Albares de la Ribera - Leon

CULTURA / Actos vandálicos y delictivos

Patrimonio del Bierzo: un valor sometido al expolio y al deterioro continuados

El ataque con spray al castro de Borrenes, último de una serie lamentable de atentados culturales


F. Labarga / Ponferrada
El reciente ataque con spray, al castro de Borrenes, dentro del paraje arqueológico de Las Médulas, denunciado por la Fundación Las Médulas, ha causado mucho revuelo, pero no es sino un episodio más, ni siquiera el más relevante, de los reiterados ataques y menoscabos que sufre de continuo el patrimonio artístico, histórico y arqueológico del Bierzo.
Sin ir más lejos, hace ahora un año, en noviembre de 2009, el Foro Cultural de la Provincia del Bierzo denunció las excavaciones ilegales que ‘cazatesoros’ clandestinos habían llevado a cabo en el Castrelín de San Juan de Paluezas, también dentro del conjunto de Las Médulas.
Llama la atención que en ambos casos hayan sido dos entidades privadas, al margen de las administraciones públicas quienes han denunciado los ataques al patrimonio, pese a que Las Médulas no sólo son Patrimonio de la Humanidad, sino que sobre ellas tienen competencias de diversa índole tanto la Junta de Castilla y León, como los ayuntamientos de la zona como el Consejo Comarcal del Bierzo, una especie de “entre todos la mataron y ella sola se murió”.
Sin embargo, el caso de Las Médulas es flagrante no sólo por los expolios y actos vandálicos como los reseñados, sino por las numerosas señales rotas, paneles informativos borrados o derribados y también por la proliferación de vertederos incontrolados, tanto en el propio Castrelín, como en el mirador de Orellán, el más importantey visitado de todo el paraje, lo que dibuja un panorama desalentador impropio de un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad e impensable e inadmisible en parajes similares, como por ejemplo el de Atapuerca.
Lo peor es que no son sólo Las Médulas las que sufren el pillaje y el deterioro ante lo que numerosos colectivos de la comarca, como el propio Foro, han calificado con reiteración como “pasividad vergonzosa” de las administraciones públicas. La falta de vigilancia de numerosos castros prerromanos es comprensible, incluso aconsejable para una mejor protección, vista la inoperancia de la vigilancia actual. Lo que no es de recibo es que en esta comarca uno de estos modestos castros haya sido sacrificado para hacer un cortafuegos en un monte o que en otro se haya colocado una antena de telefonía (como es el caso del castro metalúrgico de Orellán, también en Las Médulas). En este sentido también son lamentables los continuos expolios y desprendimientos y derrumbes de los lienzos de la muralla de Castro Ventosa, uno de los más emblemáticos y cuyo nombre está ligado al de la comarca berciana.
Podrían citarse decenas de casos, desde el abandono que llevó a la ruina al Monasterio de San Juan de Montealegre o el del castro de la Peña del Hombre, hasta los atentados a monumentos y edificios a preservar (como el Pontón romano de Cabañas Raras), los intentos de expolio de la lápida prerromana de Iglesia del Campo, por citar algunos.
En otros casos la administración, lejos de mostrar pasividad, se convierte ella misma en la autora del atentado, como es el caso del Ayuntamiento de Ponferrada, que no tuvo miramientos a la hora de sepultar la entrada original al Castillo, confundiendo dichos restos con unas casas del siglo XIX con la connivencia de la Comisión de Patrimonio, que aseguró que no hay problema, porque dichos restos “ aún están debajo”.
Tampoco se pueden enumerarlos innumerables asaltos y robos en iglesias, como la de Vizbayo. Baste señalar el sospechoso robo de la lápida de la ermita de Santa Cruz de Montes (siglo X) desaparecida en 2007 y de la que nunca más se supo, pese a que, según se dijo una y otra vez, la recuperación era inminente.
Por último, falta hablar de las agresiones y el deterioro continuos del patrimonio industrial, pero esa es otra historia.