La cultura olvidada de los pueblos Cuando hoy echamos una mirada retrospectiva a la vida de nuestros pueblos tan olvidados secularmente, tan escasos en recursos, tan encerrados en sí mismos, descubrimos que en aquella sociedad latía un pálpito de honda cultura. Aquellas gentes poseían ese 'saber' sosegado y profundo de las cosas necesarias y bellas, que les proporcionaba un equilibrio vital que hoy nos cuesta mantener. En este contexto merece la pena fijar la atención en la música, una música que formaba parte de todas las vivencias importantes, que ejercía una auténtica función catártica y educadora en aquella sociedad. El hecho musical entre nuestros antepasados era una experiencia 'activa' en la que participaban todos sin mayores complejos. Todavía resuenan en el recuerdo los 'cantaridos' de los mozos llenando de canciones las noches de ronda, o la tonada del labrador en las tierras de labor, o el sonido de la gaita del pastor distrayendo sus horas de soledad. En la mayoría de los pueblos esto es ya solamente un recuerdo. Excepto, en Prioro todavía se sigue cantando en las fiestas, en las reuniones de amigos y en las renovadas rondas de verano recordando los viejos tiempos. |