Crónicas de un Pueblo........Capítulo XV. Los golpes provienen de la puerta de afuera. Feles hace una seña a su hija Acenda para que vaya a abrirla. Al girar el picaporte, se encuentra con cuatro mozalbetes que le clavan la mirada. ¡Hola! Acenda……. -Qué guapa estás- Le dice Petronio. ¿Qué queréis? Contesta, con una sonrisa. ¿Está tú padre? Ella, asintió con una leve mueca y un movimiento de cabeza. Y después exclamó: Sí, está en la cocina. Pues dile, que salga, queremos a hablar con él. Padre, sal que los mozos quieren verte. Hazles pasar…… nos le dejes ahí afuera. Estos no quieren entrar, tienen las botas manchada de barro y van a ensuciar el pasillo. Sacudir las botas.....dice la joven. Y pasar a la cocina. Todos obedecen sin rechistar. Al entrar saludan al pedaneo... Buenas noches Sr. Feles. Buenas noches. Sentaros en el banco a la orilla de la lumbre. ¡Acenda! Saca la jarra del vino y llena los vasos. Ordena el padre. Él se sienta en una silla y les dice Vosotros diréis a que habéis venido. Oveco es el más desenvuelto para hablar, estamos cerca de Las Brígidas. Y todos los años se nos da dinero para organizar la merienda. No tenemos muchos ingresos pero.... Algo os daremos. Que os parece 2000 Pts.? Las arcas no dan pa’más. Está bien Sr. Feles. Lo que usted mande. Pasar por casa de Guntericus. Le decís que os mando yo. Oveco, asiente con la cabeza. Todos apuran el trago. Se levantan y se despiden con un... Muchas gracias señor Feles. Hasta mañana. Hasta mañana hijos. Tener cuidau con lo que hacéis. Después de merendar la gente se calienta, y nunca se sabe en que da la cosa. No saltéis a ningún corral ni palomar ha hacer daño, si algún vecino me viene con una queja. Tendré que llamar a la Guardia Civil. Y…. …..Ya sabéis esos como se las – gastan - No se preocupe Sr. Feles que no va a pasar nada. A salir….. se les salta la risa. Ya tienen preparados un pollo de corral, un conejo y dos gatos. Todo ello afanau a algún vecino del pueblo. Pelayo no quiere que se diga nada de los gatos, haber si se dan cuenta. Esta es una fiesta muy especial, la tradición se ha ido perdiendo según han pasau los años. La celebridad de una merienda es lo único que queda en forma de hermandad entre los mozos. Según los viejos del lugar…. ……En otros tiempos esta fiesta era muy celebrada en todos los pueblos de la meseta Leonesa. Desde Puente Almuey hasta La Bañeza y desde Sahagún hata Mansilla, en todos los pueblos, la noche anterior a las Brígidas los mozos subían por turnos a la Torre del pueblo a voltear a las campanas, para espantar a los – renuberos - Se tenía la creencia que estos eran como unos diablos que en esa noche arrejuntaban las piedras, con las que formarían durante todo el año las tormentas para apedrear las cosechas. Si no se volteaban las campanas ese día era un mal presagio. Al toque se le llamaba el -tente nube-. Los mozos lo iban diciendo por lo bajo mientras tocaban: Tente nube, tente tú, que Dios puede más que tú. Tente nube, tente palo, que Dios puede más que´l diablo. Como pago por este servicio el alcalde les invitaba a una cuartilla de vino, escabeche y pan. Pero ahí no quedaba eso, a la mañana siguiente los mozos salían a la calle vestidos con ropas viejas, uno de ellos representaba a una vieja que llevaba en las manos rueca y huso. Detrás de ella iba el resto tocando carracas, matracas, panderetas y recorrían el pueblo, en una especie de pasacalles para ir pidiendo huevos, conservas de embutidos, tocino y toda clase de comida. Con lo que sacaban y lo que les daba la Junta, los mozos hacían una merienda. Cuando un vecino les daba algo los jóvenes respondían con una bendición: ¡Qué santa Brígida te cuide los barcillares! Pero si alguno no les daba nada le respondía con mala uva: ¡Ojalá se te apedreen! La fiesta discurre entre bromas y risas, han dau buena cuenta de la comida y bebida. Se han comido los gatos y nadie ha dicho nada. Después de cenar, mientras unos juegan a la brisca, los otros cantan las canciones de siempre. Hay un mozo que le da muy bien al cante. No hay año que no le hagan cantar la canción del Limonero El mozo en cuestión se llama Nuño. Se levanta y aclarando la voz empieza a cantar: Por caminos sembraitos de zarzales Con la cruz de su dolor se echo a rodar Y ahogaita por la hiel de los pesares No consigue ni olvidar ni perdonar Pero al cabo de los años Se cumplió la maldición Que otra hembra lo traiciona Lo mismo que el traiciono Y a la sombra de aquel limonero Que fue floreció y el tiempo seco Hoy lo han visto llorando sus penas Por un desengaño...¡castigo de dios! Entre cantos y risas la horas van pasando. Ha sido una merienda muy amena. Llena de alegría y camaradería. Salen a la calle para irse a casa. Ya es……casi de madrugada. Es una de esas noches estrelladas, en la que no te cansas de contemplar el firmamento. La Vía Láctea, Osa Menor , Osa Mayor y la estrella Polar resaltan sobre todas las demás. Un avión se hace notar surcando los cielos. A donde irá? …Pregunta Nuño. Lástima, de no poder ir en el….comenta Petronio. Tengo ganas de marcharme, aquí no hay futuro. No sueñes…que los sueños, sueños son. Tu por lo menos ya saliste del pueblo. A los frailes. Sí, pero esa fue una vocación que no cuajó. Adonde va a ir? A buscar empleo. Necesito tener algo que sea mío. No quiero ser una carga para mis padres. La tierra ya no da pa vivir todos, aquí, en casa. Necesito irme. Si, pero….algún día volverás. El pueblo tira mucho. Si….. Las raíces nunca se olvidan. Teo, 26 de septiembre de 2009
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