Lluvias, vientos y terremotos Este fatídico invierno está azotando, tanto a las economías ya ultrajadas por la durísima crisis económica, como a las poblaciones más desarrolladas del planeta tierra. Y aunque no quepa clasificación ni merecimiento a la pena ni al dolor humano que mana del hombre y, aún menos de la ira y la sinrazón de la naturaleza; no debemos de olvidar a los impedidos de bienestar, expuestos a la mísera barbarie: a posteriori y a corto plazo. En estos lamentables días está recayendo el sufrimiento sobre la generalidad de la sociedad, aunque el dolor y la miseria recaiga sobre la multitud de afectados. en quienes, además, se depositará el máximo dolor futurista, que pasada la tempestad olvidará la propia sociedad y albergarán en solitario los más débiles e indefensos de las sociedades avasalladas por la propia naturaleza. son gentes sencillas y necesitadas a cuales llegará el bienestar en desigualdad social y a lo escaso. Buena mayoría de los afectados son gentes sencillas, imbuidas en la miseria el pasado que ahora verán recrecida... Colaboremos con las ayudas a los necesitados: ahora que el asunto está caliente y nos conmueve el corazón pero hagamóslo tambien dentro de unos meses: cuando la crueldad de la miseria acreciente en los más débiles y la situación ya no sea digna de mención en los telediarios. Agustín Conchilla |