Crónicas de un Pueblo……Capítulo XIX Flaín, es el mayor de diez hermanos y al morir sus padres, tuvo que hacerse cargo de ellos. Es difícil sacarles adelante, en un pueblo sin futuro. Trabaja de sol a sol y apenas si le llega, para mantener a la familia. No quiere separarse de ellos pero, no tiene otra elección. Lo tiene decidido…….Se marcha, a trabajar, en la mina. Podría ir a Las Vascongadas pero le tira más la tierra, prefiere quedarse en ella. El día que se despidió del pueblo y de su familia, vio dos enormes lágrimas resbalar por las mejillas de sus hermanos. Él, mantuvo el tipo, se tragó las suyas, sus lágrimas…. se volvieron invisibles. Su rostro era enjuto y barbilampiño, con ojos asustadizos de mirar a la miseria y al hambre. Perdido en la incertidumbre del futuro, dócil y obediente, trabajará sin rechistar. Hará lo que le manden. Qué hacer sino? Flaín acaba de cumplir treinta y uno años, ya lleva tiempo trabajando en la mina no menos de seis. Cada día de trabajo, le hace escupir trozos de pulmón. El carbón es lavau con abundante agua, pero su cara sigue sucia. Es, la primavera de mil novecientos sesenta, quizás la del sesenta y uno ó sesenta y dos, ya no me acuerdo. Ha pasau tanto tiempo? La noticia corre de boca en boca por todo el pueblo. Ha sido un accidente bestial………Un accidente, mortal. Todos están atentos al parte de las doce y en el bar de Munio no se habla de otra cosa. La cuenca minera de Cistierna, ha vuelto a temblar. El pozo La Estaca se ha estrellau y han quedau sepultaus nueve mineros. Pertenece a la empresa Hulleras del Noroeste S.A. Se organizan los equipos de rescate, el tiempo es vital para encontrar supervivientes. Traigo la cabeza rota Trailara lará….trailará Que me la rompió un costero Mira, mira Maruxina Mira, mira como vengo yo. Traigo la camisa roja Trailara lará…..trailará De sangre de un compañero Mira, mira Maruxina Mirá, mira como vengo yo. En los momentos de cantina, tomando tragos y compartiendo fumarros su insensatez les hace cantar las desgracias de la mina. Entre los empleados mineros existen varios tipos de vivienda. Hay tres escalafones. Los cargos directivos, los empleados cualificados y los obreros sin cualificar. Los cargos directivos viven en los lugares principales de los núcleos de población. Son viviendas de mejor calidad. Los empleados cualificados viven dentro de la población, en viviendas con una superficie media. Los obreros sin cualificar viven, en barriadas ó poblaus. Ubicadas cerca de las minas y de escasa superficie. Su cantina ó chigre no es visitau por los dos escalafones superiores, ellos, son diferentes creen estar por encima de los demás. Los hombres se emborrachan, pero, solo los domingos. Sus venas están impladas de sueños y de nostalgias. La mina no perdona, todos los años cobra vidas, muchas vidas. Siempre la misma canción, un hundimiento, una inundación, una explosión de grisú. La última, es la la peor. Es como si de golpe llegaras al infierno, los mineros atrapaus arden como tea. La vida de un minero es corta, si no muere por accidente muere de silicosis. No estaba casado ni se le conocía novia, el pensaba que ya habría tiempo, cuando dejara la mina…… - Jodida mina -. Sueña en comprarse una vespa, con el tiempo se hará una casa con grandes ventanales, que den claridad a su vida. Aquí todo es oscuro e inmensamente negro. Sueña con su sirena enamorada, es tan hermosa. Por eso, también, vino a la mina. No se sabe que pensamientos tuvo mientras estuvo atrapau, allá en las profundidades. A doscientos metros?..... –Quizás-. Enterrau, con el pecho oprimido, entre el carbón y la tierra. Sin fuerzas…….sin un socorro, en su garganta. Con el paso de las horas, solo, en la oscuridad, se fueron disipando todos sus sueños. Hombres y mujeres, se amontona cerca de la boca mina esperando noticias. Las familias sueñan con verles salir, ayudados por sus compañeros, pero casi siempre ocurre lo mismo. Salen……con los pies por delante. Flaín, se mató en la mina, volvió a su pueblo metido en una caja de zinc. Nadie lo pudo ver. El morbo que causó el accidente, flota en el ambiente, los comentarios no dejan de suscitar, a lo menos, imaginación. Dicen que cuando lo sacaron tenía las barbas de medio metro y las uñas de una cuarta. Si, comentan que a los mineros muertos que tardan en rescatarles, les crecen las uñas y el pelo más deprisa que cuando están vivos. Flaín estuvo, más de un mes, allá abajo. Las campanas lloran en su toque a posa. La gente, se estremece, se agrupa en el corral para dar el último adió al difunto. Todos le despiden y le acompañan al cementerio. Mañana……Será otro día. Desde su querido pueblo, puede contemplar la montaña minera de Guardo, también la de Cistierna, más allá quedan las cuencas del valle de Sabero, La Ercina, La Robla, Villablino, Bembibre, Toreno, Matarrosa y tantas…… y tantas más. La cuenca minera Leonesa es inmensa……Sus muertos también lo son. Muertos……olvidados. Que solo siguen en el recuerdo de sus familiares más queridos. ………………..A todos los mineros muertos. Teo, 12 de mayo de 2010 |