Albares de la Ribera - Leon

Diez años de memoria del horror

La ARMH celebra con unas jornadas el décimo aniversario de su creación



F. Labarga / Ponferrada

La exhumación en el 23 de octubre del año 2000 de los restos de la fosa donde reposaban, al borde de una carretera ‘los 13 de Priaranza’, un grupo de civiles republicanos asesinados en octubre de 1936 por las hordas paramilitares franquistas, fue el germen de un movimiento social que ahora cumple 10 años y que, partiendo del Bierzo, se ha extendido por todo el territorio nacional: la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, ARMH, que trata de recuperar e identificar los restos de los asesinados durante la Guerra Civil y la Represión posterior para entregárselos a sus familiares, cerrando así uno de los capítulos más sangrientos y de mayor horror de la historia de España.
Ponferrada, capital del territorio donde nació la ARMH de la mano de Emilio Silva y de Santiago Macías, será la ciudad que acoja el grueso de los actos programados para conmemorar este acontecimiento y que se iniciaron ayer con la inauguración, en el edificio de servicios del Campus de Ponferrada, de tres exposiciones muy relacionadas con el acontecimiento histórico. La primera de ellas lleva por título ‘Abriendo fosas, recuperando dignidades’ y está formada por cuarenta paneles,que pertenecen a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, a la Universidad del País Vasco y a la propia ARMH, en los que se explican en cinco bloques todos los pasos desde que se investiga un caso de desaparición hasta que los restos son devueltos a la familia y honrados públicamente. Dentro de esta exposición se muestra una impresionante fotografía a tamaño real de una fosa común situada en el monte burgalés de La Andaya y en la que estaban enterradas 85 víctimas.
Las otras dos exposiciones que acompañan a esta, y que pueden ser visitadas todos los días en horario de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas, son ‘La memoria de la tierra’, un conjunto de fotografías sobre apertura de fosas comunes de Eloy Alonso, que ha acompañado a la ARMH en los trabajos más impresionantes, y ‘La casa de laura’, del ceramista Albert Motis, que muestra el trabajo inspirado en la historia de Manuel Blanco Pascual, asesinado en Sigüeya (Benuza) en 1940.
Durante la apertura al público de las exposiciones, el vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías, lamentó que transcurridos 10 años y después de la recuperación de los restos de miles de asesinados todavía esta ingente tarea esté siendo llevada a cabo por una asociación y no se haya hecho cargo de ella el estado, como ha sucedido en otros países en casos de genocidio, persecuciones o asesinatos masivos como el acontecido en España en torno al conflicto de 1936.
Macías también se queja de la actitud de los jueces, que, salvo raras excepciones, muestran una total indiferencia ante la aparición de restos humanos con claros indicios de haber padecido una muerte violenta, incumpliendo la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y, lo que es más grave, prejuzgando como prescritos o amnistiados unos crímenes que según una creciente doctrina y jurisprudencia internacional son imprescriptibles y no susceptibles de amnistía.
Sea como fuere, Macías asegura que él y su asociación están dispuestos a proseguir con la labor empezada hace 10 años, porque, sólo en el Bierzo, uno de los territorios donde más fosas se han abierto y más restos se han recuperado en esta década,el número de cuerpos identificados es de unos 150, cuando se estima que el número de asesinados asciende a un millar. De ellos, más de la mitad son irrecuperables, por haberse perdido las referencias o porque sobre ellas pasan carreteras y autovías.