Calzadilla de Los Hermanillos - Leon

Francisco Fernández con tan solo cinco años ya barruntaba que en Calzadilla, no había futuro y tendría que marcharse para buscar vida en otra parte.

Mi primo....era un niño juguetón y vivaracho y toda la gente del pueblo le tenía aprecio...

Corrira el año mil novecientos sesenta cuatro, era el mes de junio, y daban en el reloj las diez y media de la noche....llaman a la puerta con golpes fuertes y rápidos,la abren y entonces se oye un sollozo desgarrador que comenta....

Paco no aparece.........se ha perdido Paco.

Calzadilla es un pueblecito con apenas 300 habitantes.
Sus gentes se dedican a la agricultura de secano, y a la ganadería de trabajo.

Aunque nunca hubo muchos medios.....estas gentes humildes siempre se han tenido los unos para los otros.

En estos pueblos de tierra de Campos, es habitual arrimar el hombro cuando algún vecino tiene problemas o pasa por momentos de apuro.

Esta vez no se han tocado las campanas para avisar a las gentes del pueblo que algo malo está ocurriendo.......es de noche y no quieren armar mucho revuelo.

El boca a boca surte el mismo efecto y en poco tiempo todos los hombres y mozos del pueblo están a las órdenes del alcalde.
A última hora de la tarde se le vió por la calzada, estaba solo....dice uno de los vecinos.

Sí....mi hijo estuvo jugando con él en la era arriba y me dijo que cuando se vino para casa él se quedaba por allí.....comenta otro.

La comitiva ya dispone de una pista.

ATENTOS TODOS....dice el alcalde levantando la voz, vamos a organizar la búsqueda.

Iremos partiendo de las huertas y la calzada todo seguido hasta llegar a la altura del Estanque.

El niño si está bien, no puede andar muy lejos, es muy pequeño.

Quiero cuadrillas de diez o doce hombres....todos al grito de PACOOO....PACOOO....si nos oye será más fácil encontrarlo.
El que tenga linterna que la traiga, los demás con faroles.

El alcalde empieza a impartir órdenes.

Vosotros seréis los encargado de realizar el trabajo mas difícil y penoso, por el bien de todos espero que no encontréis nada....

Revisar con ganchos todos los pozos del camino Villacintor....dice el alcalde con la cara apesadumbrada.

Los de ahí partís desde las barreras por las huertas y todo el valle arriba, no dejéis sin remover regueras y junqueras rebuscar por el plantío y rugidero seguir por todas las choperas y regueras que hay hasta llegar a Vallalonso si es preciso.

Otra cuadrilla, revisar todos los palomares y todos los árboles de los pozos.

Tú Jovino, quedate con la familia, en estos momentos te necesitan cerca, te prometo que te lo vamos a entregar sano y salvo, le dice el mandamás para darle ánimo.

El resto que venga conmigo, vamos a buscar por el pozo de Anastasio García, más adelante iremos cortando hacia el Estanque removiendo todas las matas y regueras que vayamos encontrando.

Entre preparativos y charlas son las doce de la noche cuando los hombres empiezan a buscar al niño.

Es una noche estrellada....es muy clara, es un verdadero placer recorrer el cielo con la vista.

A la hora, llega la primera noticia alentadora, en los pozos que han revisado no hay señal del chaval.

Toda la cuadrilla tira las boinas al aire en señal de júbilo.

Van dando las nuevas a los demás, gritando....EN LOS POZOOS NO HAY NADAAAA, EN LOS POZOOS NO ESTÁAAA.

Todos están alegres y contentos, ahora saben que será cuestión de tiempo el encontrarlo.

Donde se habrá metido?.........se preguntan.

En una de las cuadrillas se encuentra Amaro....tío del chaval.

Ya van a ser las dos y media de la mañana y no hay rastro de Paco……parece que se lo ha tragado la tierra.

Después de revisar los palomares Amaro comenta.....vamos a coger y dar una vuelta por las barreras de los pocicos y las matas que hay alrededor.

Los hombres se dispersan y al cabo de un rato Amaro grita lleno de alegría.

ESTÁ AQUÍIIIII, PACO ESTÁ AQUÍIIIII.....

El niño está acurrucado en las matas con los ojos bien abiertos y en silencio.

Se le nota un poco asustado pero por sus mejillas no se desliza ni una lágrima.

Amaro dá la señal a los compañeros para que desde el camino Villamuñío muevan los faroles de un lado para otro y den el aviso.....LO HEMOOS ENCONTRADOOO, LO HEMOOS ENCONTRADOOO.

El tío del niño se quita la chaqueta y lo arrebuja en ella, le coge en brazos y comienzan a desandar el camino dirigiéndose al pueblo.

Poco a poco se le van uniendo las demás cuadrillas.

Nuestros héroes entran en el pueblo con el pecho hinchado y llenos de satisfacción.

Se vuelve a correr la voz de que Paco ha aparecido sano y salvo.....en el pueblo todo es alegría.

Sus padres lo reciben con los brazos abiertos, entre sollozos.

No es momento de reproches.

Se le transmite al niño todo el cariño posible y se le acuesta en la cama para que duerma.

Mañana será otro día. La aventura del pequeño Indiana Jones ha terminado.

Se van todos a casa satisfechos, no es para menos, caminan en silencio, un silencio roto por el traca trá del tren que está pasando por el apeadero......son los correos comenta uno..... es nuestro cayuco comenta otro...... pronto lo iremos cogiendo para salir de la miseria.

Como Paco.....mucha gente de Calzadilla se perdió por toda la geografía española y extranjera.

El día que se perdió Paquito.
Yo no estaba en el pueblo aquel día, pero debió de ser trágico, sobretodo para su familia.
La solidaridad de la gente para con los vecinos en momentos de necesidad, siempre estuvo presente y en un momento de esos, con mas motivo.
El último año que estuve a San Bartolo, recuerdo que tuvimos un pequeño susto similar. Esta vez no con un niño, si no con un adulto. Desapareció mi vecina Demetria y nos pusimos en lo peor. Apareció pronto en los invernaderos de Mario. Pero el susto si que nos lo dio.
¡Que únicamente se pierda el que quiera perderse! Que los hay.
Un abrazo
HERMIN

Borrado por su Autor.

¡Hola Zarza!
He tratado de contar una historia que pasó hace muchos años, a veces exagerando las cosas para darle un poco de bombo.
De los comportamientos de las personas en la vida, no me gusta opinar, por una sencilla razón, no vivo tanto en el pueblo como para sacar una opinión de una persona que sea minimamente imparcial.
En relación a la solidaridad de la gente de pueblo, la he vivido personalmente.
Cuando alguien ha pasado por un momento de apuro, he visto a todo el pueblo como una piña.
Tanto ha cambiado la gente de nuestro pueblo?
Saludos para todos.

Perdona Zarza:
Estoy en el trabajo y como el jefe no lee el periódico, ni hace consultas en internet, SE INFORMA, pues eso .... que aquí estoy.
Lo que dices de tender una mano nunca mas no me queda muy claro lo que quieres decir.
Yo creo que la gente sigue tendiendole la mano de una u otra forma.
En el mes de Junio del año pasado que estuve en le pueblo, coincidió que pasaba por la puerta de casa y estuve hablando un buen rato con él. En aquella época estaba trabajando con algún albañil en casa de Melchor. Con anterioridad estuvo con Picón. Yo creo que hace lo que quiere hacer, y una de las cosas que me dejó claras cuando estuve hablando con él, es que sobre todo, quería estar en el pueblo.
Perdona si no he entendido lo que quieres decir. Sin saber quien eres, me he dado cuenta que eres profunda en tus reflexiones y quizás estoy perdido. Disculpa.
Un abrazo
HERMIN

¡Hola a todos!
Lo de perderse efectivamente está exagerado, como dice hermín se pierde el que quiero.
Yo lo que quería decir, es que nos hemos tenido que dejar el pueblo para buscar oportunidades.
saludos para todos.

¡hola!, ¿como estais?
Yo no había nacido cuando ocurrió esta historia pero la conozco de oirsela a mi madre muchas veces; sobre todo cuando era más jovencito y tenía que salir de casa sólo, siempre me avisaba de los peligros del exterior colocandome este momento como ejemplo.
Una vez más Gerufe te doy las gracias por el relato; percibo mucha mesura y sensibilidad en los comentarios ya que es un tema cargado de matices y muchas veces hiriente por la cercanía.
Es dificil analizar las vidas de los demás porque las más de las veces nuestra propia vida se escapa de un diagnostico sencillo.
Yo con Paco coincido mucho en el pueblo y sobre todo en el bar. En el pueblo está en su salsa, todos nos conocemos y hacemos un esfuerzo por atemperar nuestras opiniones, sabemos del pie que cojeamos y nos aguantamos cuando surgen aristas en las conversaciones.
Para no ser pesado, pudiendo caer tal vez en la indiscreción, yo me atrevo a definir a Francisco como un Ultrasur fiel al color merengue, un superviviente del "Vietnan" refugiado donde mejor le entienden y donde aún puede recoger trozitos de cariño y un "tahur"(jugador de todo) fuera de los circuitos habituales (en Nevada(las vegas) se expresaria de otra manera.)
He mandado una fotografía antigua que espero que vos despierte ideas, tal vez olvidadas por el ritmo de vida que llevamos ahora.
Gracias por todo y disculpas a Paco por mi atrevimiento.
Un abrazo para todos.

Veo que mi comentario ha sido un tanto desafortunado, y no me extraña. Cuando he vuelto a leerlo, a mí misma me ha parecido excesivamente duro, escueto y confuso, pero os aseguro que lo escribí sin pensarlo, fue como un impulso, y cuando se dicen así las cosas es porque hay un trasfondo que te incita a ello. Y en este caso así fue. Según leí el escrito de Gerufe, dando tanto bombo al esfuerzo y la unión de todo el pueblo por encontrar al niño, me vino a la memoria el último día que yo le vi, ya adulto porque hace sólo un par de meses, y no encajaba con eso.

Estaba en el pueblo pasando el fin de semana. Después de cenar fui a tomar un café al bar de Venancio; estaba más o menos lleno de vecinos y vecinas charlando y riendo en pequeños grupos. En la esquina de la barra había un hombre solo. A la mañana siguiente, como los bares del pueblo abren tan tarde, fuimos a tomar el vino al Burgo. Al entrar en el bar de la Estación vi mucha gente de Calzadilla, vecinos y vecinas charlando y riendo en pequeños grupos. En la esquina de la barra, según se entra a la derecha, había un hombre solo. Solo estaba cuando llegué, solo siguió mientras estuve y solo quedó cuando marché. Sentí pena, pero no le invité a acercarse a nosotros, de ahí lo que dije de que “lo siento, pero ahí me incluyo”.

Sobre lo que digo de la gente del pueblo, es verdad que en momentos puntuales nos unimos para socorrer a algún vecino, pero eso para mí tiene poco valor, doy por hecho que hay que hacerlo y punto. Me refería a esa forma que tenemos de ser en los pueblos en general, y creo que en Calzadilla en particular, de valorar a las personas según un patrón preestablecido y al que se sale de él se le aparta. Todo aquél que es diferente, y en este caso ha quedado claro que lo es, pierde gran parte de su valor.

Muchas veces siento rabia de mí misma porque ante algún problema mío o de mi familia, doy más valor al “qué dirán en el pueblo” que al propio problema. Sé que no debería darle importancia al “qué dirán”, pero no puedo evitarlo, me preocupa demasiado que se pierda en el pueblo esa imagen de chica lista, trabajadora, responsable, etc... que quiero tener, y eso que voy a la iglesia menos que antes, que muchas veces iba para que no dijeran ....

Cómo me gustaría estar equivocada y no tener razón en nada de lo que he dicho, porque me haría muy feliz saber que un vecino de nuestro pueblo cuando está solo es porque quiere estarlo.

Besos,
Zarza

Hola de nuevo:
Zarza, no creo que tu comentario haya sido desafortunado. Has expuesto tu apreciación sobre un tema y punto. Se puede estar de acuerdo o no pero, entiendo que eso es cuestión percepciones personales y mas en un tema tan delicado como este.
Ahora he comprendido mejor lo que querías decir. Perdona mi ..... torpeza.
Desgraciadamente no estás equivocada en todo lo que has dicho y no es frecuente que nadie se aisle voluntariamente. Suele haber siempre alguna causa.
Que no decaiga ese ánimo.
Un abrazo para todos

Buenas tardes. Leyendo ésta historia de Paco, le he preguntado a mi madre y dice que la recuerda como si hubiese sido ayer.

Me dice que fue un 18 de Julio, que estábamos en el pueblo y que hacia unas horas habia estado jugando con mi hermano Javi cerca de la ermita.


Cuando anochecía vino Raquel a nuestra casa a preguntar si le habíamos visto, las mujeres del pueblo también salieron a buscarle por los pozos y lugares cercanos a Calzadilla. Al ver que no aparecía tuvieron que llamar a la guardia civil. Cuando apareció Paco ya era un nuevo día, había aparecido acurrucado en unos matorrales en el término de Villacintor y si que tocaron las campanas para que la gente supiese que Paco estaba bien.

Estas historias yo creo que dicen mucho de como se solidarizaban las gentes de un mismo sitio cuando ocurría algo y podían echar una mano.

Saludos a todos.

Nuria.