Calzadilla de Los Hermanillos - Leon

Me posé, como un grillo en una tórrida noche, en un corral con encanto de Calzadilla a primeros de agosto, y hasta finales, allí estuve pasando unas apacibles vacaciones. Asistí a una ceremonia fúnebre en una abigarrado cementerio en el que ya no caben más muertos. - Autoridades competentes hagan algo:... Y no se les ocurra llevarlo muy lejos del pueblo y dejar a nuestros seres muy queridos en medio de ninguna parte y a la intemperie como han hecho en varios pueblos. No quiero tener que ir hasta el cementerio en coche. Sugiero ampliarlo por la tapia norte o por la del oeste. o por ambas. Espero que absurdas leyes sanitarias que posiblemente existen, aunque desconozco, no nos impidan tener ese santo campo cerca. Un amiga fresca que me hice este verano allí, iba discretamente y con frecuencia al cementerio a estar con su adorado padre. ¿Es bueno vivir cerca de donde están enterrados los padres?

Otra tarde fui por moras. Parece ser que este dosmildoce ha sido un buen año de moras de zarza y un pésimo año para los andrinos.

Me asomé una mañana desde las troneras de la altiriqueña torre de Villacintor y creedeme si os digo que no ví desde allí ningún otro pueblo. Puede palpar unas recias campanas fechadas en 1883 e imaginar vigorosos brazos volteándolas cuando había gente a la que tocar a algo.

Me asquea cada verano ver el destrozo de los valles, especialmente el de Valrretell con todo ese artificial curso enloquecido yendo no sabe hacia dónde y sin que ninguna pareja de alabancos se fije en él para anidar. La Charca de Vallabrín no se deja ver por la maleza que la cinrcunda; los pocicos albergan ya sólo huesos del esternon de alguna oveja y el estanque....
Las huertas, que con más voluntad que acierto ajardinó la Asoc. Cult. R/J, ya se parece en agosto más a una era que a unas huertas.
Me cierran el terminal desde donde escribo y no puedo seguir.

Te subistes al campanario de Villacintor? Vaya peligro que corriste. Mucho peligro tiene esta escalera. Este acceso es solo apto para valientes. Hay que subir con hábil equilibrio, entre lamentos de madera añeja y repeliendo cagarriadas blancas de aves, hasta llegar a lo más elevado de Villacintor.
Yo no recomiendo a nadie que la suba. Ahora bien, llegando al campanario, la visión de un lejano horizonte es espectacular, no ves ningún pueblo pero desde el tejado se ven muchos (según cuentan los que han subido), y la han definido como el mirador de la tierra de campos. Desde algún pueblo si se ve la torre.
Después de la gratificante contemplación, bajar es otra proeza hasta salir al exterior de la torre.

Las campanas no son las dos de 1883, una es más antigua y recuerdo que cuando las volteaban los mozos (siendo yo niño), subíamos a verlos y era tal el estruendo y el movimiento de las viejas maderas que parecía que todo se iba a venir abajo, daba pánico, fue un milagro de Santa Eulalia que no pasara nada. Al llegar D. Luis al pueblo lo prohibió. El peso de las campanas junto con el yugo de volteo está muy por encima de los 700 kilos.

Hasta el año 65 la torre carecía de tejado porque se había caído y el campanario llevaba muchos años al intemperie, también se cambio toda la madera que las soporta. Se volvieron a voltear y ya era otra cosa iban muy bien. Me consta que ya hace muchos años que nadie se atreve a voltearlas.

Saludos