de María, porque terrenalmente, era el Templo, refugio y Residencia de mi Unigénito, en el Ser Humanizado de mi Hijo Jesucristo, para poder bajar a la tierra y vivir junto a la humanidad, para llevar a buen término la Redención, mediante su propia muerte, para la salvación de toda la humanidad, y que voluntariamente, quiera seguir a Jesucristo, porque Jesucristo es Verdad y Libertad, pero jamás debe ser imposición para nadie.-
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Siendo medianeros de la humanidad, por Igual Categoría y misma Medida en el Espacio, Longitud, en Anchura y Altitud, Jesucristo como su Madre María, que es la Reina y Señora del Cielo y junto con el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo, también es Reina y Señora de todo lo Creado.-

Y esto es lo que el velo había cubierto y ocultado, en la Sagrada Escritura de la Biblia, de la cual, tu Maestra María que es mi Madre, te irá instruyendo sobre todas ellas, para que a su vez, las escribas y des a conocer a toda la humanidad.-

El Génesis: La Reina y Señora del Cielo dice:
1º El día Primero, que corresponde al Domingo, fueron creados los Ángeles y les fue dada la ley y los preceptos que debían obedecer; y los Ángeles malos la desobedecieron y traspasaron los mandatos del Señor.-
Antes que Dios hiciera la tierra y los ríos y quicios de la redondez del mundo. Antes de formar otra tierra segunda, que por esto se repite dos veces la tierra que fue la del paraíso terrenal, adonde el primer hombre fue llevado, después de ser creado de la tierra primera del campo damasceno; antes de esta segunda tierra, donde pecó el hombre, fue la determinación de crear la humanidad del Verbo, y la materia de la que se había de formar, de la cual el Verbo humanizado proviene de María; porque Dios de antemano la había de prevenir, para que no tuviese parte en el pecado, ni estuviese a él sujeta, los ríos y quicios del mundo que son las Iglesias Militantes Cristianas y los tesoros de gracia y dones que con ímpetu habían de dimanar del manantial de la Divinidad, encaminados a toda la humanidad, y eficazmente a los Santos y Escogidos que como quicios se mueven en Dios, estando dependientes y asidos a su querer por las virtudes de la Fe, Esperanza y Caridad, por cuyo medio se sustentan y vivifican y gobiernan, moviéndose al sumo bien, encaminados estos a la conversación humana, sin perder los quicios en que estriban. También se comprenden aquí los Sacramentos y compostura de la Iglesia Cristiana, su protección y firmeza invencible y su hermosura y santidad sin mancha ni ruga, que esto es este orbe y corrientes de gracia. Y antes que el Altísimo preparase todo esto y ordenase este orbe y cuerpo místico, de quien Jesucristo, había de ser cabeza, antes la Divina trinidad decretó la unión del Verbo a la naturaleza humana de su Madre María, por cuyo medio e intervención había de obrar estas maravillas en el mundo terrenal.-

Cuando Dios preparaba los cielos, el Alma de María Espiritual estaba presente. Cuando Dios preparaba y prevenía el Cielo y premio a los justos, hijos de la Iglesia Cristiana, y la humanidad que despreció a Dios dándole después su destierro, allí estaba la humanidad con el Verbo unida, mereciéndoles la gracia como cabeza; con Él estaba el Alma Espiritual de María, a cuyo ejemplar, habiéndoles preparado la mayor parte a Hijo y Madre, disponía y prevenía la gloria para los demás Santos.-

Cuando Dios con la ley y círculo hacía vallado a los abismos, y determinaba cercar los abismos de su Divinidad en la Persona del Hijo, con ley término que ningún viviente pudiera verlo ni comprenderlo, y con Él estaba el Alma Espiritual de María.-

Cuando Dios hacía este círculo y redondez, adonde nadie pudo ni puede entrar más que sólo el Verbo, que a sí solo se puede comprender, para achicarse y encogerse la divinidad en la humanidad; y la divinidad y humanidad primero en el vientre de María y después en la pequeña cantidad y especies de pan y vino y con ellas en el pecho angosto de un hombre pecador y mortal. Todo esto significan aquellos abismos y ley, círculo o término, que llama por lo mucho que comprenden, y por la certeza de lo que parecía imposible en el ser y dificultoso en explicarlo; porque no parece había de caber la divinidad debajo de la ley, ni encerrarse dentro de los determinados límites; pero eso pudo hacer y lo hizo posible la sabiduría y poder del mismo Señor, encubriéndose en cosa terminada, y con Él estaba el Alma Espiritual de María.-
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Cuando Dios afirmaba los cielos en lo alto y pesaba las fuentes de las aguas; cuando rodeaba al mar con su término y ponía a las aguas ley, para que no pasaran de sus fines, con Él estaba presente el Alma Espiritual de María.-

Cuando Dios asentaba, los fundamentos de la tierra, con Él estaba presente el Alma Espiritual de María componiendo todas las cosas, A todas las tres divinas personas son comunes sus obras, porque todas son un solo Dios, una sabiduría y poder; y así era necesario e inexcusable que el Verbo, en quien según la divinidad fueron hechas todas las cosas, estuviera con Él el Alma Espiritual de María junto con el Padre para hacerlas.-

Porque también el Verbo humanizado estaba ya en la divina voluntad presente con su Madre; porque así como por el Verbo, en cuanto Dios, fueron hechas todas las cosas, así también para él, en el primer lugar y como más noble y dignísimo fin, fueron creados los fundamentos de la tierra y todo cuanto en ella se contiene.-

El Alma Espiritual de María, jugando en la presencia misma de Dios, en todo el tiempo, se deleitaba el Verbo humanizado todos los días, porque conoció todos los de los siglos y las vidas de los mortales, que según la eternidad son un breve día y se deleitaba de que toda la sucesión de la creación tendría término, para que, acabado el último día con toda perfección, gozasen los hombres de la gracia y de la corona de la gloria.-

Alegrábase Dios, como contando los días en que había de descender del cielo a la tierra y tomar carne humana, a través de su Madre María, la cual en Alma espiritual, estaba presente en toda la creación; y la Madre y Dios, conocían los pensamientos y obras de todos los hombres terrenales, y miraba a los justos, que, aunque flacos y limitados, eran a propósito para comunicarles y manifestarles su gloria y perfecciones; miraban su ser inconmutable y la cortedad de los hombres y cómo se había de humanizar con ellos, y se deleitaba en sus propias obras, y particularmente en las que disponía para su Madre María, de quien le era tan agradable tomar forma de hombre y hacerla digna de la obra más admirable.-

Estos eran los días en que se alegraba el Verbo humanizado; y porque al concebir y como idear todas estas obras y al decreto eficaz de la divina voluntad se seguía la ejecución de todo, añadiendo al trono Divino de la Trinidad el Alma misma y Espiritual de su Madre María, por esta razón, Dios la hizo aparecerse como señal en el Cielo a todos los Ángeles, que antes que a su Madre Dios había creado a todos los Ángeles del Cielo, y fue presentada a ellos como Reina y Señora de todos ellos y como Reina y Señora de todo lo creado terrenalmente, porque en la presencia del Alma Espiritual de María se crearon todas las cosas terrenales. Pero como el Alma de María, llegado el tiempo terrenal, tenía que nacer en la carne humana para albergar al Hijo de Dios, algunos Ángeles al tener cuerpo Celestial, que hasta entonces María no lo tenía, se sintieron superiores al Alma Espiritual de María, estallando la guerra intelectual en el Cielo, entre unos Ángeles que desobedecieron a Dios, y los que le obedecieron. Nacimiento de esta controversia entre los Ángeles desobedientes el engaño, a la maldad y a la corrucción, para perdición de la humanidad.-

LA BATALLA DEL CIELO
Sucedió que en el cielo que se libro una gran batalla: El Arcángel Miguel y sus ángeles peleaban contra LUCIFER, en el Apocalipsis Lucifer tiene el sobrenombre de Dragón.-

Habiendo manifestado el Señor lo que está dicho a los buenos y malos ángeles, el príncipe Miguel y sus compañeros por el divino permiso pelearon contra el dragón y sus secuaces. En esta batalla se peleaba con los entendimientos y las voluntades. No se peleo con piedras palos o con otra clase de armas sino solamente con el raciocinio.-
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