Agoncillo - La Rioja

CUANDO LLORA EL DESAMOR

¿Pero qué es lo que nos está pasando? ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Toda la humanidad se ha vuelto loca? No hay respeto, no hay decencia, no hay tolerancia ni cortesía. Todos vamos a lo nuestro y nada nos importa lo que les pueda pasar a los demás... ¡mientras no me pase a mí! Hay padres que matan a sus hijos y hay hijos que matan a sus padres, gobernantes que roban a su pueblo y pueblos que matan a sus vecinos porque no les dejan ni coger la comida que ellos tiran para que se pudra. Hay cientos de miles de personas que cada día se mueren de hambre y de asco y, para mayor vergüenza nuestra, muchas lo hacen con la sonrisa en los labios y besando la mano del que sostiene la suya. Corremos como locos detrás del poder del dinero y del dinero del poder. Los demás no existen, no queremos que existan, no queremos verlos. Pronto no nos querremos ver ni a nosotros mismos reflejados en el espejo, y haremos bien. Personas que desaparecen o que las hacen desaparecer, gente que sigue pensando que, en un caso de aborto, sólo es la madre la que tiene voz y voto y que para nada cuenta la opinión que tendría el verdadero sujeto de la oración, (gramatical, por supuesto), el asesinado. La muerte digna... ¡claro que sí! buena muerte y poca cama, decía mi abuelo, pero ¿quién la decide, cuándo, cómo, dónde, por qué? Alguien, que no es Dios, se ha arrogado el derecho de impedir que se nazca y también de fijar la fecha de nuestra muerte... y nos quedamos tan tranquilos. Hoy la vida no es la que era... ya las cosas no son así -nos dicen- y el que no va con el tiempo, se va con el tiempo. Y se mata, y se roba, y se viola, y se ultraja, y se estafa. Total... si no lo hago yo, me lo van a hace a mí. Y así vamos, dando cada vez más asco, más vergüenza, más nauseas. Ya no se es cortés, se es rancio; no se es considerado, sino un pobre infeliz; y no se es ni amable, ni generoso, sólo un cursi y un fanfarrón. Nos enseñaron aquello de que “homo homini lupus est”. El hombre es un lobo para el hombre, pero ya no es verdad; hoy, es el hombre el que es un hombre para el hombre y ¡cuánto hemos perdido en el cambio! En el mundo sigue existiendo la bondad, y la generosidad, y la ternura, pero no son noticia, nadie lo cuenta. ¿A quién le importa poderse mirar en el espejo por las mañanas? Sólo se escucha al que roba, al que calumnia, y al que asesina y... es que no hay que darle vueltas... es que la vida ha cambiado mucho y lo que más importa es ir a la caza y captura de cosas de valor, aunque para ello y por el camino vayamos poco a poco perdiendo los valores. Qué pena, ¿no? Hasta el sábado que viene, si Dios quiere. Y ya saben... no tengan miedo.

Es muy bueno, gracias por adjuntarlo en el foro. Las cortesías,decencias, tolerancia... en un principio hay que tenerlas con todo el mundo, pero cuando hay gente sinvergueza que no la tiene ni consigo mismo...