Quesada - Jaen

Por fin el pasado viernes se destapó lo que iba a ser la medida estrella del gobierno de Zapatero. Y esto ya deja de ser una broma para ser una pesadilla. Pesadilla en Moncloa Street. Zapatero ya no solo se dedica a sacar conejos de chisteras, ni a vender humo, simple y llanamente pretende tomarle el pelo a todo el país con un inmenso papel lleno de intenciones y que titula Ley de Economía Sostenible. Algunos vemos más allá y recordamos los planes de los López de la España de los sesenta. Y sentimos escalofríos de que a lo mejor alguien del gobierno los eche en falta. Lo que tiene que hacer Zapatero es dejarse de contarnos cuentos y volver a crear los 1,6 millones de parados que ha generado desde 2.007, y si no es capaz, dejar de tomarnos el pelo y convocar urgentemente elecciones generales.

Ahora que ya ha pasado la ola del Gürtel y no tienen más ventiladores que encender, inventan esta Ley de intenciones con un horizonte del 2.020. Fecha que no es casualidad, porque fíjense que es la misma que viene en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (P.E.I.T.) de Magdalena Álvarez ¡el 2.020! En el PSOE todo gira en torno a una cifra mágica. No en vano el Partido Socialista es muy dado a poner fechas a sus grandes ideas como ya lo fue el año 2.000 allá por los finales de los 80 con un Alfonso Guerra aun vivo. Como los falsos predicadores, Zapatero ha puesto ya una fecha para que España vuelva al ranking que estaba en 2.007 y que él, su gobierno y su partido la han dejado caer en el abismo de la crisis, del paro, y del hundimiento de la economía.

Toda la orquesta del Partido Socialista está preparada. Las primeras espadas con Leire y Blanco empezarán a lanzar sus palabras envenenadas contra todo aquel que se atreva a poner en duda este simulacro de Ley. Y volverán a escucharse a gritos los términos de antiespañoles, antipatriotas o derecha extrema para defender esta Ley que no es sino una broma macabra, una tomadura de pelo hacia todos los parados de este país y hacia todas aquellas familias que carecen ya de recursos. Tienen que recordar Blanco y Leire que su partido y su gobierno es el responsable directo de crear cerca de dos millones de parados y de abandonar a muchos de ellos a su suerte. Que no busquen culpables más allá de sus siglas porque no los hay. La recién senadora y el ministro tendrán unas buenas viandas en sus mesas estas navidades. Otros, en cambio, los que las pasan mal, no las tendrán porque carecen de recursos o salarios gracias a su gobierno.

Después, la prensa adicta arrancará los motores al son que se les marque. Articulistas sin sentimientos, que no recordarán los terribles efectos que sobre el mercado de trabajo ha generado el gobierno de Zapatero, se dedicarán a bocear todas las buenas intenciones que esta Ley de Economía Sostenible y a señalar con el dedo a todos aquellos que no la apoyen. Y sus letras se unirán para sostener lo insostenible, para defender lo indefendible. Después acudirán a las tertulias para hacer la autopsia de la Ley, para enseñarnos la anatomía de algo que nadie aun sabe cómo publicitar, ni cómo defender. Simplemente harán su papel. Un papel en el que los verdaderos protagonistas están olvidados: Los parados y paradas que deberán esperar años para volver a integrarse en el mercado de trabajo. Esta verdad nunca la contarán porque no les interesa. Y a estas alturas también me pregunto si los de la ceja defenderán esta Ley o no.

Lo más trágico es que esta Ley no ha sido negociada, solo informada –algo a lo que está ya demasiado acostumbrado el Partido Socialista- a los representantes del neocorporativismo, sindicatos y empresarios. Los institucionalizados sindicatos han olvidado curiosamente que los empresarios no están solos en la escena económica, que hay un gobierno que es quien la dirige y establece las reglas y las políticas económicas, y quien es, en primer y en último término, el responsable de cada uno de los parados y paradas de este país. Pero esta amnesia está asestando el mayor golpe a la credibilidad de las centrales sindicales mayoritarias –UGT y CCOO- desde la llegada de la democracia. Gracias a ello, los trabajadores y trabajadoras están tomando conciencia de que hoy están solos, terriblemente solos y solas ante las políticas económicas del Partido Socialista que están llenando de parados y paradas las calles del país, y que nadie sale a defenderlos ante estas políticas tan nefastas para sus intereses.

hubo un tiempo, que el R momo me caía bien, pero últimamente me cae fatal, no sé, como no le cae la cara de vergüenza y, deja de vocear con páginas ofensivas al obrero de derechas para envenenarlo de pesimismo y condenarlo al pozo sin fondo...Me doy cuenta que cada vez hay más gente con la orella u oreja mejor orientada y sienten apatía por este sujeto...(dedícate a la masturbacioón y a comer membrillo, que es lo tuyo).

Rey MOmo, hoy no puedo estar de acuerdo contigo en ese comentario, NO puede ser una tomadura de pelo por parte de Zapatero, ¡YA NO NOS QUEDAN MÁS PELOOOOSSS!