Lahiguera - Jaen

Una vez más -antes de continuar con el relato- quiero dejar claro, que pese a las situaciones y circunstancias negativas que me tocó pasar en Lahiguera mientras vivi allí, no enturbiaron éstas, el sentimiento que tengo de apego y simpatía por el pueblo donde nací y me crié, porque pesan más las circuntancias positivas. La higuera no se componía entonces sólo de guardias civiles, señoritos, curas y maestros, boticarios, veterinarios,etc; sino que a pesar y además de estas personas e instituciones, había mucho más que eso: la familia, los amigos, los vecinos, las fiestas, los olivares, las calles, etc. Así que no reniego ni renegaré nunca, de mi origen, ni culparé jamás a Lahiguera en su conjunto, de las circunstacias adversas que me tocó vivir allí, porque sería tanto como renegar de mi mismo y de mi familia, que siempre hasta entonces, formaban y formaba yo, parte de ese pueblo.

Creo que es perfectamente compatible mantener una actitud crítica hacia
unos hechos y unas circustancias, por un lado, y el respeto, la lealtad, el apego, y la estima, por el otro. Dicho esto, voy abordar hoy, lo que en el contexto social y político, incluso judicial, actual, sería una flagrante, explotación laboral infantil.

En el contexto histórico, político y social de aquellos años, sacar al niño del colegio para llevarlo a trabajar al campo, era de lo más normal del mundo, sin que se tuviera en cuenta nunca el perjuicio personal que con ello se le infrigía al niño, asumiendo éste, con esa misma naturalidad ese hecho.
Naturalmente, los niños que salian del colegio -si es que estaban, que en muchos casos, ni eso- eran, como es de suponer, de familias cuya economía era de subsistencia en el mejor de los casos; en cambio, los niños de los ricos, no sólo acababan la enseñanza primaria, sino que continuaban estudiando hasta llegar a la universidad, en Jaén, Granada o donde fuera.

Aparte de esta privación del derecho a la enseñanza , que las autoridades de cualquier ámbito, incluso municipales, no hacían nada por evitarlo, más bien todo lo contrario, el niño (porque éramos niños de entre 11 y 14 años) era sometido a un esfuerzo físico superior al que se le exigía a una persona mayor. Para ello, el terrateniente se hacía con los "servicios" de un manijero que págandole un poco más, se aseguraba un nivel de productividad y de ganancias, muy superior al que obtendría, contratando a una cuadrilla de personas mayores.

Los últimos años que trabajé en la temporada de verano, segando habas,
primero, y luego empalmando con los garbanzos, trigo o en la era
alimentando la máquina "sacaora", fue con un terrateniente cuyo nombre omito,de momento, cuyas fincas estaban en el términino municipal de Andújar y poco antes de llegar a las vías del tren. Tenía este hombre unas fincas enormes de "tierra calma" y que casi cada año las sembraba de habas, garbanzos y cereales. Hoy, por lo que he podido ver en Google-Maps, todas esas fincas están plantadas de olivos, como casi todas las que hay situadas entre el cementerio nuevo de Lahiguera y la vía del tren que pasa por Andújar, que cuando emigré del pueblo, estaban de "tierra calma". La Dehesa, creo que se llamaba esa zona, o la vereda del rio.
El terrateniente en cuestión, era un hombre viejo, que vestía, incluso en pleno verano, un traje negro y que iba cada día a lomos de una borrica casi tan vieja como él, a la finca donde estábamos trabajando a entregarle al manijero el dinero de nuestros sueldos. Decían, que yo nunca se la vi, que siempre llevaba una pistola colgada y que por eso llevaba chaqueta siempre. Si mal no recuerdo, creo que tenía algún tipo de relación familiar con alguna familia de Lahiguera, pero no sabría decir cual.

El manijero,cuyo nombre y apodo voy a omitir tambien, era un hombre cincuentòn, pequeño de estatura, enjuto y sin apenas dientes, pero muy ágil y vivaracho que aguantaba diariamente sin inmutarse, cinco o seis kilómetros, (a veces más) que separaban Lahiguera de la finca a donde íbamos a trabajar, tanto en la ida como en la vuelta.

Este hombre, reclutaba cada año por mandato de su jefe, una cuadrilla de chavales de edades comprendidas entre los 11 y los 15 años mayoritariamente, a sabiendas de que el rendimiento, como dije al principio, iba a ser superior al de una cuadrilla de mujeres o de hombres mayores. Para ello, contaba con la inocencia, la ingenuidad y el primitivo sentido de la honorabilidad y de la hombría, que se tiene a esas edades, y más en aquellos tiempos tan oscuros donde la inmensa mayoría de la población era analfabeta y tenía muy arraigados comportamientos, formas de ser y de pensar muy primitivas, y que generación tras generación se iban transmitiendo.

Muy conocedor de este hecho, el manijero, por iniciativa propia o como una estrategia de productividad dictada por el dueño de la finca, a cada uno se nos asignaba un surco, que dependiendo de la finca, en algunos casos, podía llegar a tener quinientos metros de longitud, o más. Para motivarnos, ese hombre pequeño, enjuto y sin dientes, ejerciendo de negrero y chupaculos del terrateniente, permitiría al que llegara al final del surco el primero, sentarse hasta que llegara el último, incluso, gruñendo varias veces al día: " el que llegue más veces a lo largo del día último, no viene mañana"

El objetivo de llevarnos al límite de nuestras posibilidades físicas, se cumplia a rajatabla y sin rechistar; aunque como cosecuencia de la disparidad de edades y facultades de cada uno (y que no se tenía en cuenta), siempre había quien llegaba un par de minutos o tres antes que el último, suponiendo para el primero una gran hombría y un orgullo, y en cambio para el último, una dolorosa humillación y vergüenza. En mi caso, la cosa se complicaba todavía más, porque en la cuadrilla estaba mi hermano que era tres años menor que yo, y que por sus constitución física mas bien generosa en carnes, y por su edad (no se si llegaba a los once años) no tenía las mismas facultades que la mayoría; por lo tanto, yo, para evitar que se quedara muy rezagado, me ponía siempre a su lado y de cuando en cuando, segaba de su surco lo que podía, a parte del mío.

La falta de solidaridad entre nosotros era total y cada uno iba a la suyas sin importarle la suerte que podían correr los demás. Cada uno procuraba ser el más rápido, caer bien al manijero, ser el más hombre y el más machote ante los ojos de los demás... todo en estrecha complicidad con el manijero que era el que fomentaba, en beneficio de su prestigio como manijero, y en el de su jefe, ese tipo de comportamiento.

El manijero, que posiblemente se aburría de no hacer absolutamente nada, más que ir en todo momento encima de nosotros arreándonos como si fuéramos animales, y con más frecuencia de la que hubiera desedo, aparte del atosigamiento al que nos sometía, provocaba con mentiras y calumnias el malestar y el odio entre nosotros. Solía acercarse a cualquiera de nosotros a la ahora del "cigarro" o la "colilla" que dedicábamos al descanso, y decirnos al oido algo como: " fulanito a dicho que no tienes huevos de tal y tal cosa..." y cosas peores. Entonces, sin mediar palabra, y desde la ignorancia y ese primitivo sentido del honor, al que me refería al comienzo, se iba uno al supuesto injuriador o provocador,( que no lo era) y le endiñaba
un puñetazo, una patada o lo que fuera, y la pelea estaba asegurada, y la diversión de su promotor, tambien. Una vez, mi hermano, que como he dicho antes, debía tener unos once años, en mi defensa, estuvo a punto de degollar con la hoz a uno de los compañeros ("paquitordos" que actualmente vive en Castellar) al ver que me estaba peleando con él.

Bueno, todo esto ocurría en plena campiña en los meses de junio a agosto, con temperaturas extremas y protegiéndonos del calor durante el tiempo que teníamos para comer, con dos o tres haces de garbanzos o de habas. El agua caliente como la sopa; el tomate, el pepino, para el gazpacho, y todo lo demás que llevábamos en "la talega", a la misma temperatura. Una verdadera delicia, os lo puedo asegurar. Todo ello por medio euro de los de hoy al día, con la caminata de ida y vuelta incluída.

Había más manijeros mamones y negreros, que como el anterio hacían de
las suyas con el personal, y tambien situaciones humillantes impensables hoy en día; por ejemplo, ir a la plaza a buscar trabajo y el manijero, o el dueño de la finca en otro casos, se dirigía a un grupo de personas y mirando a cada uno de arriba a bajo, decía: "tu, tú, tú y tú". Quedar fuera de la elección, era de lo más humillante que una persona puede imaginarse, aunque minutos después llegara otro y te eligiera, eso si era en temporada, donde trabajaba todo el mundo; si era en otra época, aparte de sentirte dolido en tu amor propio y humillado, te quedabas sin el jornal correspondiente.

Doy por terminada esta historia, que sólo es una pequeña muestra de lo que ocurría en aquellos tiempos en cuanto a la explotación del ser humano, incluso siendo menor de edad, por parte de personas que tenían mucho más de lo que necesitaban para vivir, y lo más triste: en estrecha y eficaz colaboración con personas de tu misma condición social y clase.

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En aquella cuadrilla, aparte de mi hermano y yo, trabajaban, el "gambilla", Florencio, "rojilliyo", el "hortas y su hermano Braulio", Antonio el" zapillo", el "paquitordos" "el lete", que era gitano, Manuel "la mona", y algunos más que ahora no me acuerdo. El capitan, creo que era uno de los hijos del viejo, que era el que habitualmente nos visitaba. Ahora que has hecho referencia del capitán, me he acordado de él, y sí, él iba siempre en caballo. El camino tú lo hacias en moto, pero nosotros lo hacíamos a pie y muchas veces, para llegar antes al pueblo, hacíamos todo ese enorme trecho corriendo. Pero éramos jóvenes y podíamos con todo; aunque había dias que cuando llegaba a mi casa, iba directo al camastro y no me levantaba ni a cenar.

hola Francisco Jose creo que vas un poco equivocado con el manigero que dice iguereñazo pues si no me equivoco es un poco anterior a lo que tu dices te lo digo yo que te llevo 18 años ati y ya hiva a trabajar al rio con este señor si se le puede llamar señor y el dueño de las tierras era manuel barranco y todo lo que dice iguereñazo es totalmente cierto y te digo esto de los años porque cuando tu naciste nacio una sobrina mia y por eso se la edad que tienes espero que no te enfades por este dato vueno Francisco Jose creo que al final iran el coro rociero de castellar a la higuera para Santa clara vueno un saludo a todos los foreros y a todos los higuereños

andaluz2008: por lo que dices, deduzco que eres mayor que yo; por lo tanto, nos tenemos que conocer, e incluso, llegaríamos a trabajar juntos.
Si mal no recuerdo, la experiencia que he contado fue entre los años 1962 y 1965. Precisamente, el último jornal que di en Lahiguera fue para el tal Manuel Barranco, cavando unas olivas que tenía en la zona de regadío de Andújar a lado de un cortijo que no sé si era de él también, en la cortijada que se llamaba "Los Barrios". Ganábamos en aquel año 33 duros y un sello de la seguridad social que nos daban.
Ya ha llovido desde entonces, pero me acuerdo como si hubiera sido ayer.La última temporada de aceituna que hice, fue en 1964 y trabajé de "esportonero" con Parras. No llegué nunca a barear ni a hacer suelos. Tampoco aré nunca, de lo demás, creo que hice de todo.

Saludos

hola higuereñazo un saludo pues loque dices es verdad yo sali de lahiguera el 5 de enero de el 65 casi vien lo hice todo menos segar y harar y barear lo hice todo y los ultimos jornale que di en la higuera fueron con el torero que no te lo pierdas alli en miguelopes un cortijo
que habia fuera del pueblo y lo que dices que ganabas 33 duros yo me parece que en lahiguera no he ganado nunca 33 duros pues como lla te he dicho sali a principio del 65 bueno llo no se si tu te acordaras de mi
porque yo vivia por la parte baja y tu vivias por arriba sino me equivoco pues siempre que miro el foro te leo lo que escrives porque todo lo que dices lo he vivido yo igual que tu lo cuentsa y por lo vien
que lo haces que da un gustazo como te espresa y tambien a Francisco Jose por lo buena persona que es y como trata a los foreros a todos por higual pues yo fui bastante amigo de su padre por esp digo que de tal palo tal astilla. un saludo i pwerdonar por las falta de ortografia

Pues,andaluz2008, por lo que dices, salimos casi al mismo tiempo. Yo salí de Lahiguera un dia 18 de enero de 1965 con mi padre, a Málaga. Allí estuve un par de meses, pero como no había manera de encontrar trabajo, por mi edad (16 años) volví a Lahiguera. Mi padre volvió a Málaga con el Julián del "Puelma" y otro chaval que ahora no me acuerdo del apodo, pero ante la penosa situación de alojo y el bajo salario que percibía, volvió a Lahiguera al poco tiempo. Estuvo él, trabajando haciendo cimientos con el pico y la pala para las "columnas" de la luz que se pusierom entonces. Tenía que ir a pie al quinto conio y estar todo el dia a pleno sol y como he dicho, con el pico y la pala, y claro, ya tenia 52 años y aquel trabajo le venía largo. Además cobraba una miseria. Yo ganaba casi el doble que él, trabajando con Manuel Barranco. Viendo entonces que el porvenir en Lahiguera se presentaba más que negro, se puso en contacto con unos familiares que tenía mi madre aquí y el día 26 de Julio de 1965, emprendimos viaje a tierras catalanas toda la familia y los pocos enseres que teníamos. No fueron los primeros meses de vivir en Cataluña un camino de rosas, pero poco a poco fuimos mejorando y cada día que pasaba, veía mas lejos el día de regreso al pueblo. Y aquí estamos después de 45 años, a punto de jubilarme. 45 años donde sólo estuve "parao" el tiempo de la mili.No sé lo que es el paro ni nada que se le parezca. Los diez primeros años, no hacía ni vacaciones, incluso, hubo una buena temporada que trabajaba hasta los domingos. Así que creo que me tengo merecido esa jubilación.

Gracias, andaluz2008, por los inmerecidos elogios que me haces. Sólo soy un triste y viejo albañil (paleta que dicen aquí) que salió de la escuela a los 11 años y ya no volvió a pisarla. He intentado siempre, eso sí, aprender lo que he podido buenamente, que es bien poco.

Saludos pa ti y para todos los visitantes del foro

hola higuereñazo por la epoca que tu dices que tu padre estubo en las columnas supongo que fue en agosto del 64 y te digo esto porque cuando
vino la empresa esta de las columna fue a lla por junio que se habian corrido algunas columna y vinieron arreglarlas pues yo no habia cumplido los 20 años y estube trabajando con ellos el mes de junio y julio luego me fui a pasar unos dias a Madrid con mi hermano y fue cuando volvieron otra vez pues como yo hera tan pequeño me decian el niño y recuerdo que el chofe de el camion siempre queria que fuera el niño con el de alludante pero en la primera etapa no estaba tu padre
pues todos heran hombres mayore y por es a mi me decian el niño pero
fue una etapa mui bonita a pesar de todo y por lo que dices que todavia
no te as jubilado yo trabajaba en una multinacional y me prejubilado
a los 62 años des pues de haber cotizado 43 años y ahora estoi fenomenal espero que te jubiles pronto un saludo