La burrada de la semana, Teófila Martínez. Es enfermiza la obsesión que tienen los dirigentes del P.P. con los más desfavorecido. Les parece que cualquier aspiración a tener una vida digna es casi una provocación por parte de estos. Y si quien opina es una señorita andaluza como Teófila Martínez, no es solo una provocación si no también un descaro. Dice la alcaldesa de Cádiz y también diputada nacional que "Hay gente que viene a pedir para comer y resulta que tienen Twitter". ¡Horror! O comes o twiteas, pero las dos cosas es un lujo excesivo para los pobres. Que descaro, eso de querer comer y además estar informado. Y es que yo no hay pobres como los de antes, que solo se preocupaban de pedir limosna a los ricos para que estos pudieran hacer su obra de caridad diaria y así ganarse el cielo. Ahora además de comer, los pobres, quieren estar informados. Y eso es el problema, porque un pobre informado es un pobre que piensa, es un pobre que puede llegar a cuestionar el poder de los ricos. Un pobre que puede intentar subvertir el poder establecido. Además de ser una indeseable y una insensible ante los problemas de los ciudadanos menos favorecidos, Teófila Martínez demuestra un desconocimiento tremendo de la realidad de la red porque de momento Twiter continua siendo gratuito.Y debería saber que en la sociedad actual el acceso a Internet mas que un lujo es una necesidad. Una necesidad que muchas administraciones públicas han creado a parados, pensionistas, dependientes, como al resto de la ciudadanía. Porque, por aquello de ahorrase costes, la administración ha creado la necesidad de resolver determinadas gestiones a través de la red. Por lo que resulta de una hipocresía absoluta que se recrimina a un parado que, además de querer comer, tenga también Internet, pues es la administración quien en muchas ocasiones crea esa necesidad. Sobre todo es un insulto a la situación de necesidad que tienen muchos ciudadanos que esas palabras vengan de un servidor público que ha sido elegido para resolver los problemas de sus conciudadanos y sobre todo de un servidor público que cobra de dos administraciones, el Ayuntamiento de Cádiz y el Parlamento español. Un servidor público que en lugar de resolverles sus problemas, les recrimina por exigirlos. Pero que podemos esperar de los políticos del P.P, que nos desgobiernan y que no tienen el menor reparo en hacernos corresponsables de la crisis económica, ya que según ellos hemos vivido por encima de nuestra posibilidades. Ahora somos culpables también de querer comer y además querer estar informados. Que tiempos aquellos en que el señoriíto se paseaba por las plazas cada mañana y decidía quien trabaja y quien no, cada día y ni siquiera reclamaban leer el periódico. Es que ya hasta lo pobres, han perdido el sentido de su estatus social ¿A donde vamos a llegar? |